«Cuando llegó el éxito le di valor especial, no lo esperaba»

L.G.E.
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Ana Lozano colgó hace unos meses las zapatillas y ahora la fondista guadalajareña tiene un proyecto de comunicación científica para el que ha conseguido una beca. «Si no hubiese encontrado el atletismo, sería una persona diferente», reconoce

Ana Lozano fue bronce en los Juegos del Mediterráneo - Foto: Javier Pozo

Castilla-La Mancha es este 2024 Región Europea del Deporte. En La Tribuna queremos contribuir también con nuestro granito de arena a la conmemoración de este año y por eso hemos contactado con una treintena de castellanomanchegos vinculados con el deporte para que nos cuenten desde dentro cómo es su mundo y qué lecciones podemos sacar de su experiencia. A lo largo de este mes de junio podrán leer cada día los testimonios de deportistas de élite, de los que están empezando y de los que acaban de dejarlo, de quienes han sido olímpicos o paralímpicos y de quienes lo serán en solo unas semanas en París, de quienes son entrenadores, directores deportivos, guías o incluso seleccionadores.

«Cuando me llegó el éxito le di un valor especial porque no me lo esperaba»

Da gusto oír hablar a Ana Lozano y ella sabe que ha cogido facilidad de palabra por decir muchas veces que sí a la hora de dar charlas o ayudar en retransmisiones. Ahora la atleta guadalajareña ha conseguido una beca para hacer comunicación... pero científica. «Lo mío es la ecología, la biología evolutiva, la filosofía» , explica. Ha conseguido una beca de BBVA y CSIC para desarrollar un proyecto de divulgación en el que hablará de «nuestros orígenes y de la vinculación a la naturaleza». Es el bonito horizonte que se le ha abierto después de tomar la decisión, hace solo unos meses, de dejar de correr en la élite.  

«Mi vinculación con el deporte se mantiene como practicante porque no voy a dejar de hacerlo como usuario», aclara. Reconoce que llegaba el momento de parar después de muchas lesiones y problemas que se le han acumulado en su carrera deportiva. Con todo, y por como habla de su etapa de fondista, está claro que Ana Lozano la ha disfrutado. «Llegué a la élite bastante tarde», explica, «estuve once años haciendo atletismo sin tener medalla nacional, ni ser internacional». Señala que a raíz de un cambio de entrenador aprendió a confiar más en ella misma. Fue entonces cuando empezó a destacar, cuando ya tenía 23-24 años. «Me ha hecho aprender mucho a tener paciencia», incide, «cuando me llegó el éxito, le di un valor especial porque no me lo esperaba». Recuerda perfectamente cómo se sintió cuando recibió por primera vez el equipo de la selección nacional: «Parecía una niña pequeña».

Aunque el atletismo sea un deporte individual, también subraya que le ha llevado a valorar a sus rivales. «En mi carrera rápidamente me dije que quería respetar mucho a mis rivales y admirarlas», insiste, «es muy bonita esa parte de ser competitivas, querer ganar, pero respetarnos, valorarnos, generar amistades». La atleta guadalajareña concluye que el deporte y las experiencias que ha vivido le han forjado su personalidad. «Si no hubiese encontrado el atletismo, sería una persona diferente», asegura. 

Pensando en los niños que empiezan a practicar el deporte, Lozano incide en que hay que «generar ambientes muy amables, muy atractivos, donde los niños sientan que tengan un lugar, que no sientan una presión desmedida por parte de las familias también». En ese sentido destaca la responsabilidad de los entrenadores, que «tienen en sus manos la salud y el bienestar de los niños».