Muchos historiadores sostienen que Alemania mejora a Brasil. Los americanos tienen cinco Mundiales (y dos subcampeonatos), sí; y añaden nueve Copas América… pero en 47 ediciones (por debajo de las 15 de Argentina y Uruguay). La 'verdeamarelha' ha jugado 988 partidos oficiales con 624 victorias (63,15 por ciento). Pero al otro lado del charco, la 'Mannschaft' le planta cara con 1.088 duelos y 582 triunfos (53,5) en un fútbol más competitivo, el europeo. Y a sus ocho finales mundialistas (cuatro títulos) añade tres trofeos, tres finales más y otras tres semifinales en las 16 Eurocopas disputadas. Un hito brutal teniendo en cuenta que no participó en las tres primeras ediciones.
El 'martillo pilón' de Alemania, no obstante, se relajó tras la conquista del último Mundial, en Brasil'14. La corriente le permitió alcanzar las 'semis' de la Euro'16, pero para sorpresa de todo el mundo se abrió un abismo delante de la generación dorada que, como España, no supo realizar una transición adecuada hace una década. Por primera vez en su historia, la infalible Alemania… falló. De repente. Y enlazó tres grandes campeonatos seguidos sin llegar a una final, lo que da la perfecta medida del porcentaje de éxito alemán en la alta competición. En el Campeonato del Mundo de Rusia'18 erró estrepitosamente en primera ronda, tres años después, en la Eurocopa de 2021, cayó en octavos (2-0 ante Inglaterra) y de nuevo en Qatar'22 (encuadrada en el grupo con España y Japón, además de Costa Rica) se quedó en primera fase.
«Alemania siempre vuelve», comentaba Mbappé antes de que empezase el torneo. España es hoy la línea que separa la crisis del regreso del histórico 'martillo' alemán.