A ritmo de verbena

Inmaculada López Martínez
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Slabon y Tetrix son dos de los grupos 'made in Guadalajara' que ambientan con su música y escenografía las verbenas de las fiestas de multitud de municipios tanto dentro como fuera de las fronteras provinciales

Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones. - Foto: Ayto de Marchamalo / Tetrix / Slabon

Nadie concibe las fiestas de un pueblo sin terminar la jornada bailando y cantando a pleno pulmón en la verbena. Detrás de esa banda sonora festiva se encuentra el trabajo sacrificado de las orquestas que recorren cientos de kilómetros cada día para brindar alegría y buen ambiente tanto a peñistas como a vecinos y visitantes. Dormir de día y vivir de noche forma parte de su rutina habitual, especialmente intensa durante la temporada estival, la más fuerte de todo el año para este tipo de formaciones.

Guadalajara es cuna de algunos conjuntos 'verbeneros' que, en la actualidad, hacen posible el disfrute nocturno en los festejos patronales de numerosas localidades tanto dentro como fuera de las fronteras provinciales. Entre ellos, destacan dos nombres por su popularidad y trayectoria: Slabon y Tetrix.

Slabon surgió hace casi 40 años a iniciativa de varios músicos guadalajareños que tocaban en otras orquestas y decidieron unirse para formar la suya propia. Es, por tanto, una de las más veteranas y referencia ineludible en el sector. De los miembros fundadores, se mantienen Manu Rodríguez (baterista y producción) y Pedro Alique (teclista y dirección musical) que, además, son los propietarios y gestores de la misma. En la actualidad, Slabon está formada por 14 profesionales entre músicos, técnicos y montadores, buena parte de los cuales tiene una estrecha vinculación con la provincia.

Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones.Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones. - Foto: Ayto de Marchamalo / Tetrix / Slabon

A lo largo de su longevo recorrido, han sido decenas los músicos que han pasado por esta formación cuya esencia original ha logrado perdurar intacta. «Más que una orquesta, diría que somos un grupo. Nunca hemos tocado pasodobles, rumbas o música pachanguera sino que nos centramos, sobre todo, en el pop-rock», comenta Manu Rodríguez. 

No obstante, Slabon ha evolucionado con el paso del tiempo incorporando en su repertorio las nuevas tendencias musicales que sigue el público más joven como el reggaetón o el techno. «Los tiempos van cambiando y hay que ser como un camaleón, te tienes que ir adaptando», señala Rodríguez. Así, a los temas siempre coreados de Fito y Fitipaldis, Estopa, Camela, Pereza, Hombres G y Mecano, entre otros, esta banda made in Guadalajara suma en sus conciertos grandes hits internacionales de artistas de la talla de Lady Gaga, David Guetta o Manuel Turizo. Todo ello sin olvidar hacer un guiño a algún éxito veraniego del momento como este año son Pedro de Rafaella Carrá o La potra salvaje de Isabel Aaiún. Y es que, a la hora de diseñar el repertorio de cada temporada, dentro de su propio estilo, el objetivo siempre es «abarcar a todos los públicos y que la gente se lo pase bien». «Nos gusta tocar los clásicos del pop y del rock que siempre gustan con otras novedades que van saliendo y que vemos que pueden funcionar. Las vamos incorporando sobre la marcha, a veces incluso cuando vamos de viaje en la furgoneta», relata el baterista de Slabon, quien destaca el buen ambiente que se vive dentro del grupo. «Somos un gran familia y eso es lo que hace que todo esto funcione», declara.

Pero, sin duda, la escenografía es el cambio más importante que tanto Slabon con la mayoría de las orquestas asiduas a las verbenas han ido mejorando y tecnificando en los últimos años. Unas luces cada vez más espectaculares junto con proyecciones de vídeos o montajes en grandes pantallas son ya parte del show que regalan en sus actuaciones, las cuales, mayoritariamente, se desarrollan sobre tráilers que cada noche se convierten en impresionantes escenarios portátiles. A ello se añade una interacción muy cercana con el público tanto en los directos como a través de su presencia en las redes sociales que utilizan en sus bolos para fotografiarse con la concurrencia e incluso para sortear camisetas del grupo.

Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones.Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones. - Foto: Ayto de Marchamalo / Tetrix / Slabon

Esta misma evolución la ha experimentado Tetrix, otro de los mejores grupos de verbenas que ha dado la provincia alcarreña. Su fundador y gerente además de vocalista, Rubén Hermoso, confirma la «profesionalización» que la formación que lidera ha vivido a lo largo de sus 12 años de historia. «El mayor crecimiento se  notó cuando adquirimos nuestro tráiler-escenario en tiempos de pandemia, que lo sacamos adelante con muchísimo esfuerzo. Siempre tenemos la ilusión de seguir mejorando aquel pequeño grupo de amigos que se fundó en 2011», afirma. 

«Toque personal»

Al igual que Slabon, Tetrix es un grupo con una identidad muy marcada que basa su repertorio en el pop y el rock nacional «pero dándole nuestro toque personal», apunta la cantante Mireia Rebollar. Además, apuestan de lleno por la música cien por cien en directo por lo que descartan en sus conciertos estilos como el reggaetón y tampoco acostumbran a interpretar los «temas efímeros» que salen cada verano porque «pasan enseguida de moda y no te has enterado». Ellos son más de La Oreja de Van Gogh, Melendi, Estopa, El Canto del Loco o de Ska-P, La Pegatina y Extremoduro cuando llega el pase más rockero. «Como hemos mamado mucho la verbena y las fiestas del pueblo desde niños, hacemos del producto de Tetrix lo que creemos que es lo que más gusta en la propia provincia habiéndolo vivido aquí», argumenta Rubén. «Tenemos muy claro cuál es nuestro punto fuerte y lo explotamos al máximo», añade, por su parte, Mireia Rebollar.

Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones.Fotos de Tetrix y Slabon en varias de sus recientes actuaciones. - Foto: Ayto de Marchamalo / Tetrix / Slabon

Los 17 componentes de Tetrix tienen claro que el éxito del grupo radica, sobre todo, «en el buen rollo y en la energía que tenemos sobre el escenario». «Si hay algo de lo que estoy muy orgullosa de nuestra orquesta es de la cercanía que tenemos con el público, la humildad la seguimos manteniendo intacta por eso creo que Tetrix tiene tanta fama en Guadalajara», sostiene Mireia. «Cuando venían las orquestas a mi pueblo, siempre valoraba la mejor como aquella que hacía que el pueblo se lo pasase mejor no por el hecho de que cantaran o tocaran con más calidad», apunta Rubén, quien presume de ser de Yélamos de Arriba. Precisamente, él también se encarga de hacer las veces de maestro de ceremonias en cada actuación para animar e interaccionar con el público. «Mi objetivo dentro de la noche es que, cuando haya pasado Tetrix, la gente al día siguiente diga: 'cómo molaba esta orquesta y cómo disfruté'». Tal es el amor que este alcarreño siente por su profesión que, aparte de ser propietario de Tetrix, recientemente se lanzó a la aventura de crear y gestionar otra orquesta con sello Guadalajara: Pacman. «Es un grupo que lleva poco tiempo y la mayoría de los conciertos los está dando por la provincia. Aunque nosotros no somos componentes, tiene igualmente la esencia de Tetrix», describe.

«Buen rollo»

Por supuesto, la magnífica relación que existe entre los miembros de Tetrix, casi todos oriundos de la provincia, es otro de los pilares que explica su exitosa carrera. «El tener buen rollo en el grupo es primordial para mí, es lo que más me gusta. Pasar tiempo juntos, disfrutar de la música juntos… Y, al final, ese buen rollo se transmite al público», corrobora la vocalista de esta formación.

Aunque las giras de ambos grupos suelen hacer parada en distintas provincias españolas, mayoritariamente suelen optar por la zona centro (Madrid, Segovia, Ávila, etc.) para evitar largos desplazamientos y «poder dormir en casa». «Lo más duro son los viajes y la falta de horas de sueño, por eso siempre que se puede volvemos a Guadalajara después de actuar», confirma Manu Rodríguez, también representante de Pacme Espetáculos.  «El concierto en sí nos gusta darlo a todos, es pasión lo que sentimos por la música. Pero los kilómetros, las furgonetas, el no dormir, al final es lo que quema una orquesta. Por eso, valoramos mucho que nuestra gente y que nuestros músicos puedan dormir en casa la mayor parte de los días para que se sientan  cómodos y descansados», ratifica, por su parte, Mireia Rebollar.

Aparte de los viajes, otro de los hándicaps que sufre esta clase de bandas es el retraso en los pagos por parte de los ayuntamientos, lo que en muchos casos impide que se pueda vivir exclusivamente de esta profesión y que sea necesario buscar otros trabajos complementarios.

Suele decirse de manera acertada que no hay nada como la tierra. Por eso, para Slabon y Tetrix siempre son «especiales» sus bolos por la geografía provincial. Y aunque es difícil escoger porque en todos los pueblos «nos acogen estupendamente», la comarca molinesa es una de las preferencias para Slabon mientras que los chicos de Tetrix mencionan Alhóndiga, Torija, Marchamalo, Tordesilos y Tórtola de Henares entre sus destinos fetiche. 

Con casi 90 contrataciones al año, Slabon afronta en verano las semanas más intensas de su gira, cuando concentra el 70 por ciento de actuaciones. Lo mismo ocurre con Tetrix, que ofrece la mayoría de sus 50 conciertos anuales entre agosto y septiembre, los meses más prolíficos en fiestas populares.

Tenemos la suerte de que sus próximas paradas van a ser en la provincia. Recalan este mismo sábado 13 de julio en Algora (Slabon) y en Torija (Tetrix). Desde luego, mucho mejor que contarlo es ir a verlo, a cantarlo y a bailarlo.