La fastuosa estampa de la pequeña muralla china de Guadalajara

Belén Monge Ranz
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Se sitúa en un paraje de la Sierra Norte, serpenteado por una estrecha carretera de enormes pendientes sobre un barranco y un puente gigante, con cierta similitud a la gran fortificación asiática

Vista parcial de la conocida como muralla china de la Sierra Norte de Guadalajara - Foto: Raquel Triguero

Suficientemente conocido por sus peculiares edificaciones de pizarra negra y por ser el pueblo por excelencia de las bodas, Campillo de Ranas también esconde una panorámica única de una gran belleza, especialmente si se atisba a vista de pájaro o de dron. Se trata de una construcción serpenteante que guarda cierta similitud, salvando las distancias, con la gran muralla asiática. 

Entre Roblelacasa, una de las pedanías de Campillo de Ranas, y  Corralejo, discurre en zigzag, caprichosa, una estrecha carretera o camino, que si bien, debido a su escaso estado de conservación no es aconsejable su uso, si es un excelente reclamo para los amantes de las rutas moteras y para ciclistas. Se trata de una vía con suntuosas curvas de herradura que salvan un gran desnivel dentro del pintoresco paisaje que taladra un cañón de origen fluvial con pendientes de hasta el 18% a lo largo de sus nueve kilómetros

construida en hormigón en los años noventa y con más de medio kilómetro de desnivel, esta carretera es hoy un proyecto inacabado que atraviesa el barranco del río Jaramilla y donde, en uno de sus laterales, se levantó un muro de pizarra a modo de bolardos que simula casi las almenas de un castillo perimetrado para la defensa. Se la conoce como la muralla china de la Sierra Norte de Guadalajara. A ella se puede acceder por un gran  puente que ya en su día costó casi dos millones de euros, según el alcalde de Campillo de Ranas, Francisco Maroto, y que, por su semejanza con la changcheng asiática, se la bautizó con este nombre. Una denominación que le viene dada por su estampa serpenteada y amurallada y su puente con tres ojos. 

Se construyó en  su día para mejorar la comunicación entre esta zona de Campillo y El Cardoso de la Sierra , trayecto para el que solo había un camino que hoy casi está desaparecido.

Este proyecto surgió hace ya más de tres décadas, cargado de buenas intenciones. Sin embargo, se quedó en punto muerto. Una ruta que por falta de mantenimiento,  apenas se utiliza, muy especialmente en la época de lluvias y nieve. Sus escasos vecinos son testigos de ello, coincidiendo en que si estuvieran en buenas condiciones supondría un acercamiento importante de media docena de pequeños municipios de la provincia con el propio centro comarcal del que dependen. No obstante, este paraje conforma por si mismo una curiosa postal y un atractivo turístico más de la comarca donde inmortalizar una bonita foto de este bello entorno natural donde el río divide el término de Campillo de Ranas con el de El Cardoso de la Sierra. 

Para acceder desde Guadalajara a este enclave se toma como punto de referencia la carretera de Campillejo con Majaelrayo, cogiendo el desvío a Roblelacasa. Su espectacular puente de piedra y pizarra, con tres arcos que lamentablemente se encuentran también bastante deteriorados, sirve de punto de inflexión entre la vertiente descendente y la que ascendente por la otra ladera. Hoy en día, debido a la falta de conservación de la vía, ubicada en una zona cada vez más aislada y y despoblada, son escasos los vehículos que se atreven a utilizar este acceso para ir de Campillo a El Cardoso de la Sierra o viceversa, especialmente en temporada de hielos, donde es prácticamente intransitable y son más frecuentes los desprendimientos.

En todo caso, en cualquier época del año, la pequeña muralla china de la Sierra Norte transmite una estampa espectacular con su zigzagueo sobre el cañón por el que discurre el Jaramilla, donde solo se escucha silencio, asaltado en ciertas ocasiones por el canto de las aves o por el aullido del lobo.  Una vista singular, que a algún alcalde de la zona les gustaría tener en mejor estado de conservación para favorecer el acceso del turismo madrileño y reducir también los tiempos de recorrido que ahora emplean los vecinos de El Cardoso de la Sierra y su entorno cuando tienen que realizar papeleos en Cogolludo o Guadalajara.  

Para los senderistas supone también un entorno ideal con muy diversas opciones interesantes para realizar excursiones tomando la muralla como punto de partida. Así, el propio recorrido del camino antiguo, por donde iba la caballería, es una ruta curiosa, al igual que la que va al Puerto de la Quesera, entre Majaelrayo y la Riaza, la cascada del Aljibe y, para los amantes de la montaña, el ascenso al Pico del Ocejón, enclave mítico de la comarca. Bellos rincones donde aún queda ganado, donde puede verse sobrevolar al buitre en busca de alimento y donde también es cada vez más frecuente advertir la presencia del lobo. Rutas que bien pueden finalizar disfrutando de los manjares gastronómicos de la comarca serrana.