El 15 de julio de 2004 se escribía una página imborrable en la cultura de Guadalajara. Era el día en el que se inauguraba oficialmente la nueva sede de la Biblioteca Pública del Estado, el Palacio de Dávalos, por parte del entonces presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda. Atrás quedaban 32 años inolvidables en otro gran palacio, el del Infantado, adolescencia y germen de lo que hoy es este dinámico centro divulgativo, y otros 34 más de infancia en el Convento de la Piedad, actualmente sede del Instituto de Secundaria Liceo Caracense. Como no podía ser de otra manera, no se querido pasar por alto esta destacada efeméride siendo varias las actividades que se llevarán a cabo en las próximas semanas para recordar que la institución pública más querida y mejor valorada de la provincia cumple dos décadas en un espacio tan singular como es el Palacio de Dávalos.
Aunque el aniversario propiamente dicho tuvo lugar el pasado julio, desde la dirección del centro se decidió trasladar su celebración en torno al Día de las Bibliotecas (24 de octubre)«porque nos pareció la fecha más apropiada ya que en verano hay menos afluencia de usuarios y todo iba a quedar más deslucido», justifica Gloria García, directora de este espacio cultural desde hace un año y medio.
'Recuerdos de Dávalos' es el nombre de la iniciativa más original para festejar este aniversario, una propuesta que invita a toda la ciudadanía a compartir las historias o vivencias que le han marcado en relación con el edificio que ahora ocupa la Biblioteca Pública de Guadalajara. «Lo que queremos es recuperar toda esa memoria colectiva que forma parte no sólo de la biblioteca sino de la memoria del palacio y de la memoria de la ciudad. Pueden ser anécdotas de los múltiples usos que Dávalos ha tenido desde su pasado histórico hasta su presente», explica Gloria García. Todos los textos y material recopilado (que se puede enviar a bpgu.actividadescultu@jccm.es,o dejar físicamente en el mostrador)se expondrán en diferentes espacios de la instalación para ser compartidos con todos los usuarios.
Aparte de varias visitas guiadas para descubrir los tesoros que alberga la biblioteca y que pasan desapercibidos a simple vista (17, 18, 23 y 24 de octubre, previa inscripción), el día 23 de octubre, se escucharán desde la megafonía fragmentos de diversos autores que han escrito sobre el fascinante mundo de las bibliotecas. Pero, sin duda, la cita más especial de este programa conmemorativo tendrá lugar el viernes 18 (19,00 horas) con la charla-coloquio que protagonizará actual y antiguo personal del centro, entre ellos, Blanca Calvo y Jorge Gómez, los dos ex directores más recientes.
Precisamente, ambos califican como «muy positiva» la adaptación y la evolución que la Biblioteca Pública de Guadalajara ha vivido en estos 20 años de estancia en Dávalos. «La biblioteca en el Infantado estaba muy bien y allí es donde floreció. En los años 80 era algo como muy pequeñito, pero en 2004 cuando se trasladó ya era espectacularmente popular, allí iba todo el mundo a preparar sus oposiciones, a buscar sus libros, a hacer sus cursos, a participar en clubs de lectura... El despegue de la Biblioteca de Guadalajara fue en el Infantado, pero es cierto que las costuras del edificio se rompían, se quedaba pequeños, no daba más de sí», rememora Blanca Calvo, quien fue el motor y alma máter de esta institución durante 43 años. Calvo no duda en reconocer que, al principio, «no me pareció bien» la elección del Palacio de Dávalos como nueva sede porque «lo vi pequeño».
Sin embargo, la ex directora admite que «la obra de adaptación fue muy acertada» y que sus dos décadas de vida en este bello inmueble ha supuesto «un segundo florecimiento». «El edificio es tan bonito y versátil, tiene ese patio cubierto tan cordial que admite cualquier tipo de acto y de uso, que las personas que vivimos en Guadalajara estamos orgullosos de él», afirma. Por todo ello, considera que es «bonito y necesario» celebrar este 20 aniversario. «Igual que se celebran acontecimientos deportivos, también hay que celebrar los hitos culturales», apunta.
Por su parte, Jorge Gómez sostiene que «el propio concepto de biblioteca tiene algo mágico». «Por el espíritu del edificio, el Palacio de Dávalos contribuye mucho a esta idea, genera cierta mística, es un edifico con tanto encanto y con un sabor especial. Es un lugar tremendamente agradable para estar, sentarte y pasar las horas allí disfrutando de un buen libro o de una buena compañía», comenta.
«CENTRO VITAL»
Pero el continente no es lo más importante. El contenido de la biblioteca con mayor índice de lectores de toda España es, sin duda, lo que la convierte en una fuente de atracción constante para la ciudadanía. «Mi pretensión desde el primer día fue que la gente usara la biblioteca, buscar y organizar actividades atractivas para abrir las puertas a todo el mundo», señala Blanca Calvo. «La Biblioteca de Guadalajara es una biblioteca en la que no se trabaja con libros sino con personas. Es de las pocas bibliotecas del país donde es más importante la comunidad, los ciudadanos la tiene como su centro vital. Por eso, cuando entraba allí a trabajar era entrar a un mundo de relaciones personales. Por unos motivos o por otros, muchos usuarios se sienten muy vinculados a la biblioteca porque es algo muy importante para ellos», sostiene, por su parte, Jorge Gómez. Efectivamente, la provincia de Guadalajara tiene en la Biblioteca Pública del Estado uno de sus grandes baluartes culturales y sociales, la semilla de la que brotan diariamente ávidos lectores y un sinfín de actividades para todos los gustos y para todos los públicos.
Así también lo destaca el delegado provincial de la Junta, José Luis Escudero. «Hace dos décadas la Biblioteca Provincial de Guadalajara abandonaba su histórica sede en el Palacio del Infantado para trasladarse al Palacio de Dávalos, en un gesto que marcaba el inicio de una nueva etapa en su ya dilatada historia. Este traslado fue mucho más que un cambio de ubicación, fue la culminación de un proceso de modernización y simbolizó el compromiso de las instituciones con la cultura, la educación y el acceso libre al conocimiento para todos los ciudadanos. Hoy, la Biblioteca Provincial es un espacio vivo donde convergen ideas, creatividad y comunidad. Desde su nueva ubicación, ha sido un motor cultural clave para la provincia donde han surgido iniciativas como el Maratón de Cuentos y el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, símbolos de su capacidad para innovar y para conectar con las nuevas generaciones», argumenta.