Dos meses después del encuentro celebrado en Cogolludo para unir fuerzas en defensa de la actividad económica de la Sierra Norte que ponía en riesgo la presencia y la acción del lobo ibérico en esta comarca, se ha presentado, este miércoles, el Manifiesto por la Sierra Norte que firman 62 entidades y con el que se solicita el apoyo de las instituciones regional y central para la toma de nuevas medidas que frenen la oleada de ataques sobre la ganadería y la pérdida de poder adquisitivo de los ayuntamientos por la gestión de sus cotos de caza.
Más del 90% de los ayuntamientos de la Sierra Norte, en concreto 51 consistorios, además de APAG (Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos), Atica (Asociación de Titulares de Cotos de Caza de Guadalajara) a la que pertenecen 11.800 socios cazadores, UNAC (Unión Nacional de Asociaciones de Caza), Asociación de Apicultores de Guadalajara, Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte, Club Deportivo Las Matas de las Navas, Club Deportivo Cazadores El Horcajo, además de la Diputación Provincial, PSOE, PP y Grupo Popular de la Diputación de Guadalajara, completan los 62 firmantes de un manifiesto cuyo «único fin es poder resolver, acabar con el conflicto lobo y habitante del medio rural», destacó, este miércoles, el presidente de APAG, Juan José Laso, quien añadía que «para proteger al lobo es imprescindible proteger a los que conviven con él».
En el texto presentado en la sede la APAG se exponen los motivos por los que la presencia del lobo ibérico está ocasionando daños a la economía de la comarca y, a continuación, ocho demandas para paliar esta acción de la especie protegida a la que sumaron, de viva voz, una más, «cambiar el estatus del lobo, sacarlo del LESPRE», que es el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial en el que se encuentra inscrito desde el año 2021, porque, dice Laso, «es necesario regular a ciertos individuos de lobos» que están provocando muchos daños atacando al ganado extensivo y mermando las reservas de animales de los cotos de caza de la comarca.
Hoy, los firmantes han solicitado a las administraciones central y autonómica que saquen al lobo ibérico del LESPRE por el notable incremento del número de ejemplares en esta comarca de la Sierra Norte. - Foto: Javier PozoLa cabaña ganadera de la comarca, que está compuesta por 95.000 ovejas y 6.000 vacas a las que hay que sumar la cifra de cabras, está sufriendo ataques a los animales con una frecuencia mayor, a plena luz del día y, en algún caso como hace unos días en Umbralejo, ante la presencia humana.
«Hay un incremento del número de ejemplares. Ahora, hay ataques todos los días. Estamos desesperados», declara a este periódico Fernando Moreno, presidente de la Agrupación de Ganaderos de la Sierra Norte, después de rastrear la zona de pasto de su rebaño de vacas buscando a dos terneros recién nacidos que habían desaparecido.
«Si no hay cuerpo no hay delito. Es la mayoría de los ataques. Nos los quitan por la noche y, por más que busquemos, los arrastran y se los llevan», declara Nano, quien califica las ayudas preventivas de la administración como «una guarrería» porque son insuficientes en su cuantía. «Están dando limosna y no nos apaña a ninguno. Es mejor que se den ayudas a menos personas y que vayan rotando para que nos toque a todos», mantiene este ganadero con reses en La Nava de Jadraque y Alcorlo, que también se queja del retraso en los pagos. «Muchas indemnizaciones no llegan o se rechazan injustamente», denuncia, recordando que «no solo perdemos un animal, también los recursos empleados en su crianza».
Además, este ganadero, que representa al sector en la comarca, recuerda que la alerta constante ante la posibilidad de que se produzca un ataque ocasiona estrés a los animales que se traduce en abortos, pérdida de peso de los animales y riesgo de ataques del ganado al propio ganadero.
De igual manera, desde el sector ganadero se ha puesto sobre la mesa otra cuestión que atañe a la actividad senderista y a la presencia de turistas porque se han producido altercados con algunos visitantes que han acudido con perros sueltos por el campo y se han visto sorprendidos por la presencia de mastines que tienen los ganaderos para defender a sus rebaños del lobo.
En cuanto a la actividad cinegética, «la caza se está viendo afectada por una devaluación de los cotos», asegura el presidente de Atica, Francisco Plaza, quien estima que se han visto reducidos en un 40% el volumen de corzos y venados, por los que no perciben compensaciones económicas por estas pérdidas por parte de la administración. «Cuando hay una cantidad de lobos que se puede mantener, no perjudica, como ha ocurrido hasta ahora, pero ya no podemos porque estamos perdiendo mucha cantidad y calidad de animales», declara Plaza a este periódico, convencido de la existencia de ejemplares de lobos itinerantes más allá de las manadas controladas.
Los cazadores pagan una media de mil o 1.500 euros por temporada para el mantenimiento de los cotos privados de caza. Son 800.000 euros al año de inyección económica directa para la Sierra Norte. Esto supone entre el 60 y el 70% del presupuesto de los ayuntamientos.
Los alcaldes de la zona están preocupados por los efectos que pueden tener en la despoblación.
«No nos podemos permitir perder población», asegura Francisco Javier López Lorenzo, de Galve del Sorbe; palabras que encuentran su reflejo en las declaraciones de Francisco Lorenzo de La Huerce, que estima que «todos los problemas que conlleven pegas para el desarrollo cinegético y ganadero repercute en los ayuntamientos porque una parte de nuestro presupuesto se basa en el arrendamiento de los pastos y de los cotos de caza». Tal es así que Adrián Abad, alcalde de Condemios de Abajo y ganadero, reconoce que ya ha rebajado el valor de su coto de caza de 12.000 a 8.500 euros por la falta de cazadores ante sus quejas por las restricciones de la administración por la presencia del lobo.
«No podemos permitir que una provincia con tanta riqueza cinegética, de las mejores de España, se esté destruyendo», dice Francisco Plaza, que detalla que los cazadores no pueden realizar esperas nocturnas y tienen menos días de veda de los habituales en otros lugares.
«Muchos cotos van a desaparecer», advierte el alcalde de Hiendelaencina y representante de la Sierra Norte en la Diputación Provincial. Un temor que ya se ha hecho realidad porque hace 15 días, según informa Francisco Plaza a La Tribuna de Guadalajara, se produjo la rescisión de un contrato de una asociación de un coto de la Sierra Norte adjudicado por la Junta por subasta pública.
Por su parte, Octavio Contreras, también diputado, solicita «medidas de sostenibilidad pensando en las personas más que en el animal» y «un programa conciliador de la existencia» del lobo con las actividades propias de la Sierra Norte.
Los firmantes del manifiesto han asegurado que, ahora, su intención es presentarlo ante la delegada del Gobierno en Guadalajara, Susana Cabellos, y la nueva delegada de la Junta en la provincia, Rosa María García, además de pedir audiencia para hacer lo propio con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.