Tras el 'tibiazo' de Mánchester, Mbappé anotaba su décimo gol en 2025. Superaba así a Retegui (Atalanta), que el pasado sábado destrozaba al Hellas Verona con cuatro tantos (0-5 final). Sirven sus cifras para ponerlo todo el contexto: son los dos máximos anotadores del año en las grandes Ligas… por debajo de Ousmane Dembélé, que ya acumula 15 con el PSG después de marcar el último martes un nuevo doblete: son ya 10 tantos en los últimos cinco duelos. Un registro descomunal.
Más contexto y algo de 'nostalgia'. En agosto de 2018, en una operación incomprensible desde el punto de vista financiero, el Barça gastaba 135 millones de euros en ese prometedor muchacho del Borussia Dortmund que Transfermarkt, en aquel momento, tenía tasado en apenas 33 millones. Lo que la directiva de Josep María Bartomeu vendió como «un fichaje de futuro» en plena hemorragia tras la salida de Neymar jamás cristalizó. Malos hábitos, vida disoluta, cierta indisciplina, un carácter indolente que no ayudaba…
Sus seis temporadas en Barcelona son más recordadas por las ausencias que por las presencias: sufrió 14 percances de diversa consideración y se perdió 124 partidos. Las lesiones musculares (sobre todo en el muslo derecho) fueron su particular via crucis… y la presión de la cifra que marcaba su fichaje no ayudó: Dembélé fue un 'bulto sospechoso' durante mucho tiempo. Con Xavi Hernández, en las dos últimas campañas en azulgrana, dio un pequeño salto hacia adelante. «He madurado», decía en una entrevista en diciembre de 2022. Junto al técnico catalán disputó 66 choques, en los que marcó 10 dianas y dio 22 asistencias. Xavi abogó por su continuidad, pero en agosto de 2023 el Barça afrontaba una situación económica ruinosa y aceptó la oferta de 50 millones que le planteó el Paris Saint-Germain.
Dejó atrás su etapa en el cuadro culé con apenas 185 partidos disputados, 40 goles, 41 asistencias y la sensación de que su enorme potencial se diluía en ese carácter anárquico, solitario, brillante e irregular que los 'versos sueltos' del fútbol siempre han lucido.
El 'efecto Lucho'
Luis Enrique ha rescatado al 'Mosquito'. La sombra de Kylian Mbappé era demasiado alargada y oscura (algo inevitable), e impedía que otros como Barcola o el propio Dembélé brillasen en todo su esplendor. Con su salida hacia el Real Madrid, el técnico asturiano pidió a ambos que diesen un paso al frente. Que liderasen el ataque de un equipo mucho más coral.
Poco a poco, entrenador y estrella han superado sus diferencias. En septiembre de 2024 el español le apartó del conjunto por motivos disciplinarios y en diciembre del mismo año, tras haber hecho las paces, volvieron a chocar dialécticamente («Luis Enrique no es ni mi padre ni mi hermano», argumentó el jugador sobre los consejos que le había dado el entrenador tras ser expulsado en Champions ante el Bayern). Las aguas se han calmado y ambos han aprendido mutuamente a coexistir y exprimir lo mejor que tiene el otro.
El PSG, que el pasado martes dejaba su eliminatoria vista para sentencia en Brest (0-3), tiene más de media Ligue 1 en el bolsillo: 16 victorias y cinco empates en 21 partidos, 10 puntos de ventaja sobre el Marsella, siendo el bloque más realizador (58) y el menos goleado (20). Y sus sufrimientos en la primera fase de la Liga de Campeones (fue 15º) tuvieron más que ver con la inadaptación de ciertos 'grandes' al nuevo formato que al juego del equipo. De una forma natural, 'Lucho' ha creado un ecosistema perfecto para que Dembélé brille: el pasado curso, aún con Mbappé copando el ataque, disputó 42 partidos para seis dianas y 12 asistencias. Y en esta 23/24, ya ha jugado 28 encuentros, disparándose hasta los 23 tantos más seis pases de gol. Es el máximo anotador de la Ligue 1 (16 en 19 choques) por delante de Greenwood (13 con el Marsella) y Jonathan David (12 con el Lille), y con el título local prácticamente en el bolsillo, apunta a su deseada Copa de Europa: es también el artillero más prolífico del equipo (seis, por encima de Barcola y Ramos, ambos con dos) y ha recuperado esa versión del encarador eléctrico (40 regates en siete partidos europeos) que, entre lesión y lesión, amagaba con colarse entre los mejores del mundo. En 2025 lo ha logrado.