Pablo Chiapella nos hace reír prácticamente desde que empezó su carrera profesional, hace 25 años. Actor todoterreno, se ha prodigado más en televisión que en cine, donde su personaje de Amador Rivas, en la serie La que se avecina, es icónico y con el que ya rueda su 16.ª temporada. Pero antes, podemos verlo en la simpática comedia familiar El casoplón, de Joaquín Mazón, donde interpreta a un padre de familia humilde, capaz de todo por sus seres queridos.
El personaje de Carlos en El casoplón es un pícaro entrañable. ¿Fue lo que le agradó de su papel?
Mi personaje ha vivido un proceso porque cuando leí el guion estaba clara la premisa principal y donde el papel de la madre, que interpreta Raquel Guerrero, tenía un arco interpretativo perfecto. Pero mi personaje estaba muy desdibujado. Eso hizo que lo hayamos tenido que construir sobre la marcha, mientras rodábamos, y ha terminado convirtiéndose en un pícaro.
Al final esa construcción nueva del personaje, ¿con quién la hizo con el guionista, Roberto Jiménez, o con el director, Joaquín Mazón?
Fundamentalmente, con el director. Después de tener el primer encuentro ya nos dimos cuenta de que a mi personaje le faltaba trabajo para descubrir qué le pasaba y por qué. Como con Mazón me entiendo bien, porque hemos trabajado antes en varios proyectos juntos, me ofreció la posibilidad de improvisar y trabajar sobre la marcha…
A pesar de que retrata la situación que vive una familia humilde no hay amargura ni envidia. A mí, personalmente, ese aspecto me gustó al ver que ese matrimonio es una pareja sana, de buena pasta.
Creo que esta comedia plantea una realidad que está a la orden del día, que hay muchas familias que no pueden irse de vacaciones en verano, aunque los dos trabajan duro y pateando calles y, sin embargo, tienen un imprevisto: se les rompe el aire acondicionado y no tienen para irse cinco días de a Benidorm. Ese cambio origina que se vayan con sus tres niños al casoplón y que disfruten de una vida de lujo.
La película aborda temas como el postureo de las influencers, la incertidumbre laboral, etc. No sé qué le llegó a usted más.
A mí me gustó la actitud de Carlos que hace todo para cumplir el sueño de su esposa y cambia de rol, no solo ayuda en la casa, sino que pasa a compartir las faenas del hogar con su mujer, cosa que no hacía en Móstoles, para dejar el casoplón perfecto, al mismo tiempo que se hace responsable, de verdad, del cuidado de sus hijos.
Los niños de esta película están muy bien. ¿Cómo consiguieron que estuvieran tan naturales?
Mazón, el director, ha hecho una cosa muy inteligente. En el casting les observó mucho y les dio los papeles a los que por su carácter se asemejaban más a los personajes que iban a interpretar.