Entre las numerosas figuras de calidad que atesoran los vinos castellano-manchegos hay una que, a pesar de ser relativamente joven -no así la tradición vitivinícola de la zona- y no demasiado extensa en superficie si se compara con otras, ofrece unos vinos de altísima calidad gracias al buen hacer de sus viticultores y sus bodegueros. Se trata de la Denominación de Origen Protegida Uclés, que comprende una extensión aproximada de 174.000 hectáreas al oeste de la provincia de Cuenca y al noreste de la provincia de Toledo.
Esta DOP, como el resto de las 39 figuras de calidad con las que cuentan los productos agroalimentarios de Castilla-La Mancha, está amparada por la marca Campo y Alma (campoyalma.com), que está promovida por el Gobierno autonómico para apoyar a los productores regionales y dar a conocer sus productos. Se trata de una manera de brindar empuje a esas gentes del mundo rural que cada día trabajan para mantener vivos los pueblos al mismo tiempo que se da a conocer nuestra riqueza agroalimentaria.
La zona vitícola presenta tres zonas geológicas: Sierra de Altomira, de relieve abrupto y presencia de caliza; zona occidental, de relieve suave; y la zona oriental, una depresión intermedia constituida por depósitos del terciario. El vino ha sido muy importante en la zona a lo largo de la historia, como se puede comprobar en el asentamiento romano del Parque Arqueológico de Segóbriga. Otro punto muy importante para la producción de vino fue el Monasterio de Uclés y su priorato, donde el cultivo de la viña y la comercialización de sus vinos ya estaban regulados y aportaban grandes ingresos a la zona en el siglo XVII.
Pequeña producción, enorme calidadLa DOP Uclés elabora vinos con la uva procedente de 1.800 hectáreas de viñedo distribuidas por todo el ámbito geográfico de la denominación y de ello se encargan cinco bodegas que unieron sus esfuerzos y motivaciones allá por el año 2002 con un único objetivo: su afán de superación. Por ello, hoy en día están recogiendo sus resultados: vinos cada vez más reconocidos y bodegas que trabajan bien y conocen a su consumidor.
A pesar de su reciente reconocimiento como DOP, los vinos de Uclés tienen ya muchas tablas: una larga tradición y experiencia de sus bodegas, una materia prima de excelentes cualidades y, afortunadamente, unas condiciones climáticas soñadas por todo viticultor. Esta joven denominación de origen, con raíces que se extienden desde la época de los romanos hasta nuestros días, destila pasión por los nuevos retos y afán por la innovación para impulsar lo que ellos llaman «una nueva forma de elaborar vinos de calidad». ¿Su objetivo? Conseguir vinos atractivos, diferentes y que ofrezcan un carácter especial al consumidor.
Para ello se apoyan en un equipo de profesionales capaces de impregnar ese carácter diferenciador a sus vinos, guiados por unos valores y una filosofía sencilla donde se prima el respeto por el producto. El trabajo de los viticultores y enólogos se materializa en vinos exclusivos y sorprendentes, de alta calidad y que son cada vez más apreciados, tanto en nuestro país, como en mercados internacionales.
Pequeña producción, enorme calidadSe trata de una DOP que elabora pequeños volúmenes de producción con altas cotas de calidad. Su filosofía de trabajo es la de elaborar vinos con clase y carácter diferenciados. Y ello requiere una búsqueda constante de la excelencia que cada día les hace trabajar más para superarse. También ayudan las condiciones de la zona, concretamente el clima y el sustrato. En el primer caso estamos ante un clima continental y, respecto al terreno, se trata de suelos franco arcillosos y franco arenosos con gran cantidad de potasio, lo que favorece el crecimiento de la planta y la correcta maduración de las uvas.
Para que los vinos sean tan apreciados cuentan muchos factores, pero uno muy importante es el propio viñedo. En el desarrollo y trabajo de los majuelos se utilizan métodos de laboreo tradicional, poco mecanizado y manual. Las viñas en vaso son una característica fundamental de esta denominación. Y la edad del viñedo es un factor fundamental que permite la diferenciación de esta denominación de origen, existiendo un inventario de cepas viejas con edades comprendidas entre más de 40 años, de 30 a 40 y de 20 a 30.
Gracias a ello, entre otros factores, los vinos de esta denominación son atractivos, diferentes y con un carácter muy especial que engancha al consumidor. En su elaboración se mima todo el proceso, desde que las cepas empiezan a echar los primeros brotes hasta que el vino termina de envejecer en la botella. La producción limitada por hectárea que establece el Consejo Regulador, además, ayuda a aumentar la calidad de la uva, ya que cada planta atiende mejor a su frutos.
Todo esto facilita que haya un buen abanico de opciones, ya que en Uclés se elaboran vinos singulares y emocionantes que pueden ser blancos jóvenes, blancos fermentados en barrica y blancos crianza, además de espumosos. También los tintos ofrecen variadas opciones: jóvenes, jóvenes en barrica de roble por más de dos meses, crianzas o reservas. Todo ello sin olvidarnos de los rosados, cada día más demandados por el público. En cuanto a las variedades de uva, verdejo, chardonnay, moscatel de grano menudo, sauvignon blanc y viura o macabeo son las que se utilizan para elaborar los blancos; tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, syrah y garnacha tinta, por su parte, se emplean para conseguir los magníficos tintos de Uclés.
Por si la calidad no fuera suficiente, Uclés es una DOP concienciada con el medio ambiente. De hecho, es pionera en temas de sostenibilidad y desde el año 2013 se llevan haciendo mediciones de la huella de carbono para reducir las emisiones. Se trabaja en una gestión ambiental adecuada, que preserva el entorno de sus viñedos. Ha desarrollado una política medioambiental basada en el respeto y la sensibilización por el medio ambiente alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además, sus bodegas cumplen la certificación de sostenibilidad Wineries for Climate Protection.
Consumo responsable con Wine in Moderation.
La DOP Uclés es uno de los colaboradores de Wine in Moderation (WiM), un programa lanzado en 2008 por el sector europeo del vino para demostrar su responsabilidad social en la lucha contra el consumo abusivo de alcohol y sus efectos perjudiciales en la sociedad. Entre sus objetivos está promover una cultura sostenible del vino a través del consumo moderado como única forma de disfrute y parte de un estilo de vida saludable. El programa está hecho a medida de cada cultura y de cada país donde se presenta para adecuar los mensajes y ser más efectivo. Coordinado por la asociación Wine in Moderation, con sede en Bruselas, y formado por organizaciones de 16 países de todo el mundo, el programa cuenta con una extensa red de colaboradores que comparten los valores de WiM y contribuyen con su actividad a difundirlos a los consumidores y al conjunto de la sociedad.
Los mejores productos a solo un clic: market.campoyalma.com
Además de apoyar a los agricultores y ganaderos y colaborar en la promoción de los productos agroalimentarios castellano-manchegos con IGP y DOP, Campo y Alma cuenta con una plataforma de compras en internet. Se trata de market.campoyalma.com, a través de la cual los consumidores tienen la oportunidad de adquirir, directamente al productor, sin intermediarios y con solo un clic, un enorme abanico de alimentos: aceites, vinos, quesos, verduras y hortalizas, carnes, azafrán, miel, conservas, alimento ecológicos... En la plataforma se pueden encontrar tanto productos amparados por DOP o IGP como otros que no cuentan con esas figuras pero son también de altísima calidad y están cultivados, criados o elaborados en Castilla-La Mancha. Además, consumiendo alimentos procedentes de nuestra región se colabora en la lucha contra la despoblación y el cambio climático gracias a la manera en la que son producidos, siempre con respeto por el medio ambiente y en zonas desfavorecidas.