Está ligado a la cultura popular y al folclore de la provincia desde que inició su carrera musical. Manuel Fuentes (Albalate de Zorita, 1960) se crió en un ambiente familiar musical y ha hecho de la música su vida, hasta tal punto, que no lo considera un trabajo. Mantiene su relación con algunas escuelas o rondas de la provincia, donde llegó a trabajar para más de 25 pueblos, es la cabeza visible de la Academia Elite y responsable del grupo folk Arrabal. Pero en estos días, además, tiene la responsabilidad de dirigir a la orquesta Unidos por la Paz que, como los últimos 29 años, actuará por una causa benéfica el próximo 21 de diciembre en Guadalajara, cita para la que todavía quedan localidades disponibles en el Teatro Auditorio Buero Vallejo.
¿Cómo nació su vocación musical?
Empecé en Albalate de Zorita. En esa época, mi hermano me enseñó a tocar la guitarra porque él aprendió de manera autodidacta. Con ocho años, empecé a tocar y se me ha dado bien. Mis padres nos cantaban, mi padre era compositor. En mi casa, se respiraba la música. Mis aptitudes musicales, porque tenía buen oído, me llevaron a aprender a tocar la guitarra, la bandurria y el laúd de manera casi autodidacta. Fuimos a tocar unos mayos a Almoguera y el alcalde, Enrique Canales, nos pidió que montáramos una rondalla. En aquel momento, no me dedicaba a la música. Tenía 18 años y seguía estudiando y trabajaba en una empresa de construcción como administrativo. En Almoguera, nada más llegar, tenía 70 alumnos. A mí, me encantaba. ¿Por qué no iba a hacer de esto mi vida? Empecé a estudiar piano en Madrid. Y al cabo de unos años, cambié e hice las pruebas de acceso al conservatorio de Cuenca para estudiar guitarra. En aquel momento, a parte de Almoguera, también daba clases en los pueblos de alrededor, Driebes, Mazuecos, Albares, Leganiel que es de Cuenca, y pude entrar porque trabajaba allí y el conservatorio pertenecía a la Diputación de Cuenca. Hice las pruebas de acceso y pude entrar en tercero porque ya había hecho las pruebas de acceso. Terminé la carrera musical con bastante sacrificio porque ya tenía trabajo, familia y estudios. Terminé en Madrid de nuevo. Seguí trabajando pero ya formado.
¿Cuánto tiempo estuvo trabajando en grupos como rondallas y grupos de folclore en la provincia?
En esa época, desde 1985 y en los años 90, la Diputación Provincial apoyó mucho las tradiciones de Guadalajara. Se formaron muchos grupos musicales. Casi cada pueblo tenía su rondalla o su grupo de bailes, de coros y danzas. Gracias a eso empecé a trabajar en muchas localidades. He trabajado en más de 25 pueblos de la provincia de Guadalajara, alguno de Madrid y Leganiel.
Manuel Fuentes es músico, compositor y profesor. - Foto: Javier Pozo¿Cree que se han perdido definitivamente las rondallas o las rondas de los pueblos?
Sí, se mantiene alguna pero estilo rondas. Lo es rondallas que había cantidad de niños, se ha perdido. Y también los grupos de baile. Así conocí a mi mujer. Ella es profesora de bailes regionales e hicimos un tándem maravilloso. Yo me ocupaba de la parte musical y ella de la folclórica. Tuvimos una trayectoria fabulosa. Con todos los grupos que tuve, grabé un disco que recoge todo el legado del pueblo, los mayos, las seguidillas, las jotas. Alguno, como Aranzueque, tiene dos discos. Desde hace 25 años, me he establecido en Guadalajara pero sigo llevando algunos pueblos, ya pocos.
¿Cómo hacía cuando llegaba a un pueblo para recoger toda su tradición oral?
Reunía a la gente mayor del pueblo y les pedía que me cantaran todo lo que supieran que era de la localidad. Lo grababa y era lo que les enseñaba a los alumnos. El objetivo era que no se perdiera lo que había. Había pueblos, como Pioz, donde no se recordaba nada y rescatamos los mayos, las seguidillas, rondas, que se grabaron en un CD y ahí quedó. He trabajado en muchos sitios y tengo un recuerdo precioso de ellos. Nunca he visto la música como un trabajo. Es mi vocación desde muy joven. Cuando tenía 14 años, yo soñaba con ser profesor de música. Tuve también la oportunidad de hacer música en el colegio de Adoratrices. Esa época fue bonita.
Ahora mismo, ¿cuál es su actividad musical, de qué grupos se ocupa?
Soy muy sentimental. Mantengo la escuela de Albalate de Zorita porque es mi pueblo, la de Driebes porque fue un punto importante, Almonacid de Zorita donde llevo más de diez años. Centré mi trayectoria en Guadalajara, donde llevamos casi 25 años, con la Academia Elite. Ahora, mantenemos los tres centros. El primer centro que tuvimos está dedicado a la psicología y la segunda a la musicoterapia con actividades para niños con discapacidad. Mi mujer y mis dos hijas están conmigo, una es psicóloga y la otra es musicoterapéutica. También mantengo el grupo de folk Arrabal, que lo he tenido que dar una vuelta, es un grupo folk sinfónico.
Manuel Fuentes es músico, compositor y profesor. - Foto: Javier Pozo¿Ha cambiado mucho la demanda de enseñanza musical?
Sí, ha ido cambiando. Te tienes que adaptar a las nuevas circunstancias. Hubo una época que se apoyó mucho en las instituciones, en la Diputación y la Junta de Comunidades, y había mucha música tradicional. Pero, ahora, los niños han cambiado. El folclore lo ven de otra manera. Hay que intentar buscar las formas para que la gente no pierda sus tradiciones. En la academia, tuvimos la suerte de coger un programa de estimulación musical, Música Educa, porque es exclusivo. Es un programa fantástico para empezar con la estimulación desde los diez meses. Interactúan con la música, se mueven, y eso hace que sigan y que con dos o tres años tengan un oído musical fantástico.
¿La introducción en el aprendizaje musical es hoy más temprano?
Sí, cómo vienen tan pronto, desde que tienen meses, tenemos una buena cantera. Con cinco años, empiezan con instrumento. Pueden elegir entre piano, guitarra, percusión o violín. Aprenden lenguaje musical a través de un instrumento, a la vez, así es más fácil para ellos.
¿Qué beneficios tiene la música?
Para los niños, fortalece toda la parte cognitiva. Para los mayores, es una terapia fantástica. Para mí, no es un trabajo, la música es una terapia recomendable para todo el mundo. Desde pequeños hasta mayores. Fíjate, mi suegra tiene Alzheimer y no conoce a nadie, no se reconoce ni a sí misma, pero a mí sí que me conoce porque cuando estoy con ella canto y recuerda las canciones de siempre porque esa parte de su memoria continúa activa. Tengo un alumno de cien años que está mejor que yo y toca la guitarra.
El próximo 21 de diciembre, volverá a estar al frente de la dirección de la Orquesta Unidos por la Paz, ¿cómo nace ese proyecto?
Antes, teníamos muchos grupos y empezamos a hacer festivales. Hace 29 años, hice el primer concierto y el resultado fue fantástico. Quisimos hacerlo benéfico para hacer una labor social. Nos gustaba mucho la Fundación Vicente Ferrer y decidimos apadrinar niños con los fondos recaudados. Y así seguimos hasta el día de hoy. Ahora, ampliamos y decidimos ayudar a más ONG. Hemos ayudado a Accem, Cruz Roja, AECC, Nipace. Muchísimas. Este año, vamos a ayudar a la Asociación Asíncopa que está integrada por familias que acuden a musicoterapia. Estas familias necesitan que se les ayude para que la terapia les cueste menos. La asociación concede becas para reducir los costes de las terapias y también a los niños que por falta de recursos no pueden continuar con sus estudios musicales. Ahora mismo, están atendiendo a más de 60 niños directos. Con este concierto y con otro que hacemos en primavera, nutrimos a la asociación y ella se lo administra a estos niños.
¿Por cuántos músicos está integrada la orquesta actual?
La orquesta actual está formada por músicos de la Academia Elite, profesores y alumnos, de todas las especialidades, canto, violín, guitarra, piano, percusión, batería. Y algún alumno antiguo sigue viniendo al concierto. Normalmente, ensayamos un día a la semana, pero ya hemos empezado a ensayar dos días. Queremos sorprender con alguna cosa nueva. Tenemos hasta un profesor de interpretación. Está muy formado para que, cada vez, el espectáculo sea bonito y la gente se vaya feliz.
Por su experiencia, Guadalajara, ¿es una ciudad solidaria?
Con nosotros siempre se ha volcado. Empezamos hace 20 años a actuar en el Teatro Auditorio Buero Vallejo, porque anteriormente actuábamos en el colegio San José y en alguna iglesia grande. Siempre se han llenado las mil butacas. Estoy agradecido a Guadalajara, en general, a toda la provincia. 'Unidos por la Paz' es un concierto muy esperado porque es la entrada a la Navidad. Es una responsabilidad tremenda. La orquesta de 'Unidos por la Paz', cada vez, es más numerosa.
¿Cuántas personas integran la orquesta de 'Unidos por la Paz'?
Somos más de 120 músicos, con los músicos, llegaremos a 160 personas. Además, hacemos colaboraciones con los colegios. Este año, va a participar el colegio Ocejón de Guadalajara. Se agregan al coro para participar en tres temas. Son niños de cuarto de Primaria, diez años, y es muy emotivo.
¿Cuál es el tema más emotivo del concierto?
Hay una que siempre tocamos. Es el lema del concierto. La compuse cuando empezó el concierto hace 29 años y se llama Unidos por la Paz. Este año, se ha reforzado mucho y se ha renovado. Pero también habrá temas tradicionales como 'Los campanilleros' y muchas composiciones de todo tipo, también en inglés. Vamos a tener la visita del compositor José Antonio Simarro que se unirá a algún tema y alguna sorpresa más que no puedo desvelar. Es un concierto navideño, para vivir en familia, y para el que todavía quedan entradas disponibles.