Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


La foto con Cristina

25/03/2023

La foto es chocante. Aparecen José Luis Rodríguez Zapatero y Baltasar Garzón en Buenos Aires junto a Cristina Fernández de Kirchner, actual vicepresidenta de Argentina y, antes, presidenta durante 8 años.

El encuentro en Buenos Aires se produjo en un Foro de Derechos Humanos, pero lo sorprendente han sido las declaraciones del expresidente español y del ex juez y hoy abogado Garzón: su entusiasmo en la defensa de Cristina Fernández, condenada por un tribunal el pasado mes de diciembre a seis años de prisión e inhabilitación permanente por defraudar al Estado unos mil millones de dólares.

Sentencia recurrida, pero que gran parte de la población considera acertada porque era un secreto a voces que la familia Kirchner ha amasado una inconmensurable fortuna mientras Cristina y Néstor ejercieron la presidencia; fortuna además que al menos Cristina no ocultaba luciendo espectaculares joyas y presumiendo de poseer viviendas y haciendas de lujo.

Garzón ha expresado apoyo incuestionable a la vicepresidenta, con la que durante años ha mantenido una estrechísima relación personal. Ha declarado que la sentencia condenatoria "es una aberración jurídica". Zapatero expresó su rechazo a "la judicialización de la política, que acaba en la politización de la justicia".

Que Zapatero se queje de la politización de la justicia, cuando pertenece a un partido que, desde el gobierno, ha tomado las instituciones judiciales, bloquea el poder del CGPJ para realizar nombramientos en función de los intereses del gobierno -sí para elegir miembros del Tribunal Constitucional, no para cubrir vacantes en tribunales- es, claramente, una desvergüenza. En cuanto a Garzón, lo menos que se le puede pedir, como ex juez y abogado en ejercicio, es que muestre respeto por el trabajo de los jueces, dentro y fuera de España. Porque en Argentina es un clamor que durante los últimos años se han producido maniobras indecentes desde el gobierno para conseguir el sobreseimiento de las causas abiertas contra la expresidenta, y se ha bloqueado, también desde el gobierno, la investigación sobre la muerte del fiscal Nisman, que tuvo la osadía de abrir una investigación sobre los dineros de Cristina Fernández, sus hijos y sus colaboradores más estrechos en el gobierno. El caso Nisman se cerró a toda prisa considerándolo suicidio. Pocos creen, por la personalidad del fiscal, y por cómo se produjeron los hechos, que efectivamente Nisman se quitara la vida.

No deja de ser inquietante que un expresidente de gobierno español, y una ex "estrella" de la Audiencia Nacional, se muestren tan condescendientes con una Cristina Fernández de dudosa biografía, que apoya a algunos de los gobiernos más dictatoriales de Latinoamérica -al igual que Zapatero- y con fama de ejercer el poder desde la corrupción, lo que finalmente ha avalado un tribunal.

Solo se explica si, efectivamente, son ciertos los rumores sobre las muchas operaciones políticas y económicas que se mueven en el Grupo de Puebla, al que pertenece ZP y con el que simpatiza Garzón.