Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Bruselas y la OTAN mandan

23/04/2025

Pedro Sánchez ha tenido que ceder, y además ha hecho bien al ceder. Cuando se pertenece a un club hay que aceptar las normas y acatar las decisiones, más aún cuando de ese acatamiento puede depender la supervivencia.

Para España, después de 40 años de dictadura, fue un éxito que al fin la Unión Europea -entonces Mercado Común Europeo- y posteriormente la OTAN aceptaran nuestro ingreso. Desde el punto de vista de seguridad y defensa, y en lo económico, garantizaban nuestro futuro. Qué menos que en la situación actual, con una guerra dentro de las fronteras europeas, un presidente en Rusia con un afán expansionista peligrosamente desbordado, y un locoide en la presidencia de Estados Unidos, el gobierno español se deje de aventurerismos y frases pacifistas propias de jóvenes que todavía no han asumido responsabilidades, y asuma que es el momento de tomar decisiones serias.

Ni la OTAN ni la UE podían aceptar ni un minuto más, que España se descolgara del compromiso de sus miembros de incrementar el presupuesto de defensa de sus respectivos países. No están las cosas para bromas, y hay que tomar decisiones valientes. Es inaceptable que Polonia, país que tiene frontera con Rusia y Ucrania, se vea obligada a destinar el 4 por ciento de su PIB a la Defensa de su país- que en breve incrementará al 4,7 por ciento- mientras España, situada en la parte occidental -y más segura- de la UE, solo destine el 1,3 por ciento de su PIB y además se negaba, hasta ahora, a incrementarlo.

España no podía llegar a la Cumbre de ls OTAN de Madrid, que se celebra en junio, sin incrementar su presupuesto. Sánchez, al fin, lo ha comprendido. Habría sido mejor que la decisión se hubiera tomado antes, así tendríamos algo por lo que sentirnos orgullosos, auténticamente comprometidos con la seguridad de todos y cada uno de los miembros de la Alianza; pero finalmente Sánchez ha cedido, y el resultado final es lo que importa.

Pero … pero ahora tiene que resolver una difícil papeleta: convencer a los socios inamovibles en su posición insolidaria que pretenden identificar con una ideología supuestamente progresista, para que aprueben el cambio presupuestario. Difícil. Porque, además, los Prepuestos Generales no están aprobados, sino prorrogados desde el 2023.

No hace mucho, Sánchez presumió de que se podía gobernar al margen del Parlamento. Veremos. Es dado a aceptar todas las exigencias de sus socios de investidura con tal de que le sigan apoyando, pero ya no queda mucho pescado más por vender. Además habrá que ver cómo respira Yolanda Díaz, porque Sumar está en las últimas y destinar más dinero a Defensa no ayuda a la remontada. Y la UE aprieta. Está harta de los derroches del gobierno de Sánchez, de no rendir cuentas sobre el destino de los fondos europeos, y de hacer demagogia con la Defensa mientras otros países europeos se aprietan el cinturón para garantizar la seguridad de los ciudadanos de toda Europa. De todos.