Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Viviendas

11/10/2024

Los meses caían  veloces, como toneladas de plomo. El alquiler de la vivienda había que pagarlo con puntualidad inexcusable y el sueldo de La Fábrica de Armas no llegaba para  pagar el alquiler. Cada mes se presentaba el miedo a quedarse en la calle con los hijos. Esto sucedía en Toledo en los años sesenta y setenta en una familia obrera que habitaba una casa de vecinos de dudosa habitabilidad. Durante los años ochenta y noventa, ante los altos precios del alquiler, se inventó construir de manera exagerada y conseguir que las familias se endeudaran. Años y más años. Los créditos de los bancos   llegaban  hasta el 13 o el 14 por ciento del capital. Las familias obreras   compraban una casa, con mucho esfuerzo,  con la esperanza  humilde de disponer de una herencia que dejar a los hijos. La construcción se elevó a categoría de motor de la economía. Cuando funcionaba la construcción, repetían los constructores, orgullosos de ser constructores, funcionan los demás sectores. Con esta filosofía, y Aznar en el gobierno, se 'liberalizó' el suelo. O sea, se podría construir en cualquier lugar del campo. Los alquileres no bajaron, las hipotecas se mantuvieron en el nivel de rentabilidad óptimo para los bancos, sabiendo que los bancos y los especuladores carecen de  límites en sus beneficios. 
Y así vivíamos, unos más felices que otros, hasta que lo de la construcción se convirtió en burbuja. La burbuja explotó en el distante año 2008. Hubo que afrontar una Gran Recesión. Algunas entidades, alegres en promocionar el ladrillo, quebraron. Los bancos tuvieron que ser auxiliadlos con dinero de los ciudadanos que no devolverían. Se creó un banco nuevo, llamado banco malo, que se quedó con miles de viviendas sin terminar. El banco malo aún existe, está tratando de quitarse aquello que los constructores, orgullosos de ser constructores, no quisieron. Se impusieron medidas feroces de austeridad, la construcción se paralizó durante años. Los constructores se reciclaron, los bancos han recuperado beneficios, las viviendas están por las nubes y parece que  lo que sucede ahora no hubiera sucedido nunca. Un fenómeno actual, cuando en realidad es una historia antigua. La falta de viviendas es el principal problema de los españoles. Se repite en España la carencia de viviendas asequbles con la cadencia temporal de un algoritmo especulativo.