Batalla, Sivera y Gumbau firman una victoria heróica del Rayo

Europa Press
-

1
Rayo Vallecano
0
Alavés
Pese a jugar con un hombre más por la expulsión de Abdul Mumin en el minuto 21, el Alavés no ha sido capaz de ganar al conjunto vallecano y es derrotado con un tanto en el tramo final del partido

Batalla, Sivera y Gumbau firman una victoria heróica del Rayo - Foto: Rodrigo Jimenez

Con un jugador menos por la expulsión de Abdel Mumin en el minuto 21, el Rayo Vallecano sobrevivió a su inferioridad numérica durante más de 70 minutos y provocó la quinta derrota consecutiva del Alavés, incapaz de sumar puntos por culpa de las intervenciones de Augusto Batalla y por un gran disparo de Gerard Gumbau en el minuto 80 que sirvió para dar la victoria al conjunto madrileño con un gol en propia meta de Antonio Sivera.

El Alavés mantuvo su línea descendente y preocupante con una derrota dolorosa marcada por la falta de actitud y de acierto de sus jugadores, atascados en Vallecas pese a jugar con un hombre más durante gran parte del partido. Suenan las alarmas en el club vitoriano, con Luis García Plaza con el gesto torcido en la banda mientras el Rayo Vallecano asciende posiciones gracias al coraje de sus futbolistas. 

Batalla, Sivera y Gumbau firman una victoria heróica del Rayo Batalla, Sivera y Gumbau firman una victoria heróica del Rayo - Foto: Rodrigo Jimenez

Con cuatro derrotas seguidas en el bolsillo, Luis García inició el choque con una revolución táctica para intentar generar un revolcón en la errática trayectoria de su equipo. El técnico del conjunto vitoriano innovó por completo y apostó por una línea de cinco en defensa con tres centrales y dos laterales largos. Incluso dentro de esa línea, cambió de posición a Nahuel Tenaglia y a Santiago Mouriño: el primero cambió el lateral derecho por el centro de la zaga y el segundo hizo lo mismo pero al revés. 

Batalla, Sivera y Gumbau firman una victoria heróica del Rayo Batalla, Sivera y Gumbau firman una victoria heróica del Rayo - Foto: Rodrigo JimenezLuis García buscó más seguridad atrás y un juego directo hacia Toni Martínez, un gran jugador de espaldas a la portería y con capacidad para dar opciones a la segunda línea. El Rayo Vallecano se encontró con todas esas novedades prácticamente inéditas en el Alavés y eso no afectó a los hombres de Iñigo Pérez, muy enchufados desde el inicio y con las novedades de Pep Chavarría y Álvaro García, que sentaron a Ivan Balliu y a Gerard Gumbau tras la derrota en Mallorca (1-0). 

Al Alavés no le sentó nada bien el cambio de sistema y hasta la expulsión de Mumin fue una marioneta para el Rayo Vallecano, que dominó a placer a su rival con una puesta en escena perfecta: presión alta, robos de balón en zonas críticas para el Alavés, toques rápidos y juego eléctrico con Jorge de Frutos enchufadísimo por la banda derecha, desde donde sirvió un gol cantado a Sergio Camello que no acertó a rematar en boca de gol. 

Por el otro lado, también carburó Álvaro García, que fabricó otra ocasión clarísima que desperdició Isi Palazón. En este caso, se encontró con una buena intervención de Antonio Sivera, que frenó en seco la última intentona rayista antes de la expulsión de la tarjeta roja que recibió Mumin en el minuto 21. El central del Rayo Vallecano midió muy mal en una entrada a Toni Martínez, que sacó petroleo de un balón largo de la defensa. En un principio vio una tarjeta amarilla, pero desde el VAR avisaron al árbitro Adrián Cordero Vega para que revisara las imágenes: era el último jugador y tuvo que salir del campo. 

Con un jugador más y perdido en su sistema de cinco defensas, Luis García Plaza reaccionó y retiró a Mouriño para dar entrada a Joan Jordán. Quitó a uno de sus centrales y rellenó el centro del campo para retener la pelota y aprovechar su superioridad numérica. Sin embargo, por lo menos hasta el descanso, todo siguió igual, con el Rayo bien plantado sobre el césped e incluso al borde de adelantarse en el marcador con una ocasión de Álvaro que acabó con un disparo contra el lateral de la red de la portería de Sivera. 

El Alavés necesitaba un cambio de actitud. Su problema no era el sistema, eran sus jugadores, poco activados en comparación con los del Rayo Vallecano, que siguieron a lo suyo tras la reanudación obligando a sus rivales a jugar al contragolpe. Mantuvieron la pelota ante un equipo que no transmitía nada posicionalmente y que se encomendó a alguna jugada aislada al contragolpe para llevarse los tres puntos. 

Y sin un exceso de brillo y por pura inercia, el Alavés consiguió acumular sus ocasiones para firmar el primer tanto del partido. En todas participó Carlos Vicente, que consiguió intimidar a Augusto Batalla con tres intentos que se quedaron en nada por la aparición del portero argentino, que negó un claro mano a mano al jugador del Alavés en su intervención más brillante. 

Al Rayo Vallecano, físicamente al límite, se le hizo muy larga la última media hora, en la que por fin el Alavés se hizo con los mandos y fue a por la victoria. Lo volvió a intentar Carlos Martín, con un disparo desde dentro del área que se marchó por encima del larguero mientras Luis García andaba desesperado y con razón: su equipo fue incapaz de desnivelar la balanza con un jugador más sobre el terreno de juego y encima Gerard Gumbau, con un toque exquisito que provocó el tanto en propia meta de Sivera, celebró como suya una heroica victoria para el conjunto madrileño, aupado hasta la séptima plaza a costa de la crisis del Alavés