Resurge milagrosa y oculta la cascada de La Mentirosa

Belén Monge Ranz
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Su manantial vuelve a surcar agua suficiente como para convertir esta estampa en un espectáculo de musical y visual único, enclavado en un paraje de cuento de hadas de Castejón del Henares

Cascada La Mentirosa, en Castejón del Henares - Foto: L.T.

El pequeño y poco conocido municipio de Castejón de Henares es una escapada ideal,  perfecta para disfrutar de la naturaleza y de otros muchos atractivos que esconde el medio rural. Aproximadamente a una hora de Guadalajara por carretera, esta localidad alcarreña, situada en un barranco al sur del Parque natural del Barranco del Río Dulce, ofrece una estampa pintoresca e inesperada a la vez, un espectáculo visual digno de recordar por sus manantiales, cascadas y fuentes. 

En esta tierra del Cid, en el paraje de Los Chorrones, uno puede apreciar el sonido y la bella postal de unos manantiales que fluyen con libertad, formando en época de lluvias y deshielos cascadas y fuentes que ofrecen agua un pura y limpia, ideal tanto para beber como para cocinar. 

En este oasis de vegetación y reposo,  todavía desconocido por muchos y perfecto para pasear y relajarse, se esconde una de cascada muy especial a la que se bautizó como La Mentirosa. El caudal de esta surgencia no siempre depara en un salto de agua, lo suele hacer casi por sorpresa, engañando, y actualmente es un buen momento para disfrutar de este rincón de cuento de hadas.

¿Por qué se la denomina así? Es algo que ni los propios lugareños saben con certeza. Se baraja que se debe a que nunca se sabe a ciencia cierta si va a llevar o no agua, engañando en algunas ocasiones ya que, a pesar de las lluvias, se pasó muchos años sin echar apenas agua mientras que ahora se muestra potente y descarada ante quienes van a visitarla. 

El sonido de su salto la delata ya a cierta distancia. Sin embargo, bien podría apodarse también la Escondida teniendo en cuenta que si no se conoce el camino, no es tan fácil llegar a ella pese a la corta distancia que hay desde el pueblo. La crecida de maleza tras el abandono de la ganadería y la desaparición de los caminos la guardan y refugian de las miradas de los foráneos. 

Algo que no pasaba hace décadas, cuando en el pueblo vivía mucha más gente, había huertos en el entorno, e incluso todavía se puede divisar algún antiguo corral que durante la postguerra utilizó como escondite para hacer el orujo porque estaba prohibido por la Guardia Civil. Pero si se siguen alguna indicaciones, hay dos caminos posibles para llegar a La Mentirosa. Uno desde la parte baja del pueblo, por donde, si no ha llovido mucho, se puede incluso llegar  en coche cerca del pie de la cascada y luego subir una pendiente andando  de unos 100 metros para disfrutar de su caída. Yel otro sendero va desde la parte superior del pueblo. Un trayecto que si se localiza bien, con destreza y orientación, te lleva también a este manantial. Tan solo hay que recorrer una distancia de unos tres kilómetros. Sin embargo, no está marcado, por lo que conviene informarse bien y seguir la indicaciones. 

La Mentirosa llevaba años sin verter agua pero, tras la Filomena, no solo empezó a resurgir la cascada sino la curiosidad de muchos aficionados al senderismo por visitarla. Sus aproximadamente 20 metros de anchura que puede coger y los siete de altura son todo un espectáculo de sonidos y belleza y, a su lado, el Mentiroso, menor pero también otro  hermoso manantial de agua limpia y fría que se une a la cascada ofreciendo una postal única e inesperada.

Carlos Piña lleva como alcalde de este pueblo de apenas 70 habitantes censados 22 años y recuerda que para acceder a él, bien se puede ir por la A2, tomando el desvío primero que va a Sigüenza y, luego, en el cruce de Mandayona, el que va al pueblo, o por la N-320 y tomar la desviación hacia el pueblo. Ambas rutas ofrecen acceso directo.

Una vez que se llega a este municipio, situado en el vértice entre la Sierra, la Campiña y la Alcarria, además de agua por doquier con más de una docena de fuentes, se puede disfrutar de su iglesia de siglo XVI y de la que se conoce como la 'Casa del Cid'.  Cuenta la leyenda que, debajo de una roca situada en su patio, el Cid escondió un importante tesoro, al que se puede acceder también desde una de las cuevas que se encuentran en la falda de la montaña. Lo cierto es que este municipio alcarreño es uno de los pueblos mencionados en el Cantar del Mío Cid, según Menéndez Pidal. Por él discurre la ruta histórico-cultural y turística del 'Camino del Cid'.

Es  un buen lugar para pasar el verano por la frescura de su clima y la calidad del agua de sus fuentes. Precisamente, en uno de los recorridos que va desde el casco hasta La Mentirosa, se pueden encontrar fácilmente media decena de ellas. Sin embargo, quizá, la más popular es la de San José, situada a la salida del pueblo, donde acuden los vecinos por su excelentes propiedades para cocinar.¡Descubrelá! en tu próxima salida.