Experimentar en carne propia siempre permite transmitir con mayor cercanía una experiencia. Con esta premisa como punto de partida, la ONCE ha invitado a los medios de comunicación a conocer las barreras a las que se enfrentan las personas invidentes en su día a día con un pequeño recorrido por la calle con su sede como punto de partida y de regreso.
Pertrechados con bastón de guía y antifaz, los técnicos de Rehabilitación de la ONCE han dado unas nociones básicas a aquellos que nos hemos querido poner en la piel de una persona con discapacidad visual. Situar los dedos índice y pulgar de la mano de referencia en el mango del bastón para sujetarlo con firmeza, situar la mano a la altura del ombligo y mover la muñeca abriendo un arco de distancia que comprende la embargadura de los hombros más cinco centímetros más a los lados, son algunas de las principales indicaciones recibidas para dar los primeros pasos.
A partir de ahí, la experiencia se desarrolla con inseguridad, al menos por parte de la que escribe, cada vez que se avanza con los pies. Hay muchos obstáculos para aquellos que no ven, pasos para peatones no alineados, falta de botonadura en algunas aceras, bolardos, coches que invaden las aceras durante el estacionamiento, cartelería y mesas con sillas en las terrazas, falta de referencias en lugares abiertos como plazas y parques. En un corto recorrido, desde la calle Alvarfáñez de Minaya, avenida del Ejército, rodeando el Palacio del Infantado por la Plaza de España, calles Miguel Fluiters y San Juan de Dios, para terminar en la Plaza de Dávalos, es posible conocer algunos de los impedimentos y, también, de las estrategias, donde los sentidos del gusto y el olfato son importantes, que utilizan las personas invidentes para manejarse en sus desplazamientos por la ciudad.
Imágenes del recorrido por la calle Alvarfáñez de Minaya. - Foto: B. Palancar RuizEsta experiencia se enmarca dentro de las actividades programadas dentro de la XXXIII Semana de la ONCE, con la que este grupo social pretende concienciar a la ciudadanía, y en este caso a los medios de comunicación, bajo el lema 'Iguales para hoy, para mañana'.
Urbanismo
Además de dos redactoras, el recorrido también lo han realizado dos concejales del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Guadalajara, Ignacio de la Iglesia y Gema Mínguez.
Imágenes del recorrido por la calle Alvarfáñez de Minaya. - Foto: B. Palancar Ruiz"Como ciudadana, veo que hay muchos obstáculos impredecibles, la ayuda del sonido es muy importante. En mi caso, al conocer Guadalajara, tengo una idea del espacio y sé ubicarme, pero para una persona invidente en una ciudad que no es la suya o en una calle que ha cambiado después de unas obras, tiene que ser mucho más complicado", señala la concejala socialista Gema Mínguez, quien estima que "todos deberíamos ponernos en la piel de personas con distintas capacidades que conviven con nosotros en el día a día".
Por su parte, Ignacio de la Iglesia considera que "es muy importante ponerse en los zapatos de una persona que tiene una discapacidad visual porque muchas veces no eres consciente hasta que lo vives. Te das cuenta de la complejidad de esta circunstancia. Es muy importante que no haya obstáculos".
Elvira Asensio García es técnico de Rehabilitación de la ONCE y apunta que "en los desplazamientos de forma autónoma se complica si no tienes claro la orientación en el lugar en el que estás, la visión absorve mucha información del entorno, entre el 80 y el 90%, y en el momento en el que careces de ese sentido, tienes que utilizar otras herramientas para saber ubicarte y llegar a los sitios de forma segura", asegurando que "con entrenamiento y con práctica se puede aprender".
"Las personas afiliadas se organizan como pueden porque el urbanismo no está diseñado siempre para la autonomía de estas personas o de otros colectivos con discapacidad", comenta esta técnico de la ONCE, quien relata que algunos de los principales obstáculos para las personas invidentes serían los objetos que están situados a media altura como las mesas altas de los bares, maceteros, cartelería a pie de comercios, los patinetes y bicicletas que invaden las aceras, el rebaje del suelo a cota cero del asfalto y la acera con lo que dificulta la orientación, desaparición de pasos para peatones en los lugares que están semipeatonalizados. "Una sociedad que está adaptada a todo tipo de capacidades es justa y equitativa porque permite a las personas ser libres y autosuficientes", mantiene Elvira.
Por último, el responsable del Grupo Social ONCE Francisco Marfil, director de la ONCE en Guadalajara, apunta la importancia de estas iniciativas de sensibilización porque "creemos que la accesibilidad siempre es mejorable. La mayoría de personas que veis recibís el 80% de los estímulos de manera visual y nosotros tenemos que sustituirlos por otros sentidos y la ciudad nos lo pone complicado", por ello, corrobora, "siempre, la ONCE se ha puesto a disposición de todos los organismos que así lo soliciten para recomendaciones de accesibilidad pero, realmente, nadie nos consulta y se hacen cosas que queden bien en apariencia pero de forma práctica y accesible no lo son. Es algo que se debe mejorar. Quiero hacer un llamamiento a los organismos que corresponda para que, por favor, nos tengan más en cuenta para este tipo de cosas y de impedimentos que tenemos en nuestra vida diaria".