A comienzos de los años 90 nace el taller de guitarras Geronimo Mateos, con una profunda pasión por la guitarra y con la ilusión de fabricar instrumentos de alta calidad y accesibles a todo el mundo. Más de 30 años después la marca Geronimo Mateos es sinónimo de excelencia, mantiene el taller artesanal y familiar y se enorgullece de estar presente en los cinco continentes. Desde hace poco más de un año, este taller se instaló en Cabanillas del Campo.
Lleváis más de 30 años dedicados al oficio de luthiers, ¿cómo fueron los inicios?
Gerónimo: Soy totalmente autodidacta. Trabajaba dentro del sector del automóvil en empresas multinacionales, pero mi pasión desde niño era la música y los instrumentos musicales, en especial la guitarra. Cuando decidí empezar en esto, tuve que aprender absolutamente todo. Eso sí, yo tenía unos pequeños conocimientos de carpintería y ebanistería. Poco a poco fui aprendiendo el oficio echándole muchísimas horas. Durante 10 años estuve trabajando en el taller 17 horas diarias para aprender. En aquella época no había absolutamente nada, ni YouTube, ni redes sociales, solo dos libros que no decían absolutamente nada. Tuve la suerte de que, desde prácticamente un principio, tuve una cosa que es complicada de tener, que es un sonido muy bueno. Por eso no me fue muy difícil vender las primeras unidades, el tener un buen sonido me facilitó la comercialización. Busqué vender la guitarras fuera, ya que en España era muy difícil.
Podemos hablar de una segunda generación en el taller, ¿cómo fue la decisión de seguir en el taller?
Federico: He tenido la suerte de poder venir al taller desde niño, ir viendo como se hacían las guitarras y coger el interés por esta labor, Tuve mi formación universitaria, he tenido otros trabajos, pero nunca me olvidé del taller. En un momento de mi vida decidí que lo que quería era seguir los pasos de mi padre. Creo que es un trabajo muy bonito, artesanal y muy diferente a cualquier otro trabajo de los que tuve.
Tras más de 30 años, ¿ha cambiado mucho la forma de trabajar?
Federico: Si hablamos a nivel de madera y constructivo en algunos tipos de guitarras sí ha cambiado, pero no mucho. A nivel de ventas sí ha cambiado mucho debido a Internet. Ahora los clientes que tenemos son de todo el mundo y nos contactan de forma directa. Eso antiguamente era impensable, los fabricantes tenían que hacer muchas más ferias para poder vender en determinados mercados.
Gerónimo: No solo no han cambiado las técnicas, sino que en nuestro caso hemos vuelto a técnicas más antiguas todavía, ya que en el acabado de las guitarras, que durante hace tiempo hicimos un acabado industrial, hemos vuelto a un acabado que se hace a mano y con productos lo más ecológicos posible. Hoy por hoy, en este taller, no se utiliza ningún tipo de barniz industrial, utilizamos terminaciones o barnices lo más naturales posible y que no contengan ningún disolvente. De alguna forma, nos hemos puesto más ecologistas de lo que hemos sido y de lo que, en general, es este oficio. Creo que esto, hoy por hoy, nuestro cliente lo aprecia mucho.
Trasladasteis vuestro taller desde Madrid a Cabanillas del Campo hace poco más de un año, ¿cómo os va en esta nueva ubicación?
Gerónimo: Cabanillas es un lugar muy tranquilo, lo cual para nuestro trabajo creo que es muy bueno. Para mí, habernos venido a Cabanillas es un acierto en cuanto a la tranquilidad que nos da, la facilidad de movernos por aquí, que es mucho más sencillo que movernos por Madrid. Esperamos que a futuro sea una elección buena para nuestro pequeño negocio.
¿Cuál es el tiempo medio que os puede llevar hacer una guitarra?
Federico: Ahí barajamos dos tiempos. Una cosa es el tiempo que el cliente ha de esperar desde que nos hace un pedido hasta que recibe su guitarra o viene a recogerla. Ahí estamos hablando de unas 10 o 12 semanas. Luego está el tiempo efectivo de trabajo, que dependiendo de la guitarra, hablamos de unas 100 horas de trabajo. Lógicamente, hay muchos tiempos que son de espera, ya que tenemos que respetar los tiempos del barnizado, las colas…
¿Cuántas guitarras podéis hacer al año?
Federico: Venimos haciendo unas 70 o 80 guitarras al año. Son bastantes, ya que no tenemos trabajadores y todo el proceso que llevamos a cabo es manual.
¿Trabajáis bajo demanda o también tenéis stock?
Federico: Nuestro catálogo se puede ver en nuestra página web, donde están todos los tipos y modelos de guitarra que hacemos. Hoy en día, la tendencia de los clientes que vienen directamente a comprar al fabricante es porque vienen de rebote de otras marcas, han comprado algo estándar y quieren algo más personalizado, no solo en cuanto a madera sino también a medidas. Eso solo lo pueden tener en un luthier.
Gerónimo: No tenemos nada de stock. Creo que solo tenemos una guitarra y fue de un pedido que nos hizo un cliente y que, desgraciadamente ,no pudo acabar la compra con nosotros. Todo lo que hacemos es sobre pedido.
Además de hacer guitarras, ¿también las reparáis?
Federico: Exacto. Tenemos la opción de reparar instrumentos, particularmente la guitarra. Había una gran necesidad en esta zona y nos está viniendo gente de Guadalajara y municipios cercanos para reparar sus guitarras o hacer ajustes.
¿Cómo está la profesión del luthier en España?
Gerónimo: Está desapareciendo.
Federico: Me considero una nueva generación. Tengo 38 años, llevo 14 años en el taller y en este mundo veo poca gente de mi edad. Como no hay escuela de formación y cada vez hay menos talleres es difícil aprender este oficio.
En muchos sitios se están dando cursos de luthería, ¿alguna vez os lo habéis planteado?
Gerónimo: Nos lo hemos planteado muchas veces y para este año decidimos abrir un curso de luthería. Tenemos una dificultad enorme, ya que para aprender este oficio conlleva muchas horas. Planteamos un curso de más de 150 horas, con lo cual eso requiere una disponibilidad de quien quiera aprender este oficio.
España es el país de la guitarra y no hay ni una sola forma oficial de aprender este oficio. En Francia tienes una escuela oficial con Grado Medio, en Alemania es una titulación universitaria con Grado Superior, en Inglaterra hay una Escuela de Luthería Oficial, en Italia es más que un Grado Superior. En España, desgraciadamente no hay ninguna forma de aprender este oficio sino hay un luthier con experiencia que quiera enseñarte.
Federico: Es un oficio con un porcentaje altísimo de práctica. Teoría musical hay muchísima, tema de como funcionan los sonidos… Todo eso es importante, pero un curso no solo puede basarse en esas cosas, hay que basarlo en tocar la madera, las herramientas. Planteábamos un curso presencial de larga duración, donde el alumno se llevara no solo la experiencia y el conocimiento, sino también el trabajo que hubiera realizado en una guitarra.