En los pueblos de Castilla-La Mancha hay un problema de vivienda. En muchos casos se están abandonando las casas antiguas que están en el centro y se construyen nuevas, expandiendo más el municipio. "El núcleo del pueblo está cada día más abandonado y no es sostenible abandonar la almendra y seguir expandiendo el pueblo", explica el consejero de Fomento, Nacho Hernando. De ahí que la Junta apueste por las ayudas para rehabilitar casas en municipios de menos de 5.000 habitantes.
Para ello, el Gobierno regional ha logrado una nueva ampliación de fondos europeos para dar estas subvenciones. Y ya es la cuarta. La llegada de estos fondos adicionales, que se cifran en 15 millones, hará que en total Castilla-La Mancha sume 60 millones de euros para estas subvenciones. Se sitúa así como la comunidad autónoma que más fondos europeos va a aprovechar. Y además está a bastante distancia de la segunda, que es Cataluña, con 45 millones, y de la tercera, Castilla y León, con 22 millones. Castilla-La Mancha también es la primera en solicitudes.
El consejero ha dado estos datos esta mañana en una rueda de prensa en el Palacio de Fuensalida. Contó que este dinero se empleará para la segunda convocatoria de estas ayudas, que salió en marzo. Señaló que ya se han resuelto 400 solicitudes, pero que hay otras 700 pendientes. La media de ayuda que se está dando ronda los 40.000 euros, pero recuerda que no hay límite máximo de ayuda y que está libre de IRPF. Explicó el caso de una persona que se compró una casa en Torralba por 30.000 euros y ha conseguido 80.000 euros de ayuda para rehabilitarla.
Estas subvenciones se dan para instalar energías renovables en la vivienda, mejorar los sistemas de climatización o ventilación. El objetivo es mejorar la eficiencia energética de estas viviendas y se exige que sean anteriores a 2007. "El objetivo es descarbonizar el parque de viviendas privadas", señaló. Además se dan subvenciones tanto para viviendas unifamiliares, como para bloques de pisos o para pisos individuales.
Hernando valoró que esta línea de ayudas se ha diseñado muy bien, algo que reconoce que no siempre ocurre con lo que viene de Bruselas. "Hay otros programas que son para echarse a llorar", reconoció.