Con los jardines de la casa de Manu Leguineche como escenario y a participación de la soprano Celia Alcedo, la periodista de TVE Almudena Ariza recogía abrumada y feliz, este miércoles noche en Brihuega, el laureado galardón que recibe el nombre del reportero y escritor, el de Periodismo 'Cátedra Manu Leguineche'.
Un premio que convocado anualmente por la Diputación Provincial de Guadalajara, la Universidad de Alcalá (UAH), la Fundación General de dicha Universidad, la Asociación de la Prensa de Guadalajara y el Ayuntamiento de Brihuega, y que pretende honrar la figura del desaparecido periodista a través del reconocimiento a la trayectoria de profesionales de la información cuya trayectoria destaca por su independencia, rigor, respeto a la verdad y defensa de la libertad de información.
En un discurso valiente, feminista, solidario y reivindicativo, la periodista reflexionó sobre cómo ha vivido ella en primera persona el conflicto en Oriente Medio, cómo viven en general las mujeres periodistas el trabajo como corresponsales de guerra, y reconoció públicamente y sin reparos que han tenido que pasar muchos años para que la presencia femenina en la cobertura de estos conflictos "haya dejado de ser una rareza".
La periodista de TVE, corresponsal actualmente en Jerusalén, visiblemente emocionada, ha pedido también a la sociedad, ponerse por un instante en a piel de esos compañeros y compañeras que cubren este tipo de noticias y que están "exhaustos de dolor y muerte", pero que "aun así, no abandonan", y unirse a ellos en un aplauso por el "sacrificio" que están haciendo para que todos puedan conocer la verdad.
Un discurso cargado de mensajes en el que la reportera se ha referido también a como ha conocido zonas del planeta donde para cubrir una información ha tenido que hacese pasar por la esposa del cámara con el que trabajaba para que les dieran alojamiento en algunas zonas fronterizas o como cuando tenía que entrevistar a algún lider talibán, las preguntas las realizaba también este porque los talibanes no podían hablar o mirar a una mujer que no fuera su mujer.
Almudena Ariza recibe el Premio 'Cátedra Manu Leguineche' en Brihuega - Foto: Diputación ProvincialCree que uno de los sectores del periodismo donde se ha tardado más tiempo en aceptar y normalizar la presencia de mujeres ha sido precisamente en el periodismo de guerra. Sus años de experiencia en reporterismo de conflictos están llenos de anécdotas donde también se muestra el machismo, la desconfianza y el paternalismo protector en muchos casos, pero también se observa cada vez más como la mujer de hoy ya ha conquistado ese espacio y actualmente hay incluso más mujeres que hombres en guerras como la de Ucrania o conflictos como el de Oriente Medio, que es el que actualmente cubre concretamente en Jesusalén.
No ha querido generalizar, pero si ha reconocido en su discurso que había detectado que la mirada de las mujeres está mucho más focalizada en las historias humanas a la hora de abordar temas aprovechando para lanzar un mensaje en el que cree. "Cuantas más mujeres haya cubriendo guerras y conflictos, más inclusivo será el resultado y más se enriquecerá el valor de la narración", decía.
Tiene claro que "la compasión, la empatía, el enfoque en las vidas civiles" se ha convertido en la "gran fortaleza del periodismo de guerra" y cree que eso contribuye "enormemente" a la presencia de mujeres periodistas en estas coberturas.
No obstante, aunque, en su opinión, se ha avanzado en el terreno del igualitarismo, considera que quedan otros retos aún "gigantescos", con referencia a Oriente Medio, donde se vive una guerra en un "entorno de silencio informativo porque Israel no permite la entrada a Gaza de periodistas internacionales y además mantiene un control sobre los medios.
En esta línea, se ha referido al artículo escrito en mayo de 2002 titulado 'Nunca volveré a Israel' donde decía que nunca se había sentido tan atropellado en sus derechos como cuando estuvo allí, y su curiosidad la ha llevado a consultar con la herramienta de inteligencia artificial de Google que díría hoy este intrépido reportero.
"Estamos ante otro despropósito de la humanidad. Gaza otra vez masacrada y la gente otra vez sufriendo y por eso hay que patear el terreno y contar las historias que el mundo no quiere escuchar", esto es lo que le ha contestado esta herramienta, asegurando que eso es lo que están haciendo hoy los periodistas palestinos en Gaza, contar estas historias que muchos no quieren ver ni escuchar, habiendo convertido en objetivos de esta guerra realizando esa labor.
Para el alcalde de Brihuega, Luis Viejo, Ariza representa lo mejor de la sociedad por su "honestidad, profesionalidad y sensibilidad".
Especialmente emotivo ha sido el lauidatio de Juan Manuel Cuéllar, amigo y compañero de la periodista, sobre la que no ha reparado en elogios como su talento, valentía, claridad en sus noticias, no callar la verdad aunque sea incómoda, su curiosidad y su persistencia, entre otras muchas.
"La que quería dar la vuelta al mundo con una guitarra lo ha conseguido al final con una cámara", ha dicho por su parte el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, José Vicente Saz, refiriéndose a Ariza como una "maestra contando historias" y uno de los rostros más conocidos que informan sobre grandes crisis internacionales.
El presidente de FAPE; Miguel Ángel Noceda, encuentra en Ariza la "osadía de la reportera que se adentra en territorios peligrosos para transmitir los conflictos sin caer en el amarillismo ni los bulos".
También el presidente de la Diputación Provincial, José Luis Vega, se refirió a ella como una periodista que apuesta por el periodismo con rostro humano y que ayuda a poner cara a quienes sufren el horror de la guerra, convencido de que el reporterismo internacional sigue siendo necesario y presta un gran servicio a la hora de entender el mundo.
Cerró el acto el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Pablo Bellido, quien ha agradecido a la galardonada su compromiso con la verdad y su ejercicio valiente de la profesión.