La última revisión del padrón municipal ofrece excelentes noticias en buena parte del medio rural de la provincia. Si bien es cierto que los mayores crecimientos demográficos afectan a las localidades emplazadas en el Corredor del Henares y en el entorno de la capital, son más de un centenar los pueblos alejados de esta zona que recibieron nuevos vecinos a fecha 1 de enero de 2004. En este grupo figuran varios municipios que ejercen como cabeceras de comarca y que disfrutan de todos los servicios básicos que acostumbra a demandar la población (colegio, centro de salud, comercios, comunicacicones, etc.), además de posibilidades de empleo.
A la cabeza se sitúa Sigüenza por segundo año consecutivo. Su alcaldesa, María Jesús Merino, analiza esta «magnífica noticia» como el fruto de «unas políticas valientes de querer que la gente vuelva a vivir a nuestros pueblos». En este ámbito, destaca de la Ley de la Despoblación de Castilla-La Mancha de la que ella misma fue ponente en su condición de diputada regional. «La gente está viendo que en los pueblos se vive bien, que se vive con calidad y que hay posibilidades», sostiene. En el caso concreto de la Ciudad del Doncel, Merino añade como plus las numerosas inversiones y la mejora de las infraestructuras realizadas en los últimos años con el apoyo de la Junta de Comunidaes y de la Diputación Provincial. «En la calidad de vida de nuestro municipio se alinean otros proyectos importantísimos con son la candidatura a Patrimonio Mundial que nos está dejando muchos sabores dulces y nos está trayendo turistas y gente a vivir a Sigüenza y a sus pedanías», añade.
Jadraque es otro de los centros comarcales de la provincia que, desde al año 2019, no ha dejado de sumar nuevos empadronados. Su alcalde, Héctor Gregorio, achaca esta «satisfactoria» situación a «varias razones». En primer lugar, cita las deducciones fiscales y los incentivos económicos que lleva aparejada la Ley de la Despoblación. En segundo lugar, el regidor jadraqueño apunta a las oportunidades laborales que existen en su localidad. «La mayoría son puestos no cualificados, pero se está creando trabajo en la hostelería, en la albañilería y en otros muchos oficios. Quien quiere trabajar en Jadraque, puede trabajar», asegura.
Además, Héctor Gregorio alude a los «buenos servicios básicos» que disfruta Jadraque tanto en el ámbito educativo (escuela infantil, colegio e instituto) y sanitario (centro médico con urgencias) como en el ámbito del ocio, la cultura y el deporte, «que también son muy importantes para que la gente, sobre todo, para que las familias con hijos, estén a gusto». Por último, el también diputado provincial menciona la «buena ubicación y comunicaciones» que tiene Jadraque. «Al final, no dejamos de estar a una hora de Madrid y tanto Madrid comoen el Corredor empieza a expulsar gente, el área metropolitana se está extendiendo», señala. La llegada de población inmigrante así como el cambio de paradigma en la concepción del medio rural son otros factores influyente. «El concepto de me voy del polvo del pueblo y la ciudad que es la panacea, ya no existe. De hecho, hay veces que incluso de los que viven en la ciudad te dicen que ojalá pudieran venirse al pueblo», declara.
Albares e Illana son dos de los casos más llamativos de localidades de la provincia de menor tamaño con subidas notables y continuadas de habitantes en los últimos años. Sin duda, su estratégica ubicación, lindando con el sureste de la comunidad madrileña, les ha hecho beneficarse de la llegada de nuevos moradores. Pero, sin duda, no es el único motivo. El alcalde de Albares, Antonio Brihuega, opina que es clave la elevada ocupación femenina motivada por la existencia de una gran residencia de ancianos. «Está demostrado que habiendo empleo femenino en los pueblos, se sujeta la población», declara. La reciente instalación de una ONGcon centro de refugiados, la existencia de todos los servicios básicos, las buenas comunidaciones con Madrid y el efecto positivo que supone «estar cerca de una localidad tan dinámica como Mondéjar a nivel de empleo y de servicios» son otros factores positivos.
Por su parte, el alcalde de Illana, Francisco Javier Pérez, alude a las «mejoras realizadas en la prestación de servicios» en su municipio durante los últimos años como una pieza determinante, particularmente, en el ámbito educativo. Las inversiones llevadas a cabo por el Ayuntamiento en el colegio (que ha triplicado su alumnado desde 2007 y ya cuenta con casi un centenar de menores), la apertura de una escuela infantil y las diferentes líneas de ayudas que el Consistorio ofrece a los escolares empadronados en la localidad han servido de estímulo para el establecimiento de más familias tanto en el núcleo urbano como en las urbanizaciones.
En todo caso, estos alcaldes están convencidos que el crecimiento demográfico de sus municipios podría ser incluso mayor si no existiese un evidente problema de falta de vivienda tanto de compra-venta como de alquiler.