En enero, Robert Andrich no era un fijo en las alineaciones de Xabi Alonso en el Bayer Leverkusen. Eclipsado por Granit Xhaka y Exequiel Palacios, una lesión muscular del argentino abrió un hueco en el centro del campo a un hombre de 29 años que, desde entonces, ascendió como un cohete hasta llegar a la selección alemana, donde ahora es un hombre clave para Julian Nagelsmann.
Andrich es el futbolista del que casi nadie habla. El regreso de Toni Kroos para terminar su espectacular carrera cuando finalice la Eurocopa acapara todos los titulares. Sin embargo, el centrocampista de las 'aspirinas' se ha convertido en un futbolista clave para dar el equilibrio que su selección perdió hace tiempo con la ausencia de Sami Khedira.
Desde la retirada del mediocentro germano, Alemania ha desaparecido de las grandes eliminatorias. No pasó de la fase de grupos en los Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022. Y, en la pasada Eurocopa, se atascó en los octavos de final. Y una de las claves de tanto fracaso fue la pérdida de la solidez defensiva de un equipo que por fin parece haber encontrado el equilibrio con la aparición de Andrich bajo el mando de Nagelsmann.
El seleccionador, con el regreso de Kroos, necesitaba a un jugador de ese perfil: físico, con un trato correcto de la pelota y con una vocación innegociable de correr muchos kilómetros para hacer las coberturas. Y cuando el técnico accedió al cargo para sustituir a Hansi Flick, no dudó en citar al jugador del Leverkusen, que aún en el mes de octubre de 2023 vivía eclipsado en su club por la dupla que formaban por Xhaka y Palacios.
Entonces, Kroos todavía no había anunciado su regreso. Sin embargo, Naggelsmann era consciente de que necesitaba a Andrich. En su primera convocatoria, para un par de amistosos ante Estados Unidos y México, comprobó en vivo y en directo que él era su hombre.