Esta tarde se disputaba en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Barcelona el último encuentro de 2023 en División de Honor Plata masculina, correspondiente a la jornada 14, penúltima de la primera vuelta, que se cerrará ya en enero en el David Santamaría frente a Cisne y en el que el BM Guadalajara cosechaba su segunda derrota de la temporada frente a un Barça Atlètic sobresaliente, que haría imposible a los morados alcanzarles durante todo el encuentro.
Para este choque, Juan Carlos Requena presentaba un siete inicial formado por Dani Santamaría en portería, Chiuffa y Jodar por la derecha, Romanillos y Serradilla en el centro y Bernatonis junto a Lombardi por la banda izquierda.
El partido comenzaba con un Barça enchufado, haciendo gala de una excelente calidad en todas sus líneas, que le permitía dominar el marcador desde el primer minuto, con un primer parcial de 4-3.
El BM Guadalajara buscaba sus oportunidades, pero Pau Hernández estaba fantástico bajo los palos blaugranas y eso dificultaba mucho el trabajo a los de Requena, que solicitaba tiempo muerto en el 10:58 con un 10-6 para evitar que los catalanes siguieran aumentando la renta.
Tras las instrucciones de su técnico y con la salida de Denys Barros, el ataque alcarreño sumaba un plus de peligrosidad, era momento de apretar la defensa y vaya si lo hacía Miguel Llorens, frenando a los peligrosísimos jugadores del Barça y ayudando a Santamaría a hacer lo propio en portería, pero luego, a la hora de rematar el contraataque, los jugadores morados, de amarillo en esta ocasión, cometían fallos de lanzamiento o bien Hernández frenaba sus aspiraciones de gol, lo que les hacía llegar al minuto 20:00 con un marcador de 15-10, complicado, pero no imposible para los luchadores de Guadalajara.
Los últimos minutos antes del descanso fueron mucho más favorables para los visitantes gracias a la experiencia y buen hacer de Fabio Chiuffa, que conseguía recoger los balones que quedaban colgados para rematar el marcador y así acercar un poco más las posiciones, hasta el punto de poner nervioso al técnico catalán que solicitaba tiempo muerto en el 24:04 con un 16-15 en el luminoso del Joan Gamper. Tras este parón, los catalanes daban un arreón y finalmente se llegaba al descanso con un 21-19, que ponía las cosas un poco mejores, sobretodo anímicamente para los alcarreños de cara al segundo tiempo.
La segunda parte arrancaba mucho más pausada que la primera, tanto es así, que ninguno de los equipos conseguía ver puerta hasta llegado el minuto 32:40 en que Gorostidi, muy espabilado, robaba un balón perdido de los atacantes blaugranas para combinar con Lombardi, que establecía el 21-20 en el marcador.
A partir de estos instantes, se palpaba mucha más igualdad sobre la pista que la vivida durante el primer tiempo y ambos conjuntos atacaban y defendían sin descanso, con un dominio de ambas porterías, que salvaban los muebles en más de una ocasión, lo que propiciaba llegar al minuto 40:00 con un 26-24.
La calidad del Barça y de su juego combinativo en la primera línea era evidente, pero al llegar al borde del área se encontraban con un muro formado por la defensa alcarreña, que les ponía en aprietos para exhibir su virtuosismo y terminaban perdiendo unos balones que para su rival valían oro en el contragolpe, a pesar de lo cual, seguían manteniendo su relativa ventaja que era de 29-27 llegado el ecuador de la segunda parte.
Pero los últimos quince minutos fueron decisivos en el devenir del encuentro, parecía que ninguno de los conjuntos quería aflojar la búsqueda de los dos puntos y los alcarreños hacían la goma, acercándose y alejándose en el marcador catalán, pero, a pesar del esfuerzo en un partido muy intenso con un altísimo tanteo, el Barça Atlètic demostró tener una calidad sobresaliente y ser superior llevándose los dos últimos puntos del año con un resultado de 39-35.