El Gobierno desestima dos parques fotovoltaicos y uno eólico

Redacción
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Ecologistas en Acción celebra la decisión, pero advierte de nuevos proyectos de renovables que se sumarán a las 8.000 hectáreas ya ocupadas en la provincia

Fotografía de archivo de un parque fotovoltaico en la provincia de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

El Ministerio de Transición Ecológica ha desestimado la construcción de dos parques fotovoltaicos y uno eólico en la provincia de Guadalajara. Se trata de las plantas fotovoltaicas GR Avutarda, en El Casar, y GR Sisón, en Usanos, pedanía de Guadalajara, ambos proyectos se ubicaban en La Campiña, en terrenos agrarios que son hábitat de numerosas aves esteparias y de rapaces, algunas en peligro de extinción. Tampoco ha autorizado el parque eólico de El Mochal, en El Olivar, y cuya línea de evacuación habría atravesado los términos municipales de Budia, San Andrés del Rey y El Olivar.

Ecologistas en Acción considera que la denegación de estas plantas es una excelente noticia, pero denuncia la absoluta falta de planificación en su ubicación por parte de la Administración central y autonómica, lo que permite a las grandes empresas eléctricas elegir los emplazamientos sin importarles que se trate de zonas de alta biodiversidad. De esta forma se pone en peligro el patrimonio natural de la provincia, que ya cuenta con 8.000 hectáreas de terreno agrario ocupado por plantas de energía renovable a los que se sumarán nuevos proyectos en marcha.

El despliegue de estos parques continúa implacable en Guadalajara. Hay que tener en cuenta también los más de 40 parques eólicos que ya están funcionando, ubicados principalmente en la Serranía y en el Señorío de Molina, muchas veces en terrenos protegidos por la Red Natura 2000.

Las megaplantas de producción de energía renovable está perjudicando a especies en peligro de extinción como el águila imperial o el águila perdicera, además de a aves esteparias protegidas como son la avutarda, el sisón, la ganga ortega y los aguiluchos cenizo, pálido y lagunero.

El propio Emiliano García-Page presume de que Castilla-La Mancha está 22 puntos por encima de la media nacional en producción de energía renovable, admitiendo que ya se produce toda la energía que necesita la comunidad autónoma y que, por tanto, el resto se destinará a la exportación a otras regiones e incluso a otros países, todo a costa de hacer de Guadalajara y el resto de provincias tierra de sacrificio para promover la rentabilidad de las grandes empresas eléctricas.

Para Ecologistas en Acción es inadmisible que se siga favoreciendo de manera tan descarada a estos megaproyectos, propiedad de los lobbies energéticos y de los fondos de inversión. Se está creando un enorme conflicto en el mundo rural por las malas prácticas de estas empresas y las expropiaciones forzosas de terrenos, con el objetivo de atraer a Castilla-La Mancha industrias depredadoras de energía y de agua como los grandes centros de datos informáticos o la fabricación de hidrógeno verde.

La asociación lamenta que se esté desperdiciando la oportunidad de promover el autoconsumo y las comunidades energéticas en nuestra provincia, que son las herramientas básicas para conseguir una verdadera transición energética justa y democrática en nuestros pueblos y comarcas.