El sector agroalimentario de la provincia disfruta de un momento extraordinario. Tan sólo ocho meses después de que la Unión Europea (UE)concediera la Identidad Geográfica Protegida (IGP) al espárrago verde de Guadalajara, otro de los productos locales más preciados, el vino de Finca Río Negro de Cogolludo, acaba de ser reconocido con una nueva Denominación de Origen Protegida (DOP). Esta marca de calidad viene a certificar la excelencia de unos caldos cuya principal singularidad radica en su emplazamiento, al ser el viñedo más septentrional de Castilla-La Mancha y uno de los de mayor altitud de toda Europa, entre los 950 y 1.000 metros sobre el nivel del mar. «Nos encontramos en una ubicación muy diferente al resto de vinos que están en nuestro entorno, además tenemos un clima de montaña y un tipo de suelo muy particular denominado raña que hace que nuestros vinos adquieran un perfil muy marcado», sostiene Fernando Fuentes, gerente de Finca Río Negro.
Aparte de la situación, el clima y el tipo de suelo, la tradición vitivinícola que atesora Cogolludo, localidad que vivió del sector hasta bien entrado el siglo XX, otorga a los vinos de Finca Río Negro un plus añadido porque incorpora un tipo de uva, la tinto fragoso, que es endémica del terreno. «Se ha descubierto que esta variedad de uva, que incorporan en un pequeño porcentaje varios de nuestros vinos, únicamente existe en nuestro pueblo y eso les aportaa una identidad propia», argumenta Fernando Fuentes. Tanto es así que, en estos momentos, Finca Río Negro ultima la elaboración de un nuevo vino monovarietal basado en la mencionada variedad tinto fragoso. Todas estas particularidades, aparte de una trayectoria sólida y un sabor exquisito avalado por numerosos premios y críticas, basaron la solicitud de esta nueva DOP, cuyos trámites iniciales dieron comienzo hace casi dos años (el 4 de mayo de 2023) hasta finalizar con la resolución positiva por parte de la UEel pasado 4 de marzo. «Tardamos en iniciar el proceso porque queríamos argumentarlo bien, estar convencidos y saber muy bien quiénes éramos y dónde queríamos llegar, pero desde que presentamos el primer documento, ha sido coser y cantar», asegura Fernando Fuentes.
En esta cuestión, los responsables de Finca Río Negro destacan y agradecen el «apoyo brutal» y el acompañamiento recibido por parte la Junta de Comunidades durante todo el proceso. Precisamente, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, celebra la consecución de esta nueva DOP que, a su juicio, ratifica «la grandeza y calidad de nuestras producciones agroalimentarias, que empieza con el trabajo de agricultores y ganaderos, en este caso de los viticultores de esta zona de la provincia de Guadalajara, y sigue con el buen hacer de bodegas, cooperativas e industrias que transforman las producciones primarias en productos de grandísima calidad y atractivos para las personas que los consumen». Así las cosas, el consejero destaca que con Río Negro, Castilla-La Mancha ya suma 41 figuras de calidad en las últimas décadas entre denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, 25 de ellas en el ámbito vínico. Por otro lado, Martínez Lizán recuerda que estas figuras de calidad «nos permiten salir a los mercados locales, nacionales o internacionales con la garantía de un producto que se ha producido en unas condiciones de calidad y seguridad insuperables. Por tanto, son un elemento tractor a la hora de vender». Así también lo valora el gerente de Finca Río Negro: «Tener una denominación de origen es fundamental a nivel de prestigio, es ofrecer esa garantía de que lo que somos está certificado y reconocido a nivel internacional por la UE y es algo que contribuye a que te escuchen mucho más y a que te tengan en cuenta en los mercados internacionales y, por supuesto, también nos abre puertas en el mercado nacional».
Vista de la Finca Río Negro, ubicada en Cogolludo, e imágenes del proceso de producción de sus vinos. - Foto: Finca Río Negro / Javier Pozo«Impulso a las ventas»
En este sentido, el responsable regional de Agricultura subraya que la DOP, además de ser un elemento diferencial, «también de ser un impulso a las ventas y todo ello debe repercutir finalmente en vender a mayor precio, dado que adquiere un sello de calidad que reconoce el valor de sus producciones». Asimismo, este distintivo permite la participación en diferentes certámenes de calidad, entre otros, los que impulsa la propia Consejería a través de los Premios Gran Selección Campo y Alma.
Como no podía ser de otra manera, el presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos (APAG) y de la SATcomercializadora Coagral, Juan José Laso, también se congratula de la obtención de este marchamo ya que pone de manifiesto «la calidad de los productos que tenemos en la provincia y aporta un valor añadido». Asimismo, para Laso esta nueva denominación de origen viníca evidencia «que no todos los vinos tienen que ser Rioja o Ribera sino que se puede hacer un muy buen vino en cualquier sitio» y que es necesario «abrirse a otras opciones». «Río Negro es un vino que se ha demostrado que tiene una calidad muy alta y que, además, es muy peculiar por la ubicación y las condiciones en las que se produce», subraya. Por ello, el máximo representante de APAG espera que esta recién conseguida DOP sirva como reclamo para que surjan «nuevos productores y marcas» en la comarca que sean susceptibles de acogerse a la misma.
Vista de la Finca Río Negro, ubicada en Cogolludo, e imágenes del proceso de producción de sus vinos. - Foto: Finca Río Negro / Javier PozoVariedades
El origen de los vinos Río Negro data de 1998 cuando el empresario palentino Jose Manuel Fuentes (padre de Fernando Fuentes) adquirió esta finca de Cogolludo que estuvo dedicada antiguamente a la ganadería y el cereal. Un año después, plantaría el primer viñedo. No fue hasta 2010 cuando salió al mercado la primera añada Finca Río Negro 2007, que ya obtuvo 92 puntos en la prestigiosa Guía Peñín. Desde entonces, la producción, la gama de vinos y el posicionamiento de la marca en el mercado no ha dejado de crecer hasta lograr la ansiada DOP.
variedades. En la actualidad, los viñedos de Finca Río Negro abarcan una extensión de 44 hectáreas. En uva tinta, destaca la tempranillo, la principal y tradicional de Guadalajara, que ocupa aproximadamente la mitad de la superficie. Además, se cultiva Syrah (25%), Cabernet Sauvignon (15%) y Merlot (5%) y, su última ampliación de ocho hectáreas se destinó íntegramente a la variedad endémica de tinto fragoso. La uva blanca es gewürztraminer en su totalidad.
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Vista de la Finca Río Negro, ubicada en Cogolludo, e imágenes del proceso de producción de sus vinos. - Foto: Finca Río Negro / Javier Pozo
Vista de la Finca Río Negro, ubicada en Cogolludo, e imágenes del proceso de producción de sus vinos. - Foto: Finca Río Negro / Javier Pozo
En lo que respecta a la producción, alcanza las 170.000 botellas anuales distribuidas en cinco variedades, cuatro tintos y un blancos, a los que próximamente habrá que sumar el nuevo monovarietal tinto fragoso. «La idea es quedarnos con estas 44 hectáreas de viñedo, no crecer más y consolidarnos en torno a las 180.000-200.000 botelllas de elaboración anual», concluye Fernando Fuentes.