Si cuando iban a partir hacia Tierra Santa les hubieran dicho que a las pocas horas iba estar en un país en guerra, no se lo hubiera creido, y, desde luego, no hubiera ido. Lo que pretendía ser una peregrinación basada en el disfrute y la devoción se ha visto ya marcada por este hecho. Un grupo de 57 personas de la parroquia San Pedro Apóstol de Guadalajara se encuentran de peregrinación en Tierra Santa, concretamente, en este momento en la ciudad de Nazaret, y aunque se encuentran bien porque están lejos de la franja afectada por el conflicto y así se lo han trasladado a sus familias por whatsApp, si hay cierta preocupación y un lógico temor por encontrarse en un país que está en guerra.
No obstante, todos ellos han tenido ocasión de ponerse en contacto con sus familias en Guadalajara y aseguran que están bien, que no están confinados y que incluso han salido a pasear por la ciudad de Nazaret aunque con las también lógicas precauciones, señalaba a La Tribuna Alfonso Olmos, director de la Oficina de Información de la diócesis Sigüenza-Guadalajara, Alfonso Olmos.
El grupo que ahora se encuentra de viaje a Tierra Santa partió el pasado 6 de octubre en un viaje organizado, con idea de regresar el próximo día 17, pero, aunque en los lugares donde están ahora ninguno está cerca de la franja, no saben realmente si regresarán antes o si tal y como está la situación volverán antes de lo previsto ya que hay una guerra.
Están muy en el Norte y el conflicto es en el Sur, con lo cual, por el momento están más o menos tranquilos.
En el caso de seguir, de acuerdo a la planificación inicialmente prevista, todo parece indicar que, de seguir allí, tendrán que modificar el itinerario y no parece previsible que puedan visitar Belén, aunque si quieren acercarse a Jerusalén. "Están tranquilos y van haciendo su peregrinación con mucho cuidado, más o menos al ritmo previsto y cambiando algo el itinerario", señala por su parte el vicario general, Agustín Bugeda.
Para el próximo lunes 16 estaba prevista una próxima peregrinación, que en este caso iba a salir de la concatedral de Guadalajara con el mismo destino. En esta iba a viajar el obispo de la diócesis, Atilano Rodríguez, y el vicario general, Agustín Bugeda, pero la han suspendido.
El vicario general mantiene un contacto casi diario con los peregrinos que realizan este viaje e insiste en que le han transmitido tranquilidad, aunque si le han reconocido que todo está mucho más vacio porque "ya no van peregrinos y todo está parado, pero no están confinados", incide.
Agustín Bugeda vive con dolor esta situación de conflicto y espera que pronto pueda llegar la paz, aunque no niega que con tantos muertos como está habiendo es posible que cuando llegue la calma haya una espiral de venganza y de odio que nadie desea. "Es muy triste, una verdadera pena", concluye.