El próximo martes 5 de septiembre a las 18:30 se inaugura en el Centro San José (Guadalajara) la exposición de fotografía "Los Hijos del Ciervo" del alicantino José Luis Carrillo.

Los Hijos del Ciervo es un trabajo de fotografía documental que fue realizado en el Alto Tajo, en la zona norte de la provincia de Guadalajara, entre los años 2015 y 2020. Ese mismo año se exhibe por primera vez en el prestigioso festival Encontros Da Imagen (Braga, Portugal) y a partir de ahí comienza un largo periplo de exposiciones y publicaciones que le lleva finalmente a producir el libro con la editorial catalana Lumínic en el año 2022 y gracias a una beca concedida por la Universidad de Cádiz.

Su autor fue a la región del Alto Tajo en 2015 atraído en primer lugar por la idea de retratar la despoblación, pero rápidamente quedó atrapado por la naturaleza exuberante de la zona y por el notorio pasado celta de la misma. Estos dos elementos hicieron que José Luis Carrillo decidiera cambiar radicalmente el tema de su trabajo y se centrara en estos otros dos aspectos de la región. El autor residió durante largos períodos en la zona, principalmente durante las estaciones de otoño e invierno por ofrecerle las mejores condiciones para la historia que quería contar. Entre los municipios donde estuvo residiendo principalmente destacan Checa, Armallones, Alustante y Corduente, aunque hubo muchos más. También pasó mucho tiempo viviendo en los bosques, al vivac, en cuevas o en refugios, siempre que las condiciones meteorológicas se lo permitían. "Este proyecto supuso un auténtico reto para mí, no solo en lo fotográfico, también en lo personal. Tuve que superar muchas cosas para poder realizarlo: vivir en el bosque, solo y aislado fue una de ellas, pero quizás la más difícil" aseguraba José Luis Carrillo

"En este trabajo abordo la especial relación que los sujetos de la región tienen con la naturaleza, fruto en parte de su pasado celta y de las condiciones especiales que se generan en un territorio despoblado, donde el ser humano está en franca minoría frente a una naturaleza claramente hegemónica" señala el autor. "Es un trabajo antropológico, de corte simbólico, que pretende poner de relieve una cosmovisión que está en vía de extinción pero que todavía se puede palpar en esta región, que es esa cosmovisión que trajeron los celtas donde el ser humano es un elemento más de la naturaleza y donde los verdaderos dioses se encuentran en ella. Así lo viví, así lo sentí y así traté de expresarlo."

En 2022 la editorial catalana Lumínic publicó el libro de este trabajo en colaboración con la Universidad de Cádiz, realizando una tirada de 750 ejemplares. El libro trata de llevar a la expresión más poética este trabajo documental, donde destacan los materiales orgánicos para su fabricación y que ayudan a entrar en la experiencia matérica, casi sensorial, que tiene el trabajo fotográfico. El texto que acompaña al libro sintetiza muy bien la visión con que el autor retrata esta región:

En el Valle del Alto Tajo, uno de los territorios más despoblados de Europa, dominado por la naturaleza salvaje, pude sentir el viaje milenario que el ser humano hizo desde la oscuridad de los tiempos hasta nuestros días.

 Allí, ocultos entre las nieblas, encontré a los últimos descendientes de Cerunnos, el dios astado, venerado por los celtas en esta región durante más de mil años.

 Herederos de una cosmogonía a punto de extinguirse, ellos son los últimos celtíberos de la meseta española y este es su valle sagrado.

El libro se presentará para concluir la exposición, el próximo viernes 6 de octubre, donde participará el propio autor así como algunos invitados especiales.