Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Apapachame

07/04/2025

Siempre tenemos dudas y, creo, que siempre las habrá. ¿Cómo llamar en nuestro castellano habitual, al continente americano –Centro y Sur- en el lenguaje acertado? Parece una perogrullada, pero para ellos, sus habitantes, no lo es. Sienten y padecen una terminología adversa por contrasentido, por historia y por sentimientos.
¿Latinoamerica, Iberoamerica, América hispánica, Hispanoamérica o Nuevo Mundo? Creo que todos estos términos tienen demasiada carga 'conquistadora y posesiva' y eso, en tiempos de verdadera democracia no es justo. Sin embargo, un término definitorio habrá que aplicar, sobre todo, para señalizar geográfica e históricamente ese territorio.
A pesar de que los investigadores latinos somos conscientes de que colonizamos –, conquistando y descubriendo pero abanderando una cultura que tenía imperiosas raíces religiosas-, para los anglosajones el término aplicado se ajustó a colonialismo en su total concepción de explotación y dominio total las tierras que ocupaban,
Sin duda, América Central y del Sur, conforman parte de ese territorio común, un continente diverso, amplio, plural y bello que recibe el nombre global de América, donde conviven naturales de origen –aborígenes autóctonos-, aborígenes de migración, junto a criollos en mestizaje, europeos en adopción y otras razas en convivencia de total libertad. En esa pluralidad, España castellanizó el territorio y tal vez, esa herencia puede ser admirada y respetada por muchos, aunque otros desestimen el lenguaje donde el dominio y la imposición ejercitan un derecho que no tienen.
Pero titulo mi columna con una palabra que pretende suplir esas connotaciones un poco 'tóxicas', aferrándome a lo que el sentimiento de gran parte de ese colectivo provoca; quisiera ensalzar el término 'apapáchame', originaria de la cultura náhuti y que es muy utilizada en Méjico bajo el significado de palmadita cariñosa o abrazo, sin olvidar que su verdadero sentido se expande en ese contenido de Arrullar y Confortar, acariciando el Corazón.
Apapachame define parte de un contenido lírico o musical al leer ese contexto, cuando la frase dice: «estrújame entre tus brazos para sentir mi corazón, cuyos latidos marcarán el afecto que siento hacia ti». Seguro que Vicente Fernández, Luis Miguel, Alberto Aguilera, Pedro Infante o Ale Arvizu, han sabido introducir en sus canciones un término que remarca el sentimiento de quien te quiere abrazar 'de corazón a corazón' como credo de amor y bondad.