Casi cada fin de semana, en sábado, la Asociación cultural CuenCANP programa un viaje por la Naturaleza de Castilla La Mancha; y lo hace, siguiendo el cauce de un río, arroyo o manantial, en ese camino que marca el Agua. Es, sin duda, un proyecto crucial para entender la historia de la humanidad, pero no solo por seguir esos Caminos de la Historia, sino que también enriquecerás tu espíritu al analizar, descubrir y comentar cada elemento que nuestra Naturaleza ha depositado, ha dejado crecer o ha revivido entre su propia evolución y la mano del hombre.
El Agua es la vida. Cada civilización apoyó su desarrollo siguiendo el curso del agua y cada río de nuestro territorio acoge entre sus riberas, altos o encajonamientos, huellas del pasado para tribus, poblados, aldeas, villas, ciudades o castillos.
Por eso, nada puede existir fuera del Agua, en el pleno sentido que define su palabra y su alma, y en ello, en su búsqueda, en su cuidado, en su trato y en su estudio, debemos refrendar la teoría del conocimiento como aprendizaje y sentimiento.
El aire respira, el agua bebe y la tierra come. Joaquín Araujo y otros muchos naturalistas nos hacen reflexionar; pero también Asociaciones o colectivos como CuencaCANP, guiados de la mano de Francisco Javier Rodríguez Laguía en este caso, nos hace reflexionar sobre el valor del Agua porque de esos Caminos o Sendas, revivimos la Historia, la Cultura, el Patrimonio y la Vida.
El Cabriel, el Júcar, el Gigüela, el Záncara, el Guadiela, el Escabas, el Trabaque, el Henares, el Tajuña, el Gallo, el Jabalón, el Cañamares, el Turia, el Cabrillas o el Tajo, son algunos de los tratados, seguidos y adorados, en su recorrido, en sus vivencias, en sus leyendas, en sus molinos, en sus yacimientos y en sus poblados. Nuestra región es rica en manantiales, fuentes, lagunas, lagos y ríos, y sobre todo, es rica en pasión, ilusión, proyectos y vivencias: aquí hay uno de esos proyectos que merece muy, mucho, la atención para aplaudir, apoyar y reconocer.
Por eso, darle de beber al agua –metafóricamente hablando- es sentir la vida, aclamar el espíritu y mantener la buena salud, y "Los Caminos del Agua" por los ríos de nuestra Castilla La Mancha siguen ampliando su objetivo al compás de un esfuerzo agradecido.