Javier López

NUEVO SURCO

Javier López


Toledo de cine

23/10/2024

El acuerdo está ya firmado entre el Ayuntamiento de Toledo y la Junta de Comunidades: la Ciudad del Cine será una realidad en Toledo en breve. Toledo se viste de cine cada vez más, estos días con la celebración del Festival CIBRA. Se estima que en 2026 esté todo listo en lo referido a la Ciudad del Cine. Será un lugar de referencia para los profesionales que se mueven alrededor de la industria cinematográfica, será una fuente de oportunidades y una de las señas de identidad modernas de la capital regional. Será, por último, una forma de aprovechar un paraje casi abandonado en la ribera del Tajo junto a la antigua Fábrica de Armas: el parque de Polvorines, que tendrá en su pasarela colgante, ahora un poco al margen de todo, un símbolo conveniente y apropiado.
Toledo, ciudad cinematográfica donde las haya, donde se han grabado cientos de películas, documentales, series de televisión, se convertirá a partir de ese momento en un lugar donde se trabajen las nuevas técnicas, lo último en efectos especiales o la logística que lleva tras de sí una ficción, documental, película o cualquier formato asociado a lo audiovisual. El acuerdo ha sido firmado como una de las pruebas evidentes de la buena sintonía entre el ayuntamiento y la comunidad, entre Emiliano García-Page y Carlos Velázquez. Se buscaba una ciudad cercana a Madrid y, tras el rechazo de Guadalajara, que inevitablemente lo lamentará, Toledo se ha llevado el gato al agua con un proyecto que marcará el futuro. Lo que resulta increíble es como Toledo en menos de diez años incorpora a sus atractivos tradicionales  dos puntos de referencia cara al exterior: Puy de Fou para el turismo, y la Ciudad del Cine, para la industria cinematográfica. Digamos que la "puesta al día" de la ciudad está siendo espectacular en los últimos años.
Es un orgullo que una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad sea conocida por sus monumentos, pero es necesario que, además, aproveche ese caudal para crear puntos de atracción modernos, como está ocurriendo en estos años. En esa proyección moderna de Toledo está poniendo gran interés lo el alcalde Carlos Velázquez.  Si hiciéramos una encuesta sobre Toledo quizá las palabras que más aparecerían serían: Alcázar, Catedral, Greco, Corpus, mazapán, Tajo, imperial, Puerta de Bisagra, San Juan de los Reyes, Santo Tomé, Zocodover, tres culturas…Palabras clave asociadas en el imaginario mundial a Toledo, pero ahora, hilando con la modernidad, aparecerán: hospital de parapléjicos, que cumple ya cincuenta años,  Puy de Fou, que está siendo un éxito espectacular, y Ciudad del Cine, si el proyecto es terminado como es previsible. A Toledo le ha ido bien las últimas décadas de la historia de España, y de ser una ciudad con mucha historia e incierto futuro se ha convertido en un enclave de futuro prometedor con eventos de gran resonancia que ponen a la ciudad al día. Lo vimos de nuevo días atrás con la celebración de la Nocturna, eses gran invento de Rubén Lozano que cada año supera las expectativas, una carrera espectacular que aprovecha un marco de cine.
El casco histórico es la joya de la corona. El casco, bien conservado en términos generales y siempre lleno de turistas, necesita vida cotidiana, servicios adecuados para el  que decida que prefiere vivir allí antes que en Santa Teresa, Buenavista o el polígono. Las necesidades de rapidez y agilidad de la vida actual hacen más cómoda la residencia en cualquiera de los barrios modernos, pero no sería bueno que el casco se convirtiera en un museo y una pasarela comercial para turistas. Veremos los resultados del ambicioso plan anunciado por Velázquez bajo el nombre significativo de 'Toledo Emerge' y la recuperación de varios inmuebles históricos, desde los edificios de San Ildefonso, Abdón de Paz o San Juan de Dios, hasta la antigua sede de Radio Nacional de España, que podría ser un Centro de Día. 
El balance para Toledo es positivo. Si España aprovechó de forma admirable el impulso generado hace más de cuarenta años por el cambio político  que llamamos Transición, Toledo, como ciudad, lo hace ahora, momento de máxima complicación y paralización a nivel nacional. Y los mimbres son las ganas de trabajar y el acuerdo entre administraciones, gobernadas, como es el caso, por partidos políticos distintos.  Para tomar nota.