Un año complicado para las pequeñas y medianas empresas, sin una radiografía real del empleo y con medidas desde el ámbito nacional que les están perjudicando en exceso. Así comenzó su balance de 2024 el presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Ángel Nicolás, ante los medios de comunicación. Una cita para el análisis, ya tradicional, en la que no dudó en destacar el continuo aumento de los costes laborales que soportan las empresas, especialmente por el crecimiento de los salarios y las cotizaciones. Unas subidas que, alertó, no se traducen en un alza del poder adquisitivo de los trabajadores: «No lo notan, el Estado se lo queda», señaló para destacar que «de cada diez euros solo seis llegan a los trabajadores y los otros cuatro son impuestos».
Nicolás destacó que el coste laboral lleva creciendo 14 trimestres consecutivos, desde la pandemia, algo que en la región se traduce en una subida del 27%, un dato negativo para las pymes, pero algo inferior al registrado en clave nacional.
El presidente de la patronal en Castilla-La Mancha destacó el gran esfuerzo realizado por pymes y autónomos para contribuir a que la región registre datos positivos de crecimiento, pero auguró un 2025 muy duro en el que las empresas se enfrentan «a más subidas de cotizaciones, nuevos impuestos y un nuevo incremento del Salario Mínimo Interprofesional – hay que recordar que el SMI acumula una subida del 60 por ciento desde 2017-, además de la reducción de la jornada laboral, entre otras medidas», lo que en opinión de Cecam conlleva «una situación insostenible para muchas de ellas».
Ángel Nicolás estima que la subida del Salario Mínimo Interprofesional ha provocado la destrucción de 27.000 empleos y que la reducción de jornada a 37 horas y media semanales costaría unos 590 millones de euros a las pymes de la región; y eso «redondeando hacia abajo», destacan en Cecam, que cifran en 5.000 euros los costes para cada una de las 118.000 pymes de Castilla-La Mancha.
Para Nicolás, la reducción de la jornada laboral conllevará «pérdida de empleo y competitividad», y vaticina que «las pequeñas empresas no podrán soportarlo».
Por eso, critica la postura del actual Gobierno central, al que achacó falta de diálogo social y chantaje, y volvió a señalar que una rebaja de la jornada laboral debe ir acompañada de una rebaja salarial.
El presidente de Cecam incluso citó las palabras del secretario general de UGT de Valencia, Ismael Sáez, que indicó que «es evidente» que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas promovida por el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz «puede perjudicar a la productividad», abogando a su vez por «aplicar cierta flexibilidad» en la aplicación de esta medida.
Más felixibilidad y certidumbre, y menos trámites
El presidente de Cecam, Ángel Nicolás, reclamó a la clase política del país, especialmente en clave nacional, que «descienda a la tierra» y conozca «la realidad» antes de aprobar normativa nueva, porque «se puede ser más útil legislando», ya que actualmente cada legislación es en su opinión un coste nuevo para la empresa privada. «Las medidas deben ser otras, se necesita más flexibilidad, certidumbre, fiscalidad incentivadora y menos trámites burocráticos. No es regular más, sino regular mejor», ha resumido Nicolás, que ha denunciado que a su juicio «una persona que vive en un coche oficial no puede tener el BOE en sus manos».