La Diputación Provincial de Toledo ha incluido el castillo de Almonacid de Toledo en la exitosa propuesta cultural y turística '12 meses, 12 castillos, 12 experiencias únicas', en 2025. Pero la convocatoria quedará lastrada por el derrumbe de una torre barbacana de este Bien de Interés Cultural. Las abundantes lluvias han desbaratado hoy parte de esta fortaleza de origen musulmán, como comprueban fácilmente los conductores de la autovía de los Viñedos que viajan en dirección a Toledo.
Así lo ha confirmado hoy a este diario la alcaldesa, Almudena González. Un vecino que vive muy cerca del castillo advirtió durante la madrugada que la silueta de la fortaleza había cambiado. Para mal. Una de las torres había cedido completamente en una noche lluviosa.
La propia alcaldesa ha subido hoy al castillo para comprobar el derrumbe localizado en un castillo con más de 30 propietarios, entre ellos el propio ayuntamiento. El laberinto de la titularidad ha impedido cualquier intervención preventiva en los últimos años. De hecho, el Consistorio inició en 2019 un expediente de ruina que incluía la verificación de los titulares de la fortaleza, una labor ímproba por la ramificación de los herederos. Parte son conocidos; parte no. "No ha habido ningún movimiento desde 2021", detalló la alcaldesa. El Ayuntamiento envió entonces a la Junta una relación de los propietarios.
Se derrumba una torre del castillo de Almonacid de ToledoPor ello, González hace un llamamiento a las administraciones públicas para tomar posesión del castillo y emprender una actuación que consolide el edificio.
El castillo de Almonacid de Toledo data del año 848 (siglo IX). Ya en el siglo XI pasó a manos del rey Alfonso VI como parte de la dote de su esposa Zaida. El soberano lo donó a la Catedral de Toledo; fue reformado en el siglo XIV por el arzobispo Don Pedro Tenorio. En tiempos de Juan I de Castilla, sirvió de prisión durante 8 años al infante Alfonso. Durante la guerra de la Independencia, en sus cercanías se desencadenó la gran batalla de Almonacid entre las tropas del general español Venegas y las francesas. Los galos tomaron el castillo y lo destruyeron en parte en su retirada.
Según destaca la Diputación, se conserva del castillo su primitiva defensa, rodeado completamente por un foso, estrecho y hoy ya poco profundo, pero apreciable en todo su perímetro. Asimismo, posee una muralla exterior, un recinto interior y un torreón central.