El 24 de marzo a las 06:00 horas, tras su desconexión de la red eléctrica, ha comenzado la 37ª Recarga de la central nuclear de Trillo. En esta parada incorporarán a la instalación más de 1.000 trabajadores adicionales a la plantilla habitual de unas 40 empresas colaboradoras especializadas.
Durante estos 33 días se realizarán, entre otras actividades, la renovación de los elementos combustibles, la ejecución de pruebas requeridas por las Especificaciones de Funcionamiento y la revisión o prueba de instalaciones, equipos y componentes necesarias para asegurar el correcto funcionamiento de la planta en el siguiente ciclo de operación.
El programa de esta 37ª Recarga contempla la ejecución de 14.500 órdenes de trabajo entre las que destacan los trabajos en las bombas de refrigeración del circuito primario, inspección de la vasija, prueba de presión del recinto de contención o revisión de la turbina de baja presión. Además, se implantarán 16 modificaciones de diseño destinadas a mejorar las instalaciones adaptándolas a los nuevos requisitos industriales, continuar con la actualización y renovación tecnológica de la instalación y a potenciar la fiabilidad y seguridad de la planta.
El ciclo de operación que ahora concluye, que se inició el 11 de junio de 2024, lo hace sin que haya tenido lugar ninguna parada automática del reactor y sin que se haya registrado ningún accidente laboral. En este aspecto, la central de Trillo ha alcanzado ya 725 días y 3 millones de horas sin accidentes.
La central nuclear de Trillo suministra el 3% de la demanda eléctrica anual de toda España. Durante 2024, registró una producción de energía eléctrica bruta de 7.676 GWh, lo que ha evitado la emisión de más de 2,5 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. Sus excelentes indicadores de funcionamiento reflejan la fiabilidad y estabilidad de su operación, contribuyendo a que, sin emisiones de CO2 a la atmósfera, la energía nuclear siga siendo la tecnología que produce más de un 20 por ciento de la electricidad nacional.
Asfixia económica
La central nuclear de Trillo aporta anualmente en tributos 180 millones de euros, tras la subida del 30% de la tasa de ENRESA, lo que supone más de un 45% de sus costes totales y supone una asfixia económica para la central.
Una infraestructura vital
La Central de Trillo es una infraestructura vital que garantiza, gracias al trabajo y compromiso de sus profesionales, un servicio esencial como es el suministro de energía eléctrica al país. Situada en los más altos niveles de excelencia de la industria nuclear, según la Asociación Mundial de Operadores Nucleares (WANO), la central nuclear de Trillo cuenta con un riguroso sistema de control basado en evaluaciones externas y auditorias. Anualmente se llevan a cabo inversiones de más de 40 millones de euros en la mejora, actualización y modernización de los equipos.
De esta manera, Trillo se encuentra en las mejores condiciones técnicas para seguir operando de forma excelente durante muchos años más allá de noviembre de 2035, fecha de la autorización de explotación vigente.