Aunque haya quienes se empeñan en pintar un mundo gris, afortunadamente son muchos más los que trabajan para borrar esos manchurrones oscuros y cambiarlos por pinceladas violetas. Un buen ejemplo de estos artistas de la igualdad son las personas e instituciones premiadas con los Reconocimientos Meninas de Castilla-La Mancha, que da la Delegación del Gobierno de España en la región. 

Ayer se entregaron en el Museo Sefardí de Toledo en un acto que clausuró la delegada del Gobierno, Milagros Tolón, que destacó de los premiados que «decidieron dar un paso firme, al frente, que no cerraron los ojos». Añadió que «con estos reconocimientos honramos la memoria de las víctimas». «No vamos a olvidarlas», aseguró. 

Una de las Meninas de este 2024 es el subdirector de Tratamiento del Centro Penitenciario de Albacete, José Javier García Aroca, por las iniciativas con los internos contra la violencia de género. «Somos agentes de control social que tenemos una responsabilidad con la población y tenemos que continuar trabajando y poniendo el foco para erradicar la lacra que supone la violencia de género», esgrimió.

Meninas para pintar un mundo mejor - Foto: Javier PozoTambién es una Menina Darita Díaz Monleón, una maestra de la escuela rural de Santa Cruz de Moya (Cuenca). Explica que trabaja la igualdad con sus alumnos «a través de lecturas que transmiten sentimientos, emociones y valores como la empatía y el respeto». Pocas armas hay más mejores contra los violentos que la educación y desde el teatro y las artes escénicas lo hacen en el IES 'Carmen Burgos Seguí' de Alovera y en el Juanelo Turriano de Toledo con el proyecto de su comunidad educativa 'Las sinsombrero del Juanelo'. Ambos fueron premiados.

Hay una Menina de este 2024 que es hermana de las Adoratrices de Ciudad Real y ha ayudado a muchas jóvenes a salir de la trata y la prostitución. «La persona humana nunca se debería vender ni comprar como una mercancía», clama Antonia Pérez Cabrera. También en la lucha contra la trata ha centrado su labor como cineasta Mabel Lozano, a quien le entregó la Menina su madre Encarni. «Cuando hablamos de explotación sexual no hablamos de mujeres desnudas de cuerpos, hablamos de mujeres desnudas de derechos», recordó.