El sector del aceite mirará hacia Asia ante el golpe de Trump

M. LILLO
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Cooperativas Agroalimentarias indica que, si bien buscar nuevos mercados es difícil, aún quedan cuatro años de gobierno del mandatario estadounidense y su política de aranceles

El sector del aceite mirará hacia Asia ante el golpe de Trump - Foto: Rueda Villaverde

La guerra comercial que ha arrancado Donald Trump con la imposición de aranceles de hasta el 20 por ciento para los productos de la Unión Europea, aunque ahora los haya dejado en pausa, tendrán un impacto también directo en el aceite de oliva, del que Castilla-La Mancha es la segunda productora nacional, después de Andalucía.

Ante este golpe que el presidente norteamericano le puede asestar al aceite de oliva, el sector ya está pensando en mercados alternativos y en este sentido pone su mirada en Asia. «El resurgir de China u otros países asiáticos» pueden ser la tabla de salvación de un sector que no pasa por su mejor momento, puesto que ya se ha 'despedido' oficialmente de los máximos que alcanzó meses atrás. Hasta 15 euros llegó a valer el litro de aceite de oliva de algunos productos de marca, mientras que desde hace unas semanas su precio se sitúa por debajo de los cuatro euros. 

Así lo ponen de relieve los datos que publica semanalmente el Ministerio de Agricultura, que detalla que a mediados y finales de marzo este producto se pagaba a 3,90 y 3,91 euros el litro, respectivamente, lo que supone un descenso de hasta el 54 por ciento con respecto al inicio de la campaña. 

Los cuatro euros son, de hecho, la cifra clave que barajaba el sector, ya que por debajo de esta cantidad este producto puede dejar de ser rentable para agricultores y cooperativas. «Con la bajada de precios creíamos que podríamos vender más a Estados Unidos, pero si se ponen unos aranceles del 20 por ciento ya no», afirma a este diario el portavoz de la Sectorial del Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de la región, Gregorio Gómez, quien reconoce que si bien buscar nuevos mercados lleva tiempo, también hay que tener en cuenta que «quedan cuatro años de Trump». 

Por eso, aseguró que la posibilidad de estos gravámenes harían que las ventas del aceite de oliva «se resientan», pues indica que la región comercializa allí de forma directa e indirecta, vía Italia u otros países.  «Todo el sector agroalimentario se vería perjudicado», agregó Gómez, para quien la única noticia positiva es que los precios podrían «haber tocado fondo ya», dado que en las últimas semanas había preocupación por las abundantes lluvias y por los aranceles, lo que pudo rebajar los precios, mientras confía en que las negociaciones de la UE frenen esta guerra comercial.