Cada minuto hay noticias nuevas sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. Ya sea por lo que sucede en el frente de batalla, donde parece que las tropas rusas están recuperando la región de Kursk o bien porque Donald Trump hace unas declaraciones y al rato se contradice, o porque los líderes de la Unión Europea van de un lado a otro como pollos sin cabeza a reuniones en las que concluyen que tienen que volver a reunirse para tratar de configurar una política de Defensa común.
Por lo pronto parece que el presidente Volodímir Zelenski lo tiene claro, lo mismo que su círculo de confianza: necesitan a Estados Unidos para poner fin a la guerra. De manera que están a la espera de que Donald Trump convenza a Vladimir Putin para que acepte la "tregua" pactada en Arabia Saudí entre la delegación ucraniana y la estadounidense.
De manera que las declaraciones de Zelenski no dejan lugar a dudas: dedica alabanzas a Donald Trump y repite que Ucrania necesita a Estados Unidos para poner punto final a la guerra. Y hace unos días, en una entrevista publicada en El País con Mijailo Podoliak, consejero de la Presidencia de Ucrania, este expresaba su convencimiento de que "Trump tendrá éxito donde los anteriores gobiernos de Estados Unidos fracasaron con Rusia". Blanco y en botella por mucho que está afirmación les pueda escocer a Joe Biden y sus seguidores e incluso a algunos de los líderes europeos.
Sin duda, Donald Trump es un personaje atrabiliario pero puede que Podoliak tenga razón cuando recomienda "mantener la calma" ante el estilo político del Presidente de Estados Unidos, que le gusta "llevar" la iniciativa," ser agresivo en la información y dominante".
Las declaraciones de Podoliak, lo mismo que las de su jefe, el Presidente Zelenski, son toda una lección de "real politik". Saben que, al día de hoy, la Unión Europea no tiene fuerza para garantizarles la seguridad de su país y mucho menos para enfrentarse con Rusia, y aún menos, si se produjera un enfrentamiento, para salir victoriosos puesto que Vladimir Putin posee armamento nuclear. Añádase la certidumbre de que si Estados Unidos decidiera no apoyar a la Unión Europea en un enfrentamiento bélico con Rusia, las posibilidades de victoria serían aún más escasas.
Así que mientras Zelenski y los suyos intentan tender puentes con Estados Unidos y restablecer relaciones, los líderes de la Unión Europea parecen ir en dirección contraria. Claro que el éxito de Trump depende de Putin y para el líder ruso supone un revés la tregua pactada entre Estados Unidos y Ucrania en la reunión de Arabia Saudí.
Pero la realidad es la que es por mucho que nos escueza, y tal y como afirma Podoliak puede que al final de los finales, Trump sea capaz de lograr un acuerdo entre Rusia y Ucrania para poner fin a la guerra.
Y, por más que cueste digerirlo, toda guerra suele terminar o porque un bando gana por goleada o en una mesa de negociación. De manera que cuanto antes se pongan las bases para esa "mesa" de negociación, antes acabará la sangría de muertos.
Naturalmente Ucrania tiene que formar parte de esa "mesa", otra cosa es que Estados Unidos decida hacerle un sitio a la Unión Europea.
La verdad es que me sorprenden las declaraciones agresivas y belicistas de algunos de sus líderes, como Macron. Son declaraciones instando a Ucrania a resistir, y ojalá Ucrania pudiera ganar la guerra, pero por ahora es quien pone los muertos. Sí, los ucranianos vienen demostrando un valor inigualable, pero han pagado un elevado precio en muertos, en familias desplazadas, en la destrucción de sus más importantes infraestructuras.
La guerra ha llegado a un punto en que ni Ucrania puede ganar ni Rusia se puede permitir salir con el rabo entre las piernas. De manera que, por más que nos pueda fastidiar, seguramente Zelenski tiene razón cuando mira hacía Donald Trump, versus Estados Unidos, para intentar poner fin a la guerra.
Al día de hoy la realidad es la que es y solo Estados Unidos puede lograr sentar a los contendientes alrededor de la misma mesa, y si la Unión Europea quiere tener algún papel este no puede ser otro que colaborar con Estados Unidos en ese empeño.
Eso sí, es evidente que la Unión Europea debe de tener una política de Defensa común y que ya es hora de dejar de esconderse detrás del primo de Zumosol y hacer demagogia al respecto como se hace por parte de los socios del Gobierno.
El presupuesto da de sí lo que da, y no será fácil cuadrar el círculo: invertir en Defensa sin quitar un euro a las políticas sociales. Pero quizá el Gobierno, podría empezar a ahorrar en determinadas partidas presupuestarias: asesores, al parecer el presidente Sánchez tiene más de ochocientos, gastos en propaganda, dejar de perdonar la deuda de las Comunidades que han gastado lo que no debían, etc, etc. En fin, seguro que hay muchas partidas presupuestarias por donde recortar, sin que sufran las partidas en gasto social.
Todo es ponerse, pero en serio.