La coordinadora autonómica de Ciudadanos de Castilla-La Mancha, Carmen Picazo, ha avanzado las líneas principales de la ley 'antiokupación' que su formación llevará mañana al pleno de las Cortes, con la que tratará así de corregir la que ha llamado «mala decisión» de la Junta, que «hace un año trasladó una ley similar directamente al Gobierno y no al Congreso».
«Fue un brindis al sol de García-Page, que sabía perfectamente que enviarle una ley 'antiokupas' a su jefe Sánchez era como tirar esa ley a la basura» ha dicho este martes durante una visita a la localidad de Yuncos, en Toledo, uno de los municipios más afectados por la ocupación ilegal de viviendas.
A su juicio, solo cabe «la contundencia para tratar de erradicar este ataque frontal a la propiedad privada, a la seguridad y a la convivencia», pues sin seguridad no hay libertad».
La dirigente 'naranja' ha expresado su solidaridad con las familias perjudicadas, ha recordado los casos que se acumulan en localidades como Horche, Bolaños de Calatrava, Almagro o Illescas, y ha indicado que Castilla-La Mancha «es la sexta comunidad con mayor número de denuncias por ocupación ilegal». «La propiedad privada es sagrada. Y el Gobierno tiene la obligación de proteger ese derecho. Y no lo está haciendo», ha subrayado. Es por eso que Picazo ha denunciado la «pasividad» de García-Page, que «se sacó de la manga esta ley solamente para tener un titular en la prensa, no para resolver el problema». A este respecto ha defendido que «Ciudadanos sí quiere atajar este drama que afecta a miles de familias en Castilla-La Mancha», explicando que al elevar la ley al Congreso se activarán unos plazos que obligarán al Gobierno a tomar una decisión «en lugar de tener la ley guardada indefinidamente en un cajón».
La modificación legislativa que los liberales tratarán de promover incluye medidas como el desalojo exprés, el endurecimiento de penas y la lucha contra las mafias, entre otras, queriendo dejar claro que las víctimas de la 'okupación' son, fundamentalmente, «familias trabajadoras que ven cómo hay mafias que les roban sus casas y que ven con impotencia que, en muchos casos, la ley no protege sus derechos».