El 'caso Negreira' vivió ayer un nuevo capítulo. Así, Anticorrupción respaldó la petición de La Liga en el marco del 'caso Soule' y pidió la imputación del que fuera presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) hasta 2019 Victoriano Sánchez Arminio, que fue jefe del hombre que ha puesto en jaque al balompié español. Yes que el ente dirigido por Javier Tebas pidió a la Audiencia Nacional que se le investigara por el presunto desvío de ocho millones de euros que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) debía destinar a los colegiados.
En el escrito se recoge que LaLiga interpuso recurso frente a un auto del pasado 23 de enero que denegaba determinadas diligencias con el objeto de esclarecer los motivos y circunstancias que llevaron a que entre 2009 y 2017 se destinaran parte de los fondos aportados por este organismo a la RFEF a fines distintos de los previstos en los convenios de coordinación suscritos.
El juez indicaba que si bien no eran pesquisas sorpresivas, sí eran «irregulares» dada la fase procesal en que se solicitaba, casi finalizada la instrucción. La Liga quería citar a declarar como investigados tanto a Sánchez Arminio como a Ángel María Villar -ya imputado- y Raúl Massó, quien es en la actualidad coordinador de partidos en la Federación.
Mientras, Manos Limpias solicitó a la FIFA, en concreto a su Comisión de Ética, que abra un expediente al Barcelona y que se persone en las diligencias de investigación de la Fiscalía Anticorrupción.
El secretario general del sindicato, Miguel Bernad, formuló denuncia a los presidentes de la entidad azulgrana Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu por ser los mandatarios en el cargo en el período 2001-2018, en el que Negreira habría trabajado con el club blaugrana.
Sobre estos presuntos informes, un periódico nacional publicó una conversación entre el hijo de Enríquez Negreira, Javier Enríquez, y un árbitro anónimo hace unas temporadas, con la Liga al rojo vivo, jugándose el equipo catalán el campeonato doméstico en el Camp Nou ante un conjunto del norte de España. Si ganaba dejaba casi sentenciado el título; si perdía, la clasificación se apretaba.
Tres horas antes del encuentro, y siguiendo su 'modus operandi' ya realizado anteriormente, Javier Enríquez, 'coach' de los colegiados, llamó al trencilla principal, pidiéndole que estuviera tranquilo, que le recogería en el hotel, le llevaría al estadio, que hacía tiempo que no se veían. Ya en el coche, llegó la persuasión: «Ya sabéis, aquí tranquilos. El Barcelona se juega mucho en este partido y no os puede temblar el pulso. Vosotros vais sobrados. Sabéis perfectamente lo que tenéis que hacer».
Por otra parte, el exfutbolista Karl-Heinz Rummenigge, miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA, aseguró que no le sorprendió la noticia del pago por parte del Barça al vicepresidente de los árbitros José María Enríquez Negreira, ya que cada vez que jugaba en España con el Bayern y el Inter «tenía una sensación extraña». « Son cosas inaceptables que no solo afectan al torneo nacional», señaló en el Corriere dello Sport.