En un pequeño pueblo, de esos que luchan por sobrevivir, puede ser crucial que llegue un nuevo vecino porque ha encontrado trabajo o para abrir un negocio. Por eso no son pocas las treinta personas que han fijado su residencia en Castilla-La Mancha gracias a las ayudas del programa de captación del talento para zonas rurales. De esas treinta personas, 19 han llegado a estas comarcas para iniciar una actividad emprendedora.

El Gobierno regional va a seguir con este programa y en el Consejo de Gobierno de esta semana se han aprobado las bases para convocar en breve estas ayudas. Lo ha anunciado la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, que espera que se aumente el número de beneficiarios, ahora que estas líneas de subvenciones están más rodadas.

Las ayudas a fomento de la contratación indefinida serán de 9.400 euros en las zonas de extrema despoblación, una cuantía que será algo inferior en las de despoblación intensa o en las de riesgo de despoblación. La subvención aumentará cuando el contrato sea para una mujer o para una persona que tiene más de 50 años. 

Las ayudas para abrir un negocio, es decir de iniciativa emprendedora, serán de 4.200 euros en zonas de extrema despoblación y bajarán a 3.900 y 3.600 en las de despoblación intensa o riesgo de despoblación. 

Además existe también el conocido como bono de talento rural, con una ayuda asociada a los gastos de traslado.

Patricia Franco defiende este programa, que Castilla-La Mancha puso en marcha de manera pionera. Esgrime que "fija la mirada en cómo conseguir fomentar el empleo y la contratación zonas despobladas".