El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, explicó esta semana que no tiene la capacidad de poder ayudar a los titulares privados del castillo de Almonacid de Toledo en su restauración, después del derrumbamiento de una de sus torres y admitió que esta condición limita también la posibilidad de concurrir a ayudas como las del 2 por ciento cultural. Sin embargo, la alcaldesa, Almudena González, reprocha que la propia Junta de Comunidades instó el lunes al Ayuntamiento a acotar los alrededores del monumento para proteger a los visitantes y a redactar un proyecto y una memoria para la consolidación del inmueble. «Es un bordado de Lagartera», explica la regidora para el laberinto de propietarios.
Pastor manifestó a preguntas de los medios y en respuesta a una carta abierta escrita por la alcaldesa, María Almudena González (PP), en la que afirmaba que el Gobierno regional podría centralizar la búsqueda de financiación nacional o supranacional para esta cuestión.
«Al Ayuntamiento yo le oí reclamar que era una intervención privada y que le pasa lo mismo que a la Consejería de Educación, que ni él como Ayuntamiento ni yo como Consejería podemos hacer una intervención directa. No tenemos esa capacidad de poder ayudar a privados en su restauración», aseveró sobre el Bien de Interés Cultural (BIC), declarado en 1985.
El consejero mostró su sorpresa por las palabras de la alcaldesa pero aseveró que empatiza con ella «porque la misma dificultad que tienen ellos la tenemos las demás administraciones». También aprovechó para mostrar su «desconcierto» por las críticas del PP sobre este tema, considerando que «el Partido Popular debería conocer que para obtener el 2 por ciento cultural debe ser un bien de titularidad de una administración pública».
En todo caso, aseguró que, más allá de la carta abierta de la alcaldesa, su consejería no ha recibido «ninguna comunicación por parte del Ayuntamiento reclamando esa inversión».
«Por qué el Ayuntamiento debe encabezar las actuaciones. Por qué la consejería no nos ayuda», lamenta la alcaldesa por la carestía de personal y dinero de un consistorio con menos de un millar de empadronados.
El Ayuntamiento concluyó hace cinco años que resultaba imposible identificar a todos los propietarios del castillo, que ha pasado de generación en generación por diversas familias titulares. El propio consistorio tiene una parte.
La alcaldesa afirma que sólo tiene «medio localizado» a uno de los al menos 35 propietarios; sabe el nombre, pero no su paradero. Por su parte, pide a la Junta la apertura de un expediente de dominio para que el castillo quede inscrito en el Registro de la Propiedad.