La Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos -APAG y su comercializadora -SAT Coagral- celebraron ayer sus asambleas generales ordinarias, que aprobaron las cuentas anuales correspondientes al ejercicio económico de 2023. APAG cerró el año con superávit y la SAT Coagral con beneficios, si bien la facturación por ventas fue inferior al de 2022, llegando en a 43,5 millones de euros.
El mal año agrícola 2023 -bautizado como el peor de la historia en producción de cereales- es lo que marcó el pasado ejercicio, pero a pesar de ello la Organización continúa su progresión y el crecimiento en inversiones y servicios.
La facturación en graneles se redujo debido a la mala cosecha y al hundimiento de los precios de los productos agrarios, pero se incrementó ligeramente en las otras dos secciones: Servicios y Tiendas; tanto en productos comestibles como no comestibles. En alimentación, la carnicería de APAG sigue tirando fuerte, con un 25% sobre la facturación total de alimentos, seguida de los aceites, bebidas, embutidos y alimentos varios.
En Coagral resultado del ejercicio arrojó unos beneficios de 278.636,98€, antes de impuestos. Estos beneficios se destinan íntegramente a reservas para fortalecer y capitalizar la sociedad, dando más más seguridad a los socios frente a cualquier imprevisto, según ha explicado la directora financiera, Eva Santamaría.
2023 marcó un punto de inflexión por debajo en los registros históricos de cosecha de cereales en España, con apeas 10,2 Millones de toneladas, un 47% por debajo de la media de los últimos 30 años y un 43% inferior a la campaña anterior; en Castilla-La Mancha la cosecha fue un 70% menor que en 2022.
El secretario general de APAG y gerente de Coagral, Antonio Torres, dio lectura al Informe de Auditoría que refleja "la imagen fiel del patrimonio y situación financiera de la empresa".
En cuanto a APAG, la secretaria general adjunta y asesora jurídica, Ana Alcojol explicó que en lo que llevamos de año se han dado de alta 135 nuevos socios que se incorporan a su vez a la SAT con sus correspondientes títulos, "porque el patrimonio de la organización es de todos los agricultores y ganaderos socios", recordó.
En su informe, el secretario general destacó la ingente carga de trabajo de los servicios técnicos de APAG, que "no dan abasto", dijo, ya que la Administración ya no realiza apenas trámites y somos las OPAs las que cargamos con todo el papeleo y burocracia a la que el agricultor está sometido.
En el plan estratégico habló de los nuevos servicios en Almoguera, las condiciones de campaña, la importancia de los seguros agrarios, y el patrimonio de las cámaras agrarias, que está en proceso de liquidación.
Por su parte el presidente de APAG, Juan Jose Laso, calificó el 2023 como "un año muy complicado, tanto para el campo como para APAG y las organizaciones agrarias, a las que se ha querido hacer responsables de la ruina de los agricultores, cuando los responsables son quiénes legislan en el sector". Las propias organizaciones hemos recibido más críticas que el ministro o el consejero de Agricultura, cuya única obsesión ha sido enfrentar al sector".
Ante eso, manifestó que "APAG va a seguir defendiendo nuestra actividad, luchando por los intereses de los agricultores y ganaderos de esta provincia y haciendo crecer nuestra SAT con nuevos e importantes retos que tenemos por delante". Entre ellos citó el relevo generacional que "debe ir ligado a un plan de jubilación con condiciones especiales y ventajosas para los agricultores", el impulso a nuestra ganadería extensiva y su compensación por los servicios ecosistémicos. La creación de nuevos regadíos con el proyecto de conexión Sorbe-Bornova "que creo que hemos tenido el acierto de encauzar bien", dijo.
Se refirió también a las limitaciones en cosecha, insistiendo en que "los agricultores no somos un peligro para los incendios, somos la solución y no aceptamos ninguna limitación a nuestro trabajo".
"Quiero dar las gracias a todos los socios que han apoyado a esta organización, finalizó; "hemos pasado momentos difíciles y complicados, sometidos a injustas y erróneas críticas, a insultos, menosprecios y acusaciones infundadas; parecía que APAG era el rival a batir; intereses comerciales y políticos se confabularon para hacer daño a esta organización, porque a muchos les iría mejor si no estuviéramos. Por eso digo muy alto que nadie nos ha comprado y sólo tenemos un fin, defender y apoyar a nuestros socios, como llevamos haciendo más de 40 años con aciertos y desaciertos, pero a eso nos dedicamos". Por último, decir que "mi despacho está abierto a cualquiera que tenga algo que decir o proponer para hablar cara a cara, porque así es como se solucionan las cosas".