En medio de los aplausos inacabables tras ser ratificado como secretario general del PSOE en el Congreso Federal celebrado en Sevilla a finales del pasado año, Pedro Sánchez (aupado en ese culto al líder que tanto aprecia) tomó la palabra para poner deberes a los suyos: «Nuestra principal prioridad será ganar las elecciones municipales y autonómicas de 2027 y volver a gobernar en toda España. Vamos a trabajar duro por ese cambio», les arengó.
El PSOE, en este reto tiene tarea por delante. En los comicios territoriales de mayo de 2023, el PP prácticamente lo borró del mapa. Isabel Díaz Ayuso se hizo con la mayoría absoluta en Madrid y los socialistas perdieron las comunidades de Valencia, Aragón, Extremadura, La Rioja, Baleares y Cantabria, que se tiñeron de azul como antes había hecho Andalucía, su feudo histórico. Por si fuera poco, un año después, los comicios gallegos les depararon otra noche aciaga. Los populares revalidaron su mayoría absoluta y el PSOE se desplomó, pasando de 14 a nueve diputados, estancándose todavía más como tercera fuerza, tras el BNG.
Ahora. Pedro Sánchez busca ansiosamente recuperar todo ese poder territorial perdido. Ypara encarar este envite ha pensado que nada mejor que candidatos made in Moncloa. Los cinco que su dedo ha señalado (¿alguien se acuerda de las primarias?) son ministros de su cuerda y forman parte de lo que puede considerarse como su núcleo duro.
En honor a la verdad, es de justicia reconocer que los precedentes avalan esta hoja de ruta. Sánchez probó esta fórmula con Salvador Illa y le ha dado resultado en Cataluña. Después de ser ministro de Sanidad en plena pandemia fue designado candidato a la Presidencia de la Generalitat y allí está, ostentando el bastón de mando.
El jefe del Ejecutivo quiere repetir el experimento en Andalucía, en Aragón, en Valencia, en Canarias y en Madrid, una plaza donde el PSOE hace nada menos que 30 años que no gobierna. Y para conseguir derrotar a Ayuso, ha pensado en un perfil similar al suyo, el del actual titular de Transformación Digital, Óscar López, que además fue su jefe de Gabinete entre 2021 y 2024. El líder socialista está convencido de que será (por fin) su particular kryptonita contra la baronesa madrileña.
Sin embargo, en este caso, los precedentes no juegan a su favor. Han pasado ya casi 14 años, pero todavía se recuerda el batacazo que se dio Óscar López en las elecciones autonómicas de Castilla y León, allá por 2011. En esos comicios, el entonces candidato socialista perdió cuatro procuradores en las Cortes regionales, tras cosechar un 25,9 por ciento menos de votos que en la anterior cita electoral. Para más inri, el PP liderado por Juan Vicente Herrera logró el mejor resultado en escaños de la historia de la comunidad, con 53 procuradores de los 84 posibles.
«A Óscar López le deseo los mismos éxitos que los que tuvo en Castilla y León», lanzó, con punzante ironía, el portavoz del Gobierno madrileño, Miguel Ángel García Martín, nada más hacerse oficial su designación para arrebatar Madrid al PP.
La incógnita a despejar se impone: ¿Podrá el ministro de Transformación Digital descabalgar por fin a Ayuso o será un nuevo sparring para la líder madrileña como lo fueron en las últimas citas Ángel Gabilondo y el defenestrado Juan Lobato?
Un dato más para alimentar los interrogantes: si la única experiencia con las urnas del ministro terminó en un costalazo en toda regla, la de su antecesor Juan Lobato fue en sentido contrario, dado que logró la mayoría absoluta en las elecciones municipales de Soto del Real de 2019, localidad que gobernó de 2015 a 2021.
Con los liderazgos territoriales cortados y diseñados a su medida, Sánchez suspira por un mapa nacional mucho más rojo PSOE que azul popular. En dos años, las urnas dictarán sentencia de nuevo.
M. Jesús Montero. Andalucía
La 'mano izquierda' de Sánchez
La número dos del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ahora lidera también el partido en Andalucía, en cuyo Ejecutivo autonómico -al que llegó como independiente- ya ejerció como consejera con varios presidentes.
Mano derecha de Pedro Sánchez en numerosos asuntos y hasta mano izquierda dentro y fuera de la formación por su habilidad para la negociación, Montero (Sevilla, 1966) ha sido uno de los pilares más importantes del Ejecutivo de coalición, con un acentuado y enérgico perfil político, muy crítico con la oposición, y cabeza visible del Gabinete central, del que ha sido también portavoz.
Llegó incluso a sonar en los mentideros parlamentarios para suceder al propio Sánchez durante sus cinco días de reflexión.
Avalada por su capacidad de trabajo, los que la conocen bien dentro del partido subrayan que tiene ingenio y conocimiento para «soluciones inverosímiles» y, si no te convence por la razón, lo hace por agotamiento: «Es tenaz e inasequible al desaliento», aseguran.
Exigente consigo misma y con su equipo, propicia que su gente se implique, señalan otros que trabajaron con ella en su etapa en el Ejecutivo de Andalucía, al que llegó en 2002 de la mano del exconsejero de Salud Francisco Vallejo, quien la fichó como número dos de su departamento.
Médica de profesión, ya en 2004 fue nombrada consejera de Salud bajo la Presidencia de Manuel Chaves, pero no se afilió al PSOE hasta una década después, con José Antonio Griñán como presidente, y siguió en el Gobierno con Susana Díaz al frente.
Del barrio de Triana, pasó a la Consejería de Hacienda en 2013 y logró sacar adelante varios Presupuestos de la comunidad, defendiendo la reforma del modelo de financiación autonómica y reclamando 4.000 millones para compensar la infrafinanciación de Andalucía, exigencia que le recuerda ahora Juanma Moreno.
Diana Morant. Valencia
Escogida para desterrar a Mazón
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ha sido ungida además por Pedro Sánchez para intentar desterrar al popular Carlos Mazón de la Generalitat.
Al igual que el resto de sus compañeros, la suya también fue la única candidatura que se presentó para ser la cabeza de lista del PSOE en las elecciones autonómicas de 2027. «Aquí estamos de nuevo y como siempre los socialistas para generar esperanza y armar la alternativa necesaria a la coalición negacionista que nos malgobierna en al Comunitat y que tanto dolor están imprimiendo», reivindicó la secretaria general en su primera intervención en el Congreso Regional donde, además de estar arropada por el jefe del Ejecutivo, contó con el respaldo del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, a quien considera su «padre político» y al que en 2019 le pidió sin conocerle que acudiera a la presentación de su candidatura para revalidar la alcaldía de Gandía, su ciudad natal.
Cuando en diciembre de 2023 Ximo Puig anunció su paso atrás en el liderazgo de los socialistas valencianos, la dirección del PSOE respaldó para la sucesión la opción de Morant, quien llegó al Congreso extraordinario del año pasado como única candidata después de integrar a los otros dos aspirantes, los secretarios provinciales Alejandro Soler y Carlos Fernández Bielsa.
Tras su elección, se conjuró para arrebatar al PP y a Carlos Mazón la Generalitat en las próximas elecciones y, con ello, sacar a la Comunitat Valenciana de «la mayor pesadilla de nuestra historia» que, a su juicio, «no es solo la dana, sino el Gobierno de Mazón», a quien tachó de «negligente e irresponsable». «Les vamos a volver a ganar aquí y en toda España en 2027», proclamó haciendo suyo el mensaje triunfalista que Ferraz quiere imprimir a esa cita con mucho en juego.
Pilar Alegría. Aragón
Un 'azote' desde la Portavocía
Titular de Educación, Formación Profesional y Deportes, así como portavoz del Gobierno -puesto desde el que ha sido amonestada en varias ocasiones por la Junta Electoral Central por sus declaraciones «partidistas»-, Pilar Alegría es la nueva líder de los socialistas aragoneses. Un cargo al que llegó sin necesidad de primarias, después de que Darío Villagrasa renunciara a competir por tomar las riendas del PSOE en la comunidad.
Diplomada en Magisterio por la Universidad de Zaragoza, en la especialidad en Educación Primaria, Alegría realizó también un Máster Universitario en Estudios Avanzados en Educación Social por la Complutense.
Asimismo, fue una de las diputadas más jóvenes en las Cortes Generales, a las que llegó con apenas 30 años. Secretaria de Organización del PSOE-Aragón, fue consejera de Innovación, Investigación y Universidad y persona de confianza de Javier Lambán hasta que un cambio en las listas al Ayuntamiento de la capital maña en 2019, que lideró como alcaldable, truncó la amistad entre ellos.
A pesar de haber sido la fuerza más votada, un pacto del PP de Jorge Azcón con Ciudadanos, con apoyo externo de Vox, dejó a Alegría como jefa de la oposición, hasta que el líder del PSOE y jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, la situó al frente de la Delegación del Gobierno de Zaragoza.
En ese puesto se mantuvo durante los peores meses de la covid. Pero, el 10 de julio de 2021, Sánchez la escogió para relevar a Isabel Celaá al frente del Ministerio de Educación.
Un año después, en 2022, fue nombrada portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE, en sustitución de Felipe Sicilia, tras una profunda remodelación de la formación llevada a cabo por el propio inquilino de la Moncloa.
Tras las elecciones de 2023, Alegría repitió como titular de Educación pero asumió también las competencias de Deportes, amén de la Portavocía del Gobierno.
Ángel Víctor Torres Canarias
De las islas, al foco del 'caso Koldo'
El responsable de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, fue reelegido para su tercer mandato como secretario general del PSOE canario con un 78% de apoyo, un respaldo mayoritario para seguir al frente de un partido que lidera desde 2017.
Torres (Arucas, Gran Canaria, 1966) aceptó el encargo de Pedro Sánchez de ser ministro venciendo una de sus más profundas reticencias: alejarse de su familia, con la que vive en una finca en la localidad grancanaria de Valleseco. Él, su mujer y su hijo ya tuvieron que trasladarse a Las Palmas cuando los Servicios de Seguridad le recomendaron que usara la residencia oficial de Ciudad Jardín, una lujosa mansión que abandonó después tras ser desalojado por Fernando Clavijo (Coalición Canaria) del cargo de presidente, pese a haber ganado las elecciones del 28 de mayo de 2o24.
Desde ese momento, Sánchez lo quiso en Madrid. Le ofreció ir en la lista del PSOE al Congreso por Las Palmas el 23-J, pero declinó la invitación para quedarse de portavoz de la oposición en el Parlamento insular. Sin embargo, su desempeño en la consecución del voto de Coalición Canaria a la investidura y el respaldo a toda la legislatura animó al presidente del Gobierno a incorporarlo a su núcleo duro.
Pero si de algo puede presumir tras su paso de cuatro años por la Presidencia canaria (2019-2023) es de ser un buen gestor de adversidades. A Torres le tocó lidiar con un terrible incendio forestal en Gran Canaria que amenazó con arrasar el corazón natural de la isla, y luego con la quiebra de uno de los touroperadores más determinantes en la región, Thomas Cook. Después llegaría la pandemia y la erupción del volcán de La Palma.
La última encrucijada en la que se ha visto inmerso es su mención en el caso Koldo, por parte de Víctor de Aldama, como uno de los presuntos beneficiarios de la trama.