La demanda de leche está ofreciendo un respiro al vacuno lácteo, sector que no termina de despegar y que reivindica una nueva subida de precios para mantenerse a flote. El presidente de la Asociación Frisona de Castilla-La Mancha (Africama), José María Miguel, ha manifestado a La Tribuna que el momento actual es de «estabilidad», con unos precios que oscilan entre los 0,47 y 0,50 euros por litro de leche, pero lejos de esos 0,60 que se llegaron a alcanzar en el año 2023.
Los de ahora son unos precios que, incluso, siguen estando por debajo de los costes de producción y que se traduce en que sigan cerrando explotaciones ganaderas. Las que resisten, como ha apuntado Miguel, lo hacen con la «incertidumbre» de qué sucederá en los próximos meses, cuando se registra la temporada alta en un sector que sigue reivindicando una mayor atención por parte de las administraciones para ese tan exigido cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria.
La situación, según ha indicado el presidente de Africama, «no está como hace dos o tres años, nos gustaría que estuviera un poquito mejor» pese a esa mejoría respecto a esa etapa de movilizaciones y protestas ante la «asfixia» de esta rama del sector primario. Entonces, la industria pagaba por el litro de leche entre 0,33 y 0,35 euros, como ha precisado este ganadero de la comarca talaverana.
Desde entonces, hace unos dos años, la situación ha mejorado, algo que responde en parte a «los mercados internacionales, porque sigue habiendo demanda de productos y subproductos de leche».
La «escasez» de producto es lo que hace que la leche haya recuperado ese valor económico por el que vienen clamando los ganaderos, que ven cómo el hecho de que en el resto de Europa «no sobre leche» contribuye a que el precio que se importa se mantenga en unos mínimos que, a su vez, hace que «tire para arriba o que al menos no baje» el que se da en el país.
«Si en Europa las producciones bajan, los precios suben y eso hace que los mercados no se debiliten», ha apostillado el representante de la asociación frisona en esta comunidad autónoma.
«Incertidumbre». Pese a todo, «las granjas se siguen cerrando» y los ganaderos desconocen «qué pasará a corto y medio plazo». No en vano, de esos 0,60 euros por litro que se consiguieron en 2023 se pasó al precio actual, en torno a los 50 céntimos de euro.
Los contratos, como ha precisado el presidente de Africama, se siguen cerrando en su mayoría con carácter trimestral dada la «incertidumbre» que reina en el sector, donde creen que el precio no bajará respecto al actual, en torno a esos 0,50 euros, sino que prevén que «puede que haya una ligera subida».
De hecho, pese a que en primavera, que es la temporada en la cual suele aumentar la producción láctea a nivel nacional, «siempre, históricamente, han bajado los precios, achacándolo a que hay mucha producción, este año no se ha escuchado nada».
Para el representante del sector, esos 0,50 euros «debería ser la línea roja que no se debería pasar», puesto que esta es la cuantía mínima para que haya una rentabilidad. Algo que, como ha apuntado José María Miguel, es vital para que se produzca ese relevo generacional que ahora está tan complicado por las condiciones a las que se enfrentan quienes deciden hacer de esta actividad su manera de ganarse la vida.