El Congreso de Sevilla del PSOE estaba diseñado para proceder a la aclamación urbi et orbe de Pedro Sánchez. Eso era lo diseñado y previsto. Y así va a ser, pero ahora hasta el paroxismo. Aumentarán el fervor aclamatorio hasta la enésima potencia.
Esa es la desenfrenada deriva en la que cada de manera más vertiginosa están metidos. Cuanto mayores son los escándalos, mas contundentes las pruebas, más crece el número de imputados y mas directamente afectan al propio Sánchez, menos se permite, bajo peligro de decapitación inmediata, el más mínimo desacuerdo o crítica a la figura y desempeño del Caudillo. Les queda subirlo en un escudo y elevarlo hacia los cielos proclamándolo al tiempo emperador y santo. ¡Ah! Y héroe de la DANA, aunque saliera por patas tras haber dejado en el abandono y sin socorro a las víctimas. Ahora, un mes después de la catástrofe y tras dejarles tirados, porque eso es lo que hizo cuando en los primeros días cruciales no decretó la emergencia nacional y ordenó la inmediata salida del ejercito y de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado, se autoproclama Mesías Salvador y Señalador de Culpables. Y le vitorean.
En tal clima, los que han osado contradecirle habrán de andarse con cuidado y nuestro Page el primero. Lo van a tener metido en la mirilla y con el dedo en el gatillo. Vamos que lo tiene verdaderamente crudo. Pero también tiene la oportunidad de emerger como un posible futuro cuando esto, por mucha baladronada que se suelte, acabe cayendo por el propio peso. Los autos de los jueces, desde los de primera instancia hasta los del Tribunal Supremo lo están cantando y por mucho griterío de ¡bulo, bulo, mentira, mentira!, lo que habrá serán, ya las hay y puñados, pruebas y a la postre sentencias.
Sánchez llegó al poder tras una moción de censura por una frase metida con calzador y sin venir al caso, contra Rajoy pero no será por otra por la que salga. Aunque lo que mejor define el momento actual es precisamente aquel momento. ¿Quién fue quién la defendió, quién fue quien desde la tribuna del Congreso acuso de todas y las peores corrupciones a Rajoy y entono las loas y hosannas a su persona? Pues aquel que fuera, ¡qué cosas!, su mano derecha, su sostén, su segundo, su confidente y su valido, José Luis Ábalos. Ese «azote de la corrupción» que en cuanto tocó el pelo al poder se puso a esquilarle cuanta lana pudo. Pero por ahí no hay trocha ni atajo. Y mejor haría Feijoo y los membriletes de Génova en dejarse de cantinelas porque no hay nadie mas interesado que toda la parva de sus 'socios' en mantener a Pedro en Moncloa. Les da y les dará lo que le ordenen y lo que sea. Lo saben Rufián, Puigdemont, Bildu, el PNV y la peluquera de Yolanda Díaz. Es su prisionero, pero hay que mantenerlo en el palacio y vivo. Así que por ese lado es por donde el puede estar mas tranquilo aunque lo estrujen al máximo porque en realidad nada le importa ya que el chantaje , día a día, se lo pagamos todos.
El panorama por donde cada vez pinta peor y y a cada paso se añade peso a la losa es por los tribunales. Van a seguir las cantadas y va a empezar a dar olor la pista del dinero. El numero de encausados irá en aumento y a poco va a tener medio consejo de ministros en trance de banquillo. Alguno como Óscar López quizás hasta antes de haber colgado la piel del Lobato. Pero de nada de eso se va ni a mentar en el Congreso. Estará prohibido bajo pena máxima, y si a alguien se le ocurre será arrojado a las tinieblas exteriores.
Es, nadie lo duda, muy arriesgado. Habría que echarle valor y jugarse la femoral en el envite por mucha suavidad que se quiera dar a la muleta y el precio a pagar y lo que se desataría contra él sería terrible. Con eso tiene que contar, desde luego. Pero si calla, quedará retratado y disminuido para siempre. Poco crédito tendrán sus palabras luego tras haber callado ahora. Y eso también tendrá que tenerlo en cuenta. Seguro que lo tiene. Pero no me atrevo a pronosticar si la decisión será la 'Suerte y al toro' o que darse tapado en el burladero.