Castilla-La Mancha es este 2024 Región Europea del Deporte. En La Tribuna queremos contribuir también con nuestro granito de arena a la conmemoración de este año y por eso hemos contactado con una treintena de castellanomanchegos vinculados con el deporte para que nos cuenten desde dentro cómo es su mundo y qué lecciones podemos sacar de su experiencia. A lo largo de este mes de junio podrán leer cada día los testimonios de deportistas de élite, de los que están empezando y de los que acaban de dejarlo, de quienes han sido olímpicos o paralímpicos y de quienes lo serán en solo unas semanas en París, de quienes son entrenadores, directores deportivos, guías o incluso seleccionadores.
«El trabajo de los seleccionadores es hacer que un grupo de jugadores sea un equipo»
En el deporte un mismo recuerdo puede ser a la vez bueno y amargo, incluso aunque sea una final olímpica y traiga de recompensa una medalla. «Conseguir un plata es duro y ves a la gente llorar», cuenta Santi Denia, seleccionador de la escuadra española masculina sub-21, «son cuarenta días de concentración para conseguir un oro y no lo puedes conseguir». El seleccionador albaceteño habla de la final de los Juego Olímpicos de Tokyo, cuando España se quedó muy cerca de llevarse el oro ante Brasil. Aunque vio a sus jugadores quedarse con ese sabor agridulce, incide en que es «tremendamente bonito jugar una final de los Juegos Olímpicos, es el sueño de cualquier deportista». Subraya que es algo que «hay que disfrutarlo, hay que valorarlo».
Antes de seleccionador, Santi Denia fue entrenador y antes jugador de equipos como el de su ciudad, el Albacete, y también del Atlético de Madrid y el Sevilla. Sabe perfectamente lo que sienten sus convocados, pues fue integrante del equipo español para los Juegos Olímpicos de Atlanta. «El deporte en mi vida ha sido todo», cuenta, «desde pequeño es divertirte con amigos, crear vínculos y, luego, a partir de los 18 años, ha sido mi trabajo, ganarme la vida». Dice que sabe que es un «privilegiado» por poder trabajar, primero como jugador y luego como seleccionador en algo que le «apasiona».
Santi Denia indica que hay sus diferencias entre el trabajo que hacen los entrenadores y el de los seleccionadores. «No tenemos tanto tiempo como los entrenadores de un club», explica, «el trabajo de gestión que tenemos los seleccionadores es hacer de un grupo de jugadores un equipo, que todos vayan en la misma dirección, que sean muy solidarios, muy generosos». Reconoce que los seleccionadores son muy afortunados por contar con jugadores muy buenos. «La mayoría de los que vienen son titulares en sus equipos y esos egos los tienes que trasladar al beneficio del grupo», explica.
Reconoce que para la práctica del deporte se ha invertido mucho en mejorar las instalaciones, pero pensando en los más pequeños es aprovechar bien esos recursos y fomentar esos hábitos de práctica deportiva. «Todo ha mejorado, pero también tenemos más consolas, más teléfonos», admite. «No sé si limitar el tema de las consolas y los móviles, pero los críos cuando están haciendo deporte es salud y los deportes de equipo son un entrenamiento de valores», subraya.