Este es el magnífico aspecto que hoy ofrece el mirador del lago de Valdeluz, que ha sido sometido a un exhaustivo lavado de cara. Los trabajos de mantenimiento y conservación que han llevado a cabo los operarios municipales han consistido en el barnizado integral de la tarima que conforma el suelo de este balcón con vistas al estanque. Además, se ha aprovechado para sustituir las maderas y ristreles que estaban deteriorados por el uso y paso del tiempo. En esta actuación también se ha incluido el pintado de los tramos de balaustradas de madera que protegen esta atalaya.

Esta estructura construida en madera de pino silvestre se inauguró en el verano de 2012 y tiene unas dimensiones de diez metros de longitud por tres y medio de ancho. Desde entonces, es uno de los puntos neurálgicos de nuestro municipio. Una zona estancial de descanso y diversión que ya está lista para recibir a los cientos de vecinos y visitantes que, sobre todo en esta época del año y coincidiendo con la llegada del buen tiempo, son asiduos de este espacio. Donde también se celebran ceremonias de boda y se utiliza de improvisado plató para la realización de reportajes fotográficos.

Aquel proyecto incluía la instalación de dos fuentes flotantes de chorro de agua a presión que simulan sendos géiseres con media docena de focos sumergibles para la iluminación nocturna y dos casetas para patos. «Es muy gratificante comprobar que, pese al rechazo inicial de algunos, hoy este espacio se ha convertido en una de las principales zonas de recreo y esparcimiento del municipio», indica Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente.