Hoy veremos en clase las trampas del juego

L.G.E.
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En los institutos se impartirá una sesión para descubrir cómo funciona realmente el azar y qué distorsiones cognitivas nos engañan

En octubre comenzará la formación a los orientadores, que luego replicarán esta intervención en los centros - Foto: Rueda Villaverde

En los institutos de Castilla-La Mancha se va a hablar a las claras de los juegos de azar, de los procesos mentales que nos hacen tan vulnerables y de los engaños, cebos o trampas que hay detrás. Se va a hacer a través de una 'clase' de prevención que ha programado la Consejería de Hacienda, que tiene las competencias de juego. Para eso ahora en octubre se va a formar a los orientadores de los centros para que repliquen esa intervención con los alumnos. Lo está coordinando el profesor de la Complutense Juan Francisco Navas, que tiene un procedimiento «validado científicamente» para conseguir que los chicos no caigan en las redes del juego.

Navas cuenta a La Tribuna que una de las claves es hacer que entiendan «cómo funciona el azar». «Los seres humanos somos bastante malos para entender cómo funciona el azar», explica. Por ejemplo, si en un ruleta de números en rojo y negro están saliendo muchos números rojos, no implica que sea más fácil que luego salgan negros. Para eso se hacen demostraciones en el aula. «Cada evento es independiente», insiste, «el azar no tiene memoria, cada vez que se lanza hay la misma probabilidad de que salga rojo o negro».

Navas señala que hay que prevenir de una «distorsión cognitiva» que consiste en creer que uno puede controlar o predecir los resultados. En los casinos presenciales y online a veces se publican los datos de los 'números calientes' en las ruletas, los que más han salido recientemente. Igualmente «esa información no sirve para nada, no tiene ningún valor». Objetivamente no hay ni números calientes ni fríos. 

Juan Francisco Navas es el coordinador de la formación a los orientadores de este programaJuan Francisco Navas es el coordinador de la formación a los orientadores de este programaTambién buscan que los chicos sean más escépticos con informaciones que les pueden llegar y así identificar el «riesgo» que hay detrás de las promociones o de vídeos de internet de personas que dicen que han ganado mucho dinero o de rumores de tragaperras calientes en determinados locales. 

Además se hablará con los chavales de las señales que avisan de que se está perdiendo el control. También se les ofrecerá alternativas de ocio y deporte que hay en sus pueblos y barrios que son gratis y muchas veces desconocen. Y si están teniendo ya problemas con el juego, se dará información de lugares a los que se puede pedir ayuda. 

Navas cree que cuanta más sesiones de prevención se hagan mejor, pero teniendo en cuenta las posibilidades de horario en los institutos, no es fácil. Para chicos que no han apostado nunca «el efecto protector de una sesión es más duradero». Si hay alumnos que ya han empezado a apostar o se identifican riesgos de adicción, se deberán programar más intervenciones. 

¿Por qué nos atrae jugar?

Navas apunta que las tragaperras son el formato de juego más adictivoNavas apunta que las tragaperras son el formato de juego más adictivo - Foto: Ingrid FernándezDinero. Navas dice que es una de las primeras razones para empezar a apostar. Si alguien juega la lotería de Navidad porque todos sus compañeros de trabajo lo hacen y no quiere verse como el único al que no le toque el premio, aquí hay «arrepentimiento anticipado».

Incertidumbre e inmediatez. Navas indica que el juego con mayor poder adictivo son las tragaperras. Esa mezcla de incertidumbre, inmediatez y excitación «lo que hace es cortocircuitar los sistemas cerebrales». Por eso en las apuestas de deportes o póquer se van trasformando para copiar este sistema de inmediatez.

Evasión. El juego tiene la capacidad de «abstraernos» y evadirnos temporalmente de nuestros problemas. Sería como un «ansiolítico».