El C.D. Guadalajara consiguió en la matinal de ayer otra nueva victoria para seguir en lo más alto de la clasificación una jornada más. Los de Pere Martí, conscientes del rival que tenían enfrente -fue el único que ganó a los morados en la ida- dieron motivos más que suficientes para saber que el cuadro melillense era, junto a los deportivistas, el equipo más en forma del grupo.
Pere Martí hizo tan solo una variación en la alineación respecto al equipo que ganó en La Palma. Fue la entrada de Miguel Cera al lateral en sustitución de Jorge Casado. Por lo demás, mismos protagonistas de un equipo que lleva pleno de victorias (2/2) en este 2025.
El partido arrancó con un Deportivo sólido, compacto y a la vez valiente, que buscaba constantemente el ataque sin olvidarse de lo que había detrás ante las llegadas del equipo melillense. Con más corazón que cabeza, los morados empezaron a llegar por medio de Manu Ramírez – el más activo de la primera parte- pero sin llegar a definir del todo bien en los últimos metros. El Deportivo, fuerte en la presión, recuperaba el balón, tocaba rápido y llegaba con peligro al área del Melilla.
En el ecuador de la primera mitad y tras el primer arreón, fue turno del cuadro visitante en llevar la iniciativa del partido y llegando con peligro, pero ahí estaba siempre el zamora del grupo y de la categoría Amador Zarco, quien detuvo en línea de gol la ocasión más clara del partido hasta el momento a un remate a bocajarro cerca de la primera media hora de juego. Después de ese susto, el Deportivo embotelló al equipo norteafricano llegando a pedir la hora del primer acto tras el carrusel de ocasiones en las botas de David Amigo o el propio Manu Ramírez. 0-0 a vestuarios.
En la segunda mitad, el Dépor tuvo el mejor escenario posible: gol al poco de iniciar el segundo acto. En el minuto 48, David Amigo enviaba un centro desde la banda derecha para que Cañizo metiera la puntera dentro del área pequeña y anotar el 1-0. Quince minutos después, llegó el gol de la sentencia y el de la jornada. Previa jugada maradoniana de Unax arrancando con el balón en el área propia, hizo el denominado box to box y en los metros finales cedió el balón a Cañizo para que el pichichi del grupo definiese a la perfección e hiciese el definitivo 2-0.
De ahí al final, el Escartín -con más de 2500 personas presentes en pleno mes de enero- se dedicó a disfrutar del momento, porque lo que está cosechando esta plantilla es algo que muy pocas veces ocurre ya no solo en el fútbol, sino en la vida misma. Un equipo nuevo completamente, con números de absoluto récord y que con mucho esfuerzo y trabajo, están en lo más alto de esta Segunda Federación. En los minutos finales, Cañizo pudo hacer el 3-0 y su hat trick personal, pero el larguero escupió su disparo.