La conquista de la Liga de Naciones, un título para la selección española que cerró 11 años de sequía, y la clasificación a la Eurocopa 2024, con reacción contundente al batacazo de Escocia, dan forma al exitoso balance de Luis de la Fuente después de un año desde su estreno oficial como seleccionador, en el que ha tenido que encarar numerosos conflictos en complejas comparecencias.
Desde la llamada a Sergio Ramos para comunicarle que no entraba en sus planes, con posterior renuncia pública en una carta de una de las leyendas de La Roja, a la decisión de Brahim Díaz de jugar para Marruecos. Todo ello pasando por el aplauso con posterior arrepentimiento en público cuando Luis Rubiales cambió el paso, no dimitió y lanzó proclamas en una Asamblea Extraordinaria que avivó un incendio desatado por el beso del entonces presidente de la Federación a la jugadora Jenni Hermoso.
Fue el contraste entre lo deportivo y lo institucional, entre la buena gestión del talento que tan bien conocía de las categorías inferiores de la selección española y las turbulencias que acompañaron la mayoría de sus puestas en escena ante los medios de comunicación.
Ha pasado un año desde el estreno oficial del preparador de Haro , con triunfo ante Noruega con mejor resultado que fútbol en La Rosaleda en marzo de 2023 (3-0), tras una primera experiencia con buen regusto cuando la sub'21 ocupó el hueco de la absoluta en el amistoso ante Lituania por el coronavirus de Sergio Busquets.
Retomó el testigo de Luis Enrique Martínez tras el Mundial de Catar con final tan amargo para el asturiano, con la pérdida de identidad de un combinado nacional con sello que ante Marruecos olvidó la verticalidad y la llegada para acabar siendo castigada en la tanda de penaltis de octavos de final. Y extendió De la Fuente una transición de futbolistas con apuesta clara por el joven talento. Si se había dado paso anteriormente a Gavi con 17 años él incluso rebajaría, por increíble que pareciera, la edad con Lamine Yamal y Pau Cubarsí como ejemplos.
Luces y alguna sombra
12 partidos dirigidos, ocho triunfos, dos empates, uno de ellos con sabor a victoria -ya que tras el cero a cero los penaltis sonrieron en esta ocasión a España frente a Croacia proclamándose campeona de su primera Liga de Naciones-, y dos derrotas. La primera fue sonora: 2-0 en Glasgow de un equipo desdibujado que no compitió y se puso piedras en el camino a la Eurocopa 2024. La segunda, el pasado viernes, en un amistoso repleto de suplentes en Londres ante Colombia a tres meses de la gran cita europea.
El técnico ha llamado a un total de 54 futbolistas en sus convocatorias, 46 con minutos en 12 encuentros. Un once tipo definido. Una columna vertebral que nace en Unai Simón en portería hasta Álvaro Morata como delantero, pasando por Rodri Hernández al que entregó el mando del timón y una pareja de centrales nacionalizados como Aymeric Laporte y Robin Le Normand.
En esta etapa con el preparador a los mandos, la selección derrotó a Noruega en dos enfrentamientos ante el que se perfilaba rival directo por el pase a la Eurocopa de Alemania, vapuleó a Georgia en su reacción imponente tras el tropiezo en Escocia, cuando venía con la euforia de haber ganado un título 11 años después derrotando a Italia y tumbando a Croacia en la final de la Liga de Naciones.
Se divirtió ante Chipre para sellar su clasificación y ser cabeza de serie en el sorteo. Los resultados aportaron al combinado nacional la estabilidad que faltó (y sigue faltando) en la Federación en los últimos meses. Aquellos éxitos le hicieron ganarse la renovación a De la Fuente hasta el Mundial 2026.
En cuanto a comienzos históricos de seleccionadores españoles en el siglo XXI, el riojano empata en triunfos con Luis Enrique y Julen Lopetegui, aunque queda lejos de los números que logró Vicente del Bosque al frente de España, que hizo pleno de victorias en los primeros 12 encuentros disputados.