La decisión del Ayuntamiento de no colocar bandera o banderola de apoyo al Día del Orgullo LGTBI en la balconada no es del agrado del propio colectivo ni tampoco de la consejera de Igualdad, Sara Simón, a quien apena que desde el Consistorio se haya tomado esta decisión, y les invita a rectificar y darse cuenta del "tremendo error" que se está cometiendo porque aún hay tiempo. A su juicio, el Consistorio debería situarse del lado de los colectivos que llevan luchando años para que se reconozcan sus derechos.
A preguntas de los periodistas durante la visita, junto a la ministra de Igualdad, del Centro de Atención Integral a las Víctimas Sexuales que pronto se pondrá en marcha en la capital alcarreña, Simón anunciaba que el monumento más emblemático de la capital alcarreña, el Palacio del Infantado, que gestiona el Gobierno de Castilla-La Mancha, si lucirá durante toda la semana con la bandera del Orgullo.
"Parece que algunas cosas están cambiando en en Guadalajara y comprobamos con tristeza que desde las instituciones parece que quieren mostrarse neutrales y con esta excusa han decidido retroceder de manera pasmosa", añade la titular de Igualdad, para quien esto sucede cuando se permite que la extrema derecha entre entre las instituciones con discursos de otro tiempo.
"Parece ser que tanto en Guadalajara como en otras capitales de nuestra región, por desgracia, ahora hay que volver al armario", subraya mientras remarca que para ella la bandera LGTBI representa la defensa de los derechos de un colectivo que ha estado luchando y peleando años para que se reconociesen sus derechos mientras hay instituiciones que ahora no les quieren dar visibilidad.