Durante años, Fernando Benito (Guadalajara, 1948) fue el encargado de ilustrar a través de sus carteles algunos de los acontecimientos culturales, deportivos y festivos más importantes de la ciudad. Trabajó durante 43 años como delineante en el Ayuntamiento de Guadalajara, lleva once años jubilado, por lo que participó en varios proyectos para el diseño de la ciudad, pero lo cierto es que por esta faceta de ilustrador será siempre recordado. Bajo el título 'Modernidad y Fantasía para una ciudad en transformación', el espacio Medarde situado en la planta superior del Mercado de Abastos, curiosamente, un lugar en cuya remodelación Fernando Benito participó dibujando sus planos, presenta un recorrido por la historia de la ciudad a través de sus propuestas creativas. Según el comisario de esta muestra, Fernando Toquero, tan solo está expuesto un tres por ciento de la obra producida por Fernando Benito, lo que le convierte en el artista plástico con más obra de la ciudad. Y eso que Benito dice que su «vocación es la pereza. La pereza, para mí, es un sacerdocio». Sin duda, tiene un estilo propio inconfundible y carteles míticos y representativos, como el de aquellas Ferias y Fiestas, que está expuesto, en el que representó el edificio de las Pescaderías Maragato haciéndole protagonista de la obra porque sabía que, con el tiempo, acabaría derruido. Y son muchas las curiosidades, entradas de conciertos, barajas de cartas, tarjetas de felicitación, que pueden sorprender a todo el que quiera acercarse a ver esta muestra que puede visitarse hasta el 31 de enero.
Ha sido testigo y ha plasmado grandes acontecimientos de la ciudad de Guadalajara en forma de cartelería, ¿no es verdad?
Mi profesión no es la de dibujante de carteles. He sido delineante adscrito al departamento de Vías y Obras, primero, y luego a Urbanismo. Esto surgió por una casualidad urgente. Hubo un año, a principios de los años 70, que un concejal de Cultura, Francisco Borobia, por un problema o desajuste, tuvo una urgencia porque no se había hecho el cartel de Ferias. Me dijo, «tú que dibujas bien, ¿por qué no me haces un cartel?» Recuerdo que cogí una tabla, donde estaban los albañiles del cementerio, la limpié con unas hierbas y me la subí a mi casa. Compré pintura y tenía unos acrílicos. Salió una chapuza espantosa y horrorosa pero salió el cartel. Era feísimo. Era una silueta de un toro. Fue en el año 75 y sentó precedente. Yo llevaba en el Ayuntamiento más o menos un año. Unos pocos años después, me empezaron a pedir más. Todo esto lo he hecho yo en mi casa y, generalmente, de madrugada. Soy noctívago. Como tengo la tensión baja, tengo alma de murciélago. Todo lo he hecho en mi casa porque, al final, se institucionalizó la cosa. Incluso, cuando han encargado algún cartel, lo he hecho yo, porque estaba harto de hacerlos. Como ya está todo el pescado vendido y no soy políticamente correcto, es verdad que, cada vez que encargaba el cartel fuera, salía harto de lo malos que eran los carteles que me presentaban. Sin excepción. Total, terminaba haciéndolos yo porque eran, además de malos, feos. Así, por lo menos, si mi cartel no era muy bueno, por lo menos era bonito.
¿Cómo surge la idea de hacer ahora esta exposición?
Por lo que sé, el Ayuntamiento de Guadalajara, el concejal de Cultura, me llamó por teléfono y me dijo que iba a hacer una exposición con mis carteles. Me pareció muy bien. La exposición no es mía, es sobre mí, que no es lo mismo. La exposición, la hace el Ayuntamiento, quería que decidieran, escogieran y que si me pedían algún consejo, dárselo, pero mientras tanto, calladito. Fernando Toquero es el comisario y ha contado con la colaboración de Pedro José Pradillo, que se jubilaba en octubre, y les dijo que quería colaborar por tratarse de mi obra.
¿Qué le parece la selección de carteles que se ha hecho?
Fernando Benito posa en la exposición sobre su obra como ilustrador en el Espacio Medarde del Mercado de Abastos. - Foto: Javier PozoMuy buena. Es la que yo hubiese hecho. Hay, incluso, carteles de los que yo ni me acordaba. Concretamente, algunos que estaban guardados en el Archivo Municipal. Casi todo, está adscrito ahí, pero también hay cosas de Protocolo y obras de colecciones particulares de amigos que han querido colaborar. La selección me parece extraordinaria y también el marco. Para mí, es la mejor exposición que se ha hecho en Guadalajara y estoy muy contento porque es sobre mi obra. Si no hubiese sido sobre mi obra, también sería la mejor.
¿Qué elementos pueden encontrarse en todos sus carteles?
Gente. En todos mis carteles y en todos mis dibujos siempre hay gente. No concibo el paisaje sin gente. No me sale.
En los carteles de Ferias, en muchas ocasiones aparecen peñistas y alcarreñas, ¿son para Fernando Benito los principales iconos de las fiestas de la capital?
No lo sé. Ha debido ser voluntario pero inconsciente. No he asociado a otra cosa en las Ferias. Quería reflejar algo que estaba en la calle. Por ejemplo, los toros no están en la calle. Los toros los asocio con corridas de toros. Ahí, tengo un dibujo de toreros, pero no es algo que asocio a Guadalajara. Las alcarreñas y los peñistas, sí, pero no de una manera demasiado a propósito, porque me venía bien para la composición.
¿Sabe cuántos carteles ha podido realizar a lo largo de su carrera?
Fernando Benito posa en la exposición sobre su obra como ilustrador en el Espacio Medarde del Mercado de Abastos. - Foto: Javier PozoMás de 200, sin contar con todos los que hice para el Patronato Municipal de Cultura cuando se creó. El alcalde entonces designó a Pablo Llorente como gerente, quien decidió desde el primer instante que todo lo que había que hacer, lo hiciera yo. Eso, en algún sitio estará. Hice más de cien carteles para todo tipo de eventos, musicales, teatrales. Y para el Ayuntamiento, he hecho de todo, carteles de Ferias, Carnaval, Navidad, hasta entradas para conciertos, lo que surgía.
¿Eran encargos que acometía con gusto cuando los recibía?
Sí, evidentemente. No recuerdo haber hecho algo que no me gustase. He tenido esa suerte. Ahora, no lo hecho de menos pero cuando veo los carteles que presentan hoy en día para los programas que se buzonean, no me gustan. Todo es muy malo y muy feo.
¿Cree que cualquiera que vea una ilustración suya sabe reconocer su autoría?
Me han dicho que sí. Yo soy dibujante. Esto es dibujo con pincel. Con mis acuarelas, mis acrílicos, mis anilinas. Me gusta el papel. No me he planteado jamás si un dibujo mío estaba dentro de mi plano técnico. Jamás. Hacía lo que me salía. Cuando me pidieron mi colaboración para la exposición, fui recorriendo las dependencias municipales para ver lo que había y de más de la mitad ni me acordaba.
Además de la producción que ha realizado para el Ayuntamiento de Guadalajara, en la exposición se pueden ver algunas ilustraciones que pertenecen a colecciones particulares, ¿verdad?
Hay mucha obra mía por ahí y, según me han dicho, más de la que me imagino. Por ejemplo, se pueden ver ilustraciones para novelas o para clásicos españoles que he hecho porque me han encargado algunas editoriales como para los libros de Luces de Bohemia, El Lazarillo, varias obras de Delibes. Por ejemplo, hay parte de una colección muy extensa que tiene Hercesa míos pero yo no se los he hecho a la empresa, se los he hecho al director gerente que es amigo mío, a Javier Solano. Me pedía que le hiciera dibujos para el calendario o de gran tamaño para ilustrar promociones que luego se ponían en las oficinas.
¿Sigue produciendo obra aunque ya está oficialmente jubilado?
Sí, hago lo que quiero. Son cosas pendientes que se quedan pendientes durante años. Yo siempre digo que sí y luego voy haciéndolo según me pilla.
¿Ahora mismo tiene algún proyecto entre manos?
Terminar unos dibujos de un libro de cuentos, para el que ya tengo hecha la portada y varios del interior, de Carmen Niño. Ella tiene mucha obra mía. Por aquí, hay cosas de ella. Y a parte, como todos los años, las tarjetas que yo hago a mano y personalizadas para felicitar la Navidad. Unas treinta o cuarenta tarjetas, cada una diferente, me lleva todo un mes o más.
¿Le apena que se haya perdido la tradición del envío postal de felicitaciones de Navidad?
Sí, y me da mucha pena ser el único porque no tengo vocación de Robinson. Puede que sea el único que manda una carta con un sobre y un sello… Ya no lo hace nadie.
¿Qué le parece que se esté sustituyendo la creación con pintura y pincel por el ordenador?
Me parece estupendo, lo que siento es que, ese campo, ha sido invadido por la mediocridad, cuando no por la idiotez.
¿De cuál de los trabajos que desempeñó para la sección de Urbanismo se siente más orgulloso?
Cuando entré éramos seis y cuando me jubilé, 20 personas. Yo era delineante. Me gustó mucho dibujar la plaza de toros nueva. Yo hice los planos. Como era una cosa especial, en ellos, iba un cierto toque al margen de lo técnico. En los alzados, puse gente y coches.
¿De toda la obra expuesta en el Espacio Medarde, con cuál se queda?
Con ninguno. Todo lo que sale de mi casa, ya no es cosa mía, queda a juicio de los demás, pero de mi casa no sale absolutamente nada sin mi juicio. Soy muy crítico, como hay que ser. (Y al cabo de unos minutos). Bueno, hay un cartel que me gusta mucho del año 85 que fue el primer cartel de Carnaval que hice, sobre un fondo gris y dibujé dos siluetas de máscaras venecianas. No sé por qué lo hice, pero lo hice.
¿Cuánto tiempo tarda en producir una obra?
Es un tiempo muy variable. Largo en pensarla y bocetarla para hacer la composición. Pero una vez que ya está en mi cabeza, todo seguido.
¿Le ha quedado algo por ilustrar?
No, no he tenido esa sensación.